VALÈNCIA. Queda mucho pero los movimientos ya iniciados, aunque puedan variar en su velocidad, serán continuos e imparables. Esta es la sensación que se desprende en la dirección del PSPV-PSOE de cara al futuro de la formación socialista, que se resolverá definitivamente -al menos de forma oficial- en el congreso del partido que se celebrará en otoño del año que viene.
Falta casi un año pero distintos dirigentes socialistas aseguran que existe una hoja de ruta. Bien es cierto que en el partido del puño y la rosa todo puede cambiar de forma repentina e incluso a última hora, pero el camino que se ha diseñado desde la cúpula federal del partido comienza a tomar forma.
Así, a día de hoy, la favorita para suceder al expresidente de la Generalitat Ximo Puig como líder del PSPV es la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant. La exalcaldesa de Gandia es la opción más clara para la cúpula federal que dirige Pedro Sánchez, algo que aumenta notablemente las posibilidades de que finalmente todo ocurra bajo estos términos. Bien es cierto que en la Comunitat Valenciana no siempre el desenlace en los congresos de los socialistas valencianos ha sido el que deseaban desde la dirección federal situada en la calle Ferraz, pero en esta ocasión las distintas familias políticas del PSPV parecen más bien alineadas con Sánchez de lo que estuvieron con otras cúpulas del partido.
Uno de los referentes que ha mostrado cierta disposición para dar la batalla en busca de liderar la federación valenciana es el secretario provincial de Alicante y diputado nacional, Alejandro Soler. Ahora bien, de todos es conocida su buena relación con el 'sanchismo' en Madrid y en especial con el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, por lo que lo más probable es que se aviniera a un acuerdo si se respeta su espacio. Por otro lado, el grupo más leal a Ximo Puig, que en las últimas semanas ha renovado su sintonía con Pedro Sánchez, vería con buenos ojos que fuera Morant la elegida para el relevo, lo que generaría ya una fuerza difícil de contrarrestar por otras familias del partido, como la que encabeza el secretario provincial de Valencia, Carlos Fernández Bielsa, quien también ha mostrado sus credenciales como posible sucesor de Puig.
En cuanto a la fórmula para el regreso y consolidación de Morant como líder del PSPV, existen más variables. Algunos dirigentes socialistas vienen hablando internamente de una bicefalia pero, al menos de momento, en Ferraz contemplan otra hoja de ruta: Morant nueva secretaria general pero manteniéndose como ministra en el Gobierno de Sánchez al menos durante un tiempo.
Esto, que a priori puede chocar entre los socialistas valencianos, tiene un razonamiento sencillo aunque no exento de lógica desde Madrid. En la cúpula del PSOE opinan que, al margen de que Sánchez prefiera mantenerla en su equipo de gobierno, Morant dispondrá de una mayor visibilidad mediática nacional -y con ella valenciana- si continúa como ministra. Es cierto que hasta ahora la dirigente de Gandia ha tenido un protagonismo limitado en el Ejecutivo central, pero consideran que si se combina su papel en el ministerio con el liderazgo del PSPV, aumentará el peso de su voz de cara a las próximas elecciones autonómicas previstas para 2027.
De esta manera, el día a día de la oposición política y parlamentaria recaería en la nueva dirección que salga del congreso del PSPV, mientras que Morant aprovecharía su presencia nacional para contrarrestar o replicar los previsibles ataques que desde el PPCV y desde el Gobierno valenciano se lanzarán contra el Ejecutivo de Sánchez, utilizando así esta fórmula para comenzar a incrementar la visibilidad en la Comunitat de la nueva líder de los socialistas valencianos.