VALÈNCIA. El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) se reúne este miércoles con la vista puesta en una revisión del precio del dinero. Después de que el Banco Central Europeo (BCE) haya realizado dos bajadas de tipos en lo que llevamos de año, la Fed, salvo sorpresa, aprovechará el encuentro de septiembre para levantar el pie del acelerador y relajar la política monetaria.
Es lo que espera el mercado, y lo que dejó entrever el presidente del organismo, Jerome Powell, a finales de agosto durante el simposio de Jackson Hole. "La dirección del viaje es clara, y el momento y el ritmo de los recortes de tasas dependerán de los datos entrantes, la evolución de las perspectivas y el equilibrio de riesgos", matizó durante su ponencia. En cualquier caso, los datos recientes acompañan esta visión y el mercado ha aumentado en las últimas semanas su confianza en una bajada de tipos de interés.
De hecho, según la herramienta FedWatch de la consultora CME Group, a principios de esta semana existía una probabilidad del 59% de que los tipos se sitúen en la horquilla del 4,75% y el 5% frente al 5,25-5,5% actual. Es decir, la expectativa de que la Fed reduzca tipos en 50 puntos básicos es elevada. El 41% de las probabilidades restantes pasaban por un recorte del 0,25% hasta el 5-5,25%. En ningún caso esta herramienta planteaba que la Reserva Federal mantuviese el precio del dinero tras la reunión que se celebra este miércoles. Este reparto de probabilidades se mantenía sin cambios durante la tarde de este martes.
El mercado, por tanto, estaría unido en la idea de que el organismo estadounidense ajustará la política monetaria; pero se encontraría dividido en hasta dónde llegará la bajada. En este sentido, Christian Hantel, gestor de Fixed Income (Boutique de Vontobel), apostaba la semana pasada por una reducción de 25 puntos básicos y recordaba que para la Fed "las próximas proyecciones económicas serán clave para determinar la futura senda de los tipos de interés". Mientras que, por otro lado, el estratega jefe de mercados de Lazard, Ronald Temple, abogaba la semana pasada por un recorte de tipos de 50 puntos básicos, aunque en la actual cree que la bajada será de 25 puntos básicos.
También desde la fintech Ebury esperan que el movimiento alcance los 0,25 puntos y prevén que la Fed recorte dos veces más los tipos antes de que finalice el año, así como que acometa entre cuatro y cinco bajadas durante el próximo curso. Mientras que el equipo de inversión de Portocolom AV valora que una de las "consecuencias" de la intervención de Powell en Jackson Hole es que "el mercado descuenta ya más de 100 puntos básicos de bajadas de tipos de interés para lo que queda de 2024 (no se descarta un primer recorte de 50 puntos básicos en la reunión de septiembre) y otros 125 puntos básicos en 2025, para dejar una tasa terminal en 2026 en torno al 3%".
Powell ha puesto el foco en varias ocasiones en la evolución de los datos macroeconómicos a la hora de tomar decisiones sobre los tipos de interés. En las últimas semanas han destacado las cifras del mercado laboral, que mostraban una ralentización de la creación de empleo en EEUU, aunque la cifra alcanzó las 114.000 nuevas nóminas, que para el jefe economista de Payden & Rygel, Jeffrey Cleveland, "es una cifra respetable y no es un indicador de recesión".
"Sin embargo, la mayoría de los responsables políticos de la Fed (y muchos inversores) han llegado a la conclusión de que la inflación seguirá su tendencia moderada. De ser así, el riesgo más significativo para la Fed sería mantener una política restrictiva durante demasiado tiempo e impulsar innecesariamente la economía estadounidense hacia una recesión. Sospecho que la mayoría de los responsables políticos verán el informe de empleo de agosto desde esa perspectiva y, por tanto, estarán ansiosos por recortar los tipos", valoraba en un análisis realizado durante la pasada semana.
Por su parte, el Consejo de Gobierno del BCE ha aprovechado dos de sus citas del presente ejercicio para revisar a la baja el precio del dinero después de varios años de subidas. Desde el pasado jueves el tipo de referencia se sitúa en el 3,5% tras una bajada de 25 puntos básicos en la que se aprovechó para realizar un cambio técnico que cambió las reglas del juego.
La tasa de depósito pasó a ser la guía de la orientación de la política monetaria. Además, la tasa de referencia para sus operaciones de refinanciación bajó al 3,65% y el tipo marginal de crédito cayó al 3,90% tras experimentar un recorte extra de 0,35 puntos para acortar la distancia de éstos con la tasa de depósito, que ahora determinará el interés que las entidades financieras reciben o pagan por mantener sus depósitos en la institución que preside Christine Lagarde.
Sobre la posibilidad de que la entidad se encuentre en una senda de recortes, su presidenta ha mostrado cautela en reiteradas ocasiones y la intención de decidir la evolución de la política monetaria "reunión a reunión". "El camino, cuya dirección es bastante obvia un camino de bajada, no está predeterminado ni en su secuencia, ni en volumen", expresó tras la reunión del pasado 12 de septiembre. El Consejo del BCE se volverá a reunir en octubre y diciembre antes de que finalice el año. El mercado pone el foco en ambos encuentros, aunque por ahora no se aventura a mostrar una idea clara cuándo y hasta dónde bajarán de nuevo los tipos.