VALENCIA. "En Israel, el director de la aceleradora había vendido una app con 12 años". Así lo apuntaba Juan Monzón, CEO de la startup Exovite, empresa participante en la jornada 'Israel y la Comunidad Valenciana, acercando dos mundos empresariales e innovadores'. "Lo hacía como aquello americano de vender limonada y sería a un vecino, pero ya le habían enseñado cómo montar una empresa y cómo hacer una compraventa".
Esta empresa, quien ha desarrollado un sistema de rehabilitación de huesos rotos pionero, ha sido participante de la aceleradora de Microsoft Ventures en TelAviv. "Yo siempre desde pequeño era una persona muy directa, y la gente con la que trabajaba me lo cuestionaba", destacó. "Me fueron domando para transformarme, para que me pasara 50 minutos en una reunión hablando de fútbol y familia y diez de lo interesante".
Sin embargo, cuando llegó a Israel observó que nadie e enfadaba por ir al grano. "Tras esos cinco meses viviendo en Israel, tuve la suerte de desaprender e ir a tiro hecho. Me olvidé de lo que no aportaba valor para centrarme en lo importante". Destacó de una de las cosas que han aprendido es la réplica, algo que no entiende de rangos y que genera valor a la empresa.
Monzón, cuya startup está inmersa dentro de la aceleradora Lanzadera, destacó que a pesar de las grandes instalaciones de Lanzadera y de la financiación que aportan, en Israel las instalaciones no eran tan bonitas ni les dieron tanto dinero pero les dieron a elegir a diez personas.
"Nos dieron 140 perfiles tecnológicos que podía necesitar tu empresa. Al final, entre el director de la aceleradora, el CTO, el del marketing y los expertos tenías a diez personas trabajando para ti", destacó. "Si yo pudiera estar una hora a la semana reunido con Juan Roig aprendería un montón", aseguraba. "Solo con prepararme las reuniones, esa hora era a saco y sacábamos un montón de valor. Cuando llegamos a Israel, nosotros llegamos con una idea y salimos con el producto terminado en cuanto software y hardware, pero para nosotros fue vital a esas diez personas trabajando con nosotros".
Juan Revuelta, investment director en el capital riesgo israelí Swan Laab, recordó que es una extensión del fondo de inversión de Giza Venture Capital, que lleva invirtiendo en Israel los últimos 25 años. "En 2011 decidieron invertir nuevas geografías", destacó . EEUU y Reino Unido ya estaban muy maduros, pero buscaron qué países estaban menos desarrollados. Abrieron en Polonia, tuvieron éxito y en 2014, Swan Laab es el primer fondo en España de Giza.
Revuelta recordó que en España, el venture capital tiene unos 15 años y pocos fondos han tenido buen track record. "Tener un socio israelí, primer fondo de Israel que se establece en España. Reconoció que en España ha habido una suficiente capacidad para invertir sobre todo en innovación de modelos de negocio en etapas iniciales pero lamentó que después había un problema en las series A de financiación.
Sobre qué tipo de empresas buscan, apuntó a tecnológicas que estén comercializando a poder ser y con tickets de entrada que van de uno a tres millones. "No influimos en el día a día de la compañía pero sí tomamos puesto en el consejo de administración", destacó.
