VALÈNCIA. Fallas, arte, artesanía y espacio público. Estos son algunos de los conceptos en torno a los que ayer se conversó en el Centre Cultural La Nau, que acogió la jornada ‘Falles: art i festa en l’espai públic’, un proyecto que unió a creadores como Raúl Martínez ‘Chuky’, en tanto que representante de las fallas ‘clásicas’, y Anna Ruíz y Giovanni Nardin, como representantes de las fallas ‘innovadoras’, tal y como fueron anunciados. Aunque presentados como representantes de las fallas ‘clásicas’ e ‘innovadoras’, lo cierto es que en ambas intervenciones tanto Martínez como el binomio formado por Ruiz y Nardin hicieron patente, especialmente los segundos, la necesidad de romper con los contenedores en los que se han visto acotados. La jornada se incluye en el contexto de la tercer edición de ‘Parlem d’art: propostes d’estudiants per a la reflexió i el debat’, dentro del programa art públic/universitat pública 2017, una convocatoria de propuestas para reflexionar sobre el arte público y el arte contemporáneo con el objetivo de acercar a los estudiantes a entornos profesionales de gestión, de divulgación, de crítica y de organización de experiencias didácticas.
Por un lado, Raúl Martínez, ilustrador –ante todo- y artista fallero, el conocido como ‘Chuky’ se ha embarcado en distintas aventuras como la creación de un juego de cartas de temática festiva o ha sido pionera en el ámbito del diseño de fallas ofreciendo a través de Creative Commons doce de sus bocetos, con lo que pasan a poder ser utilizados por los usuarios sin tener que pagar por su reproducción. Fue hace cinco años cuando comenzó a realizar proyectos con una vertiente social, habiendo colaborado hasta el momento con distintas entidades como la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer de Valencia (AFAV) o PayaSOSpital. Por su parte, Anna Ruiz y Giovanni Nardin, que conquistaron a muchos con deliciosos proyectos como El laberint del afectes (La Merced) o d’Amors (Lepanto-Guillem de Castro), se enfrentaron a su mayor examen en la plaza del Ayuntamiento. Allí plantaron Descobrir i Redescobrir, una falla infantil con la que dividieron opiniones pero demostraron que sí se puede (volver a) arriesgar. Estas son algunas de las frases que dejaron sus intervenciones:
A.R. “Las fallas no han nacido como un producto artesanal, sino como una expresión”
R.M. “Nunca me he querido dedicar a as Fallas, ere el oficio de mi padre […] En un momento me planteé que las cosas que quería transmitir mediante la ilustración podía hacerlo en las fallas”
A. R. “Si hablamos de popular, ahí entra el arte contemporáneo. El pueblo es heterogéneo”
A.R. “Deberíamos preguntarnos en qué momento se desliga el arte popular del contemporáneo […] La dictadura usó al gremio y la Junta para trasladar su mensaje”
A.R. “El término de falla ‘innovadora’ ha servido para diferenciar. Esto ha llevado a la valoración desde un punto de vista erróneo […] Se está vetando la creatividad”
A.R. “¿Por qué no tiene sentido el premio [específico para Fallas I+E]? Parece absurdo que una falla como medio de expresión esté sujeta a unas normas”
R.M. “Cada día me gusta menos entregar un dibujo, porque te ata más artísticamente. La falla es un elemento que está vivo”
A.R. “Se confunde la crítica con la caricatura”
R.M. “La falla tiene que tener elementos que no pueden faltar: la crítica social y el uso de materiales efímeros”
A.R. “Los artistas y los artesanos se enfrentan a los mismos problemas: la obsesión por los premios y los bajos presupuestos”
A.R. “El hecho de que se bajen los presupuestos afecta a la fiesta en general porque no deja crecer a los artistas”
R.M. “Me gustaría que las fallas tuvieran más variedad. Somos demasiados artistas como para que todo sea tan parecido”
G.N. “Otras estéticas caben en las Fallas”
G.N. “Cuanta más experiencia visual tengan los niños, mejor. Les dará una buena base”
A.R. “En las Fallas, en su globalidad, no hay arte. Eso no quiere decir que no haya en la individualidad”
A.R. “El arte ha de provocar y molestar, en la mayoría de las fallas no se da esto”
A.R. “No se trata de generar dos bandos. Las fallas son todo”
G.N. “¿Qué queremos?¿Qué las Fallas sean un producto de consumo? Entonces están muertas. Si queremos recuperar esa esencia hay que preguntarse hacia donde queremos llegar”
R.M. “En las fallas de los años 70 la carpintería la carpintería era la base, no había tanta posibilidad de modelar”
A.R. “Tenemos muy claro que no queríamos usar corcho”
R.M. “Actualmente se utiliza mucho el corcho blanco. En mi taller, que es más clásico, usamos cartón piedra, pero cada vez menos”
R.M. “El corcho es un material muy dúctil, aunque evidentemente la cremà de corcho no me gusta nada”
A.R. “No busco el preciosismo. La tosquedad del cartón da matices”
R.M. “Muchos usan ahora soldadura. El único hierro que hay en mi falla son los clavos”
R.M. “La carpintería es el origen de la falla. Hoy por hoy, por desgracia, la carpintería artística es uno de los oficios más dejados. No hay continuidad”
G.N. “La falla no puede ser falla fuera de València. Toda la ciudad participa, les guste o no”