Falta de informes o 'golpe' económico: así alegan los vecinos contra dos plantas de EnerHi en el interior de Castellón

7/06/2023 - 

CASTELLÓN. Desde la falta de algunos informes que avalen los proyectos hasta el impacto económico negativo que podría suponer la implantación de las plantas fotovoltaicas. Son algunas de las alegaciones presentadas por los vecinos de Vilafamés, Cabanes y Les Useres contra dos grandes plantas fotovoltaicas impulsadas por la firma EnerHi en dichos municipios y que han generado especial malestar.

En total, según lo presentado por la firma, ambos proyectos suman más de 800.000 módulos fotovoltaicos con los que alcanzarán una potencia nominal superior a los 380 megavatios. La iniciativa de Vilafamés y Cabanes producirá 105 y 145 MW de energía respectivamente. Y por otro lado, el proyecto previsto en Les Useres prevé alcanzar la potencia de los 136 megavatios, aunque respecto a este la firma ya ha anunciado modificaciones ante el rechazo provocado.

Así pues, este martes y miércoles finalizaban sendos procesos de exposición pública abiertos por el Ministerio de Transición Ecológica, y en torno a los cuales vecinos y afectados se han organizado para intentar paralizar los proyectos con numerosas alegaciones de todo tipo -desde el medioambiental y paisajístico hasta el de carácter social. Alegaciones a las que ha tenido acceso Castellón Plaza y cuyo número de firmantes se desconoce hasta el momento.

Territorio, paisaje y economía

Así, por ejemplo, contra la planta de Cabanes y Vilafamés, los vecinos critican que vayan a ocupar 274 hectáreas -el 4,2% del suelo no urbanizable del municipio-, que sumadas al resto de plantas en tramitación vayan a suponer 612 hectáreas en total -casi el 10%-. "Todos estos porcentajes se encuentran por encima de los límites establecidos" por la normativa, apuntan las alegaciones en este sentido, para añadir que la compañía tampoco ha estudiado "cómo se verá afectada la superficie agrícola que, despreciando cualquier valor intrínseco a esa actividad, no valora ninguna de sus dimensiones, ni la socioeconómica, ni la ambiental".

También los vecinos aseguran que "falta documentación necesaria". Por ejemplo, en cuanto a un estudio de integración paisajística: "No se ha hecho el análisis de impactos en el paisaje de forma adecuada", aseguran, pese a que el propio estudio de impacto ambiental de la empresa "reconoce el impacto al paisaje como relevante". Además, también echan en falta informes de inundabilidad pese a que las instalaciones proyectadas "se encuentran afectadas por peligrosidad geomorfológica", así como por posibles afectaciones a los acuíferos de la zona de Cabanes.

Pero va más allá para asegurar que la iniciativa fotovoltaica "afecta a áreas no recomendadas por la sensibilidad ambiental identificada" por el propio Ministerio, y que afectará "a la continuidad" de una bodega de la zona, así como "denostará y degradará" la actividad de una ganadería "afectando directamente al núcleo familiar que vive de su actividad, afectando a una seña de identidad [...] y eliminando los valores ambientales obtenidos hasta la fecha fruto del pastoreo extensivo".

También se adentran las alegaciones en el impacto económico negativo que, señalan, tendrán las plantas sobre el territorio. "La envergadura de este proyecto supondrá un perjuicio económico y social relevante en los municipios afectados", aseguran, e inciden en que "el sacrificio territorial que tendrán que hacer estos pueblos no es compensado ni por asomo por los hipotéticos beneficios que les comportará". Así, subrayan que la planta "consume más suelo que el polígono industrial de Vilafamés, genera menos puestos de trabajo, de menor durabilidad y con unos beneficios económicos con un impacto local llamativamente menor".

Les Useres

También los vecinos de Les Useres se han levantado contra el proyecto de 351 hectáreas previsto por Enerhi en su localidad. El revuelo generado por la salida del proyecto a exposición pública ha hecho que la empresa se comprometa a repensar el proyecto para reducir su huella en el territorio y a "no implantar placas solares en aquellas parcelas que alberguen viviendas, cultivos o árboles monumentales".

Con todo, las alegaciones vecinales cargan contra "el desinterés evidenciado por los promotores hacia nuestra fauna, flora y zonas de elevado interés cultural". El impacto en el paisaje no sólo de la planta sino de la línea de evacuación, las construcciones de piedra en los bancales afectadas o la repercusión sobre la avifauna por "el brusco cambio de su hábitat de caza" son algunas de las razones de la oposición.

Además, el escrito recuerda que "el 30% de toda la población de les Useres vive fuera del casco urbano y buena parte de este porcentaje están en la zona afectada por el proyecto", con "unas cien masías dentro del recinto donde se ubicará la macroplanta solar", de las cuales 53 pertenecerían a familias del municipio: "Cabe destacar que todo el recinto de la macroplanta está vallado, limitando el acceso y la relación entre el vecindario". Así, aseguran que la proximidad de las placas "elevará la temperatura ambiental entre unos 5 y 10 grados centígrados" y hará, según las alegaciones, "muy complicado vivir cerca".

También se centra en el impacto socioeconómico para asegurar que estas iniciativas no generan "nada de empleo a largo plazo" y que no van a "aumentar la demanda de servicios locales a largo plazo", sino que en todo caso serán "temporales y efímeros". Subrayan que la iniciativa "supondrá la eliminación de la cubierta vegetal para la preparación del terrero" y la "pérdida de suelo fértil que podrá ser temporal en aquellas zonas afectadas únicamente durante las obras y posteriormente restauradas, o permanentemente en las áreas ocupadas por las instalaciones".

Según los vecinos, a causa del proyecto desaparecerán 22 hectáreas exclusivamente de viña, 51 de almendros y 25 de olivos, a lo que habría que sumar 214 hectáreas mixtas, donde además de estos productos se cultivan cereales, huerta y frutales. Asimismo, los panales requieren de "una mayor exigencia de mantenimiento" y el agua "puede suponer hasta un 10% del coste de mantenimiento de un parque fotovoltaico": "Es incomprensible que un municipio con un grave problema de recursos hídricos continue apostando por un proyecto que consumirá ingentes cantidades de agua".

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