VALÈNCIA. Varona Asesores ha firmado recientemente un acuerdo con la Universidad CEU Cardenal Herrera para la creación de un foro tributario trimestral en la universidad, una iniciativa de carácter gratuito para los asistentes con la que el despacho persigue abrir sus conocimientos en la materia a los más jóvenes y a cualquier interesado. Para hablar de esta iniciativa y de la actualidad fiscal valenciana y española el director de la firma Federico Varona concede la presente entrevista a Valencia Plaza.
-¿Qué objetivo persiguen con Varona Lab?
-Creemos que una de las partes diferenciales en cualquier ámbito de la vida es la formación, y lo llevamos hasta las últimas consecuencias. En esta línea hemos llegado a un acuerdo de colaboración con la Universidad CEU Cardenal Herrera para la creación de Varona Lab, que se va a materializar con una serie de jornadas trimestrales donde se va a hablar de temas tributarios de actualidad. El acuerdo con el CEU es amplio. Podemos hacer cualquier tipo de actividad formativa. Son abiertas a todo el mundo y en principio gratuitas. Lo que hacemos es materializar una serie de actividades que habíamos venido realizando con el CEU San Pablo. La última que tuvimos fue sobre el nuevo impuesto de sucesiones y donaciones en la Comunitat Valenciana. En principio van a ser temas tributarios pero también podrían ser temas mercantiles. Estamos abiertos a la demanda de la gente que acuda. Se trata de que los profesionales tengamos un punto de encuentro para explicar y comentar nuestra problemática. En una primera que hicimos sobre los impuestos de sucesiones y donaciones se desbordó el aforo. Tuvimos que partirlo en dos tardes, con dos llenos.
-Precisamente en Consell ha elevado estos dos tributos, los de sucesiones y donaciones. ¿Qué opina de esta medida?
-El principal problema que tiene el impuesto de sucesiones y donaciones en España es que tiene 18 regulaciones distintas, una por cada Comunidad Autónoma y otra más a nivel nacional. Lo que no se puede establecer, bajo mi punto de vista, son diferencias de trato tributario entre ciudadanos según dónde residan. Es verdad que es un impuesto cedido sobre el que cada autonomía tienen capacidad de decisión, pero es un tema de Estado. Como ciudadano no me gusta que un andaluz pague más que en Madrid o que en la Comunitat se pague un poco menos que en Andalucía pero bastante más que en la capital de España. Ese trato discriminatorio es el que debemos tratar de evitar. Y este es un tema similar al problema de la infrafinanciación o de la ausencia de inversiones en la Comunitat. Tenemos que intentar que los ciudadanos no estén discriminados en función del lugar donde viven.
Dicho esto, sobre el hecho de que se haya subido, podríamos discutir directamente si me parece bien la existencia del impuesto de sucesiones. En muchos casos no me lo parece. Creo que el mundo ha evolucionado, que la economía es mucho más global y moderna que hace 20 años y que los impuestos no están evolucionando en la misma medida. Estamos con los mismos impuestos que hace 20 años para una economía muy distinta. Gravamos la actividad de las empresas locales cuando Booking, por poner un ejemplo, está operando aquí mientras disfruta de las ventajas fiscales de Irlanda.
-¿Existe el dumping fiscal que denuncia la Generalitat por parte de Madrid? ¿Cómo se podría acabar con esta práctica?
-Yo no pienso solo en la circunstancia concreta de esos impuestos. Madrid puede tratar mejor al contribuyente en una cosa pero peor en otra, como es el caso del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) -donde es muy superior al del resto de España- o de la plusvalía municipal -que la tienen más alta que en otros sitios-. No podemos fijarnos en un solo aspecto. Tenemos que hacer una reflexión global sobre la tributación en España y en Europa y homogeneizarla de la mejor manera posible, resetearlo todo de manera conjunta.
-Los ciudadanos de País Vasco y Navarra disfrutan de un mejor escenario fiscal desde hace años... ¿qué opinión le merece?
-No me parece bien que tengan un sistema distinto al resto de España. Quizá cuantitativamente no estén mucho mejor tratados que el resto, pero su aportación al Estado es menor, y no me parece bien. Un ciudadano vasco no tiene por qué ser tratado de forma diferente a un catalán, un gallego o un valenciano. Estamos permitiendo discriminaciones por lugar de residencia.
-La Agencia Tributaria está estrechando el cerco para cobrar el IVA a las empresas ¿Cómo está yendo?
-El IVA es probablemente el impuesto más peligroso para la Agencia Tributaria, en el que más fraude puede existir. Yo veo bien que se intente controlar todo el flujo del IVA, pero veo mal que la agencia tributaria se pierda en requisitos formalistas a efectos de deducibilidad del IVA. Muchas veces por cuestiones muy técnicas y concretas no se permite una deducción. Se les está dando una importancia excesiva a estos requisitos.
Por otra parte, la Agencia Tributaria -el Estado- está trasladando gran parte de su carga laboral a las empresas, y las empresas lo están aceptando sin tener ninguna compensación por ello. Les toca contratar a despachos como en nuestro para la realización de los mismos. Esto también ocurre, por ejemplo, con impuestos de sucesiones de la Conselleria donde no hay tributación porque no llega al mínimo. Hacen rellenar un impreso que es muy complejo de rellenar. Esos costes no pueden ser trasladados al contribuyente. La tendencia es que las empresas a medio plazo lleguen a estar conectadas a la Agencia Tributaria, como es el caso del IVA. Eso va a ser así.
-Las rentas del trabajo soportan la mayoría del IRPF, el 80% ¿Ve esto bien?
-En el marco de la reflexión global que hacía antes sobre los impuestos en España incluyo también al IRPF. Gran parte de la recaudación viene de las rentas del trabajo, y además viene de las rentas del trabajo medias, de entre 15.000 y 60.000 euros anuales. Ahí es donde está el grueso de la recaudación de la Agencia Tributaria. ¿Por qué? Porque los sueldos son más fáciles de controlar que otras actividades. Al IRPF habría que pedirle simplicidad. La Valenciana es la comunidad con mayor número de deducciones autonómicas. No puede ser un impuesto tan complicado como es. Debería ser de fácil comprensión. Al legislativo hay que pedirle claridad y un marco jurídico estable.
-¿Cómo va el negocio del despacho y qué perspectivas tienen de cara al futuro?
-Nosotros hemos apostado por un despacho independiente, con un marchamo de calidad importante y dotado de una proximidad que permita a todos nuestros clientes conocer a todo el equipo del despacho. Nosotros somos 25 personas trabajando aquí, pero todos nuestros clientes, independientemente de que los directores les llevemos las cuestiones o no, saben quién soy yo y quién es mi hermano.
En 2007, en contra de la opinión de todo el mundo, nosotros decidimos invertir en nuestro negocio. Hemos invertido en personal y en espacios porque creemos que el servicio que hemos de darle a la gente ha de ser el mejor. A nivel de resultados -no me gusta hablar de cifras concretas- estamos creciendo. Además, estamos particularmente orgullosos de nuestra beca, la Beca Varona. Nosotros vimos la necesidad de ayudar a la gente con dificultades que quería practicar deporte. Entonces conocimos a Ricardo Ten, y nos abrió a un mundo que no conocíamos, que es el del deporte de las personas con discapacidad. La Beca Varona nació para ayudar a estas personas y estamos muy contentos con los resultados que estamos obteniendo.