VALÈNCIA. Requena parecía este martes ajena a la Dana, que en la última semana ha devastado la provincia de Valencia y se ha cobrado la vida de más de 200 personas, cuando concejales y vecinos se reunieron en el Salón de Plenos del ayuntamiento para trazar el futuro político del municipio. El primer gesto de respeto por esta tragedia vino por parte de la hasta ahora alcaldesa, Rocío Cortés. La también presidenta de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP) pidió un minuto de silencio que no solo sirvió para recordar a las víctimas mortales que ha dejado este terrible episodio de lluvias, sino también para repasar mentalmente el cruce de acusaciones que los diferentes grupos municipales desataron después.
Cortés, con el semblante ensombrecido y la voz quebrada, fue la primera en romper el hielo con una pregunta cargada de indignación: "¿Alguien entiende una moción de censura hoy en Requena?". Entre el público, algunas personas respondieron que sí, que lo comprendían a la perfección e, incluso, lo veían necesario. Sin embargo, este atrevimiento no amedrentó a la ex alcaldesa de Requena que, visiblemente afectada por las recientes pérdidas humanas y el caos que ha provocado la Dana, buscó en todo momento la complicidad de la ciudadanía.
"En lugar de pelear por sillones, deberíamos estar junto a nuestros vecinos. No hay cabida para la ambición política cuando se han perdido vidas y hogares", sentenció Cortés, tras una pausa donde las lágrimas amenazaban con arruinar su discurso que, lejos de ser calmado, estuvo cargado de rabia. Acto seguido, la ex alcaldesa agradeció a los cuerpos de seguridad, voluntarios y empleados municipales por su labor durante la emergencia climatológica. "Me siento orgullosa de Requena", afirmó Cortés para, más tarde y en un tono vehemente, cuestionar la legitimidad de una moción "presentada por conveniencia" en un momento crítico para el municipio.
Frente a la intensidad de Cortés, el candidato del PSPV a la alcaldía de Requena, Mario Sánchez, optó por una defensa más calculada. Sánchez se limitó a recordar que la moción de censura fue presentada por su grupo político y el Partido de Requena y Aldeas (PRyA) el pasado 21 de octubre, por lo que, tal y como establece la normativa vigente, no había otra fecha posible para celebrar la sesión extraordinaria.
"Sabemos que no es el momento ideal", coincidió Sánchez, "pero estamos aquí porque la ley nos obliga a cumplir con este proceso. No podemos quedarnos de brazos cruzados cuando Requena necesita estabilidad". El socialista, que había escuchado en silencio las palabras de la primera edil, evitó en su discurso confrontar las acusaciones del PP y, en su lugar, prefirió prometer a la ciudadanía que su administración priorizará la reconstrucción política de Requena y sus 25 aldeas.
Entonces le llegó el turno al portavoz del PRyA, Joaquín González, quien respondió con un pragmatismo implacable, refutando los argumentos del PP sobre la "inoportunidad" de la moción de censura. En su intervención, González denunció que el gobierno de Cortés no tenía la capacidad para liderar en minoría, sin desaprovechar la oportunidad para reabrir la herida ocasionada por el PP cuando, el pasado mes de agosto, rompió el mandato de coalición con PRyA.
"Los proyectos y promesas que nuestro partido ha hecho a los requenenses solo se pueden cumplir desde una posición de fortaleza en el gobierno", aseguró González, al mismo tiempo que acusó al PP de usar la tragedia de la Dana como pretexto para eludir una moción que, en su opinión, era "inevitable".
Pero el PP, que contaba con el respaldo de Vox, no estaba dispuesto a ceder terreno sin dar batalla. El portavoz popular, Alberto García, calificó la moción de "absurda y desacertada", al considerar que, en mitad de un desastre como el que ha provocado la Dana en Requena, es el momento de actuar con "dignidad y responsabilidad política". García salió en defensa de Cortés para sacar pecho por una administración que, según afirmó, había demostrado su valía en la adversidad. "Requena merece algo mejor que el juego político al que estamos asistiendo. Dejadnos trabajar", concluyó.
El portavoz de Vox, Ezequiel Tena, tampoco escatimó en críticas al nuevo gobierno de coalición, pero lo hizo con un sarcasmo medido. Del mismo modo que García, Tena describió la alianza entre el PSPV y PRyA como un "pacto contra natura", sin desaprovechar la ocasión para dirigir una advertencia a los segundos. "Lo que vais a votar hoy os va a acompañar toda la vida. ¿Créeis que esta es la mejor forma de hacer política?", preguntó, en un tono cargado de reproche por la postura del grupo independiente, puesto que parecía "alejarse de lo que habían defendido en las elecciones de 2023".
Tras casi una hora marcada por la tensión y las acusaciones cruzadas, el veredicto se hizo público: con 11 votos a favor del PSPV y PRyA y 7 en contra por parte del PP y Vox, Mario Sánchez fue investido como nuevo alcalde. Su juramento fue breve y comedido, con una promesa de dedicación a modo de clausura. Sánchez aseguró que su prioridad sería la "reconstrucción de Requena" y lanzó una advertencia a las administraciones superiores: "Aquí no hemos venido a perder el tiempo. Si nos bloquean (proyectos e inversiones), nos tendrán en la puerta".
El pleno extraordinario para aprobar la moción de censura se despidió con la entrega de la vara de mando por parte de Rocío Cortés al nuevo alcalde de la localidad. Las últimas palabras de Sánchez pusieron fin a una jornada tan polémica como emotiva, que ha dejado a un consitorio dividido entre quienes defienden la legitimidad de la iniciativa presentada por el nuevo Ejecutivo y quienes consideran que, en Requena, algo más importante que un cambio de gobierno se ha perdido en el camino.