VALÈNCIA (EFE). El incendio que ha afectado a una planta de reciclaje de San Antonio de Requena ha quedado extinguido por los bomberos diecisiete días después de su inicio, mientras la Generalitat mantiene abierto un expediente por irregularidades que podría llevar al cierre definitivo de la instalación.
El incendio se declaró el pasado 15 de abril en la zona exterior de la planta, que acumulaba toneladas de material, provocó que dos trabajadores de 39 y 41 años tuvieran que ser asistidos por inhalación de humo y desde distintos ámbitos se ha denunciado la presencia de una "nube tóxica" sobre las poblaciones de Requena y Utiel.
Este jueves el Consorcio de Bomberos ha informado de su extinción y el Centro de Coordinación de Emergencias ha finalizado la situación 1 del Plan Especial frente al riesgo de incendios forestales (PEIF). En la última fase de la extinción, se ha cubierto con tierra las partes afectadas por el fuego.
El 22 de abril la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio abrió una investigación para determinar si la empresa gestora de la planta había incurrido en algún tipo de infracción en la Ley de Responsabilidad Medioambiental, y decidió profundizar en el análisis de si el incendio ha podido tener algún tipo de afección al acuífero de Requena.
Esta misma semana la consellera Salomé Pradas dijo que el expediente abierto a la planta de reciclaje puede llevar a su cierre definitivo, tras las irregularidades detectadas y la suspensión cautelar de la planta, y lanzó un mensaje de tranquilidad a los vecinos afectados.
La investigación iniciada, que finalizará una vez se recojan las últimas pruebas tras la extinción del incendio, se complementará con otros dos expedientes por parte de la Dirección General de Calidad y Educación Ambiental.
El primero será un nuevo expediente sancionador que se ha comenzado a tramitar, en el que se han incorporado los antecedentes de la empresa y se ha procedido a la apertura de la fase de actuaciones previas para recopilar todos los datos de la Conselleria de Medio Ambiente y de otros departamentos implicados.
Este proceso finalizará una vez se pueda incorporar toda la documentación relativa al incendio una vez extinguido, mientras que, por otro lado, se va a abrir otro expediente por incumplir la ley de Responsabilidad medioambiental.
Según dijo la consellera, se ha solicitado a la empresa que recoja todos los residuos de la planta una vez finalizada la extinción, y en caso de que no lo haga, la Generalitat lo llevaría a cabo en ejecución subsidiaria.
Desde la Dirección General de Calidad y Educación Ambiental, una vez confirmado que el incendio no se sofocaría de forma rápida, se procedió a instalar una unidad móvil para hacer un análisis continuo de la calidad del aire, cuyas muestras "siempre han confirmado que no hay un peligro para la población".
De forma paralela, se establecieron pautas de comportamiento para los colectivos más vulnerables, se solicitó la colaboración de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y se colaboró con las tareas de extinción con medidas como el suministro de 3.000 toneladas de tierra.