VALÈNCIA (EP) Ferrovial obtuvo un beneficio neto de 268 millones de euros el pasado año, que logró saldar en 'números negros' y revertir así las pérdidas con que cerró 2018 y que venía contabilizando a lo largo de los tres primeros trimestres de 2019, gracias a las plusvalías cosechadas con la venta de la autopista malagueña Ausol.
Las ganancias de 474 millones que el grupo presidido por Rafal del Pino logró con esta desinversión compensaron las provisiones de 212 millones realizadas por los problemas detectados en varias obras de Estados Unidos y otros impactos negativos.
Las cuentas de 2019 no incluyen la venta de la filial australiana de servicios Broadsprectrum, operación pendiente de cierre, con lo que no se anota las pérdidas de 270 millones que se estima acarreará la operación.
Ferrovial recibió durante el pasado año un total de 718 millones de euros por los dividendos que cobra de los activos considerados como 'joya de la corona'.
En concreto, la autopista canadiense ETR 407 le reportó 309 millones y su participación en el aeropuerto londinense de Heathrow otros 145 millones, mientras que logró otros 166 del primer dividendo de una de sus autopistas de Texas.
En el ámbito operativo, el grupo elevó un 5,5% sus ingresos durante el pasado año, hasta 6.054 millones de euros, y el resultado bruto de explotación fue positivo en 121 millones.
Estos datos vienen impulsados por la mayor contribución del área de autopistas, que crece un 31%, hasta aportar 617 millones, si bien la tradicional actividad constructora se mantiene como primera fuente de ingresos, al generar 5.413 millones, un 3,1% más.
No obstante, al cierre del año, la filial constructora Ferrovial Agromán registraba aún pérdidas de 49 millones de euros, dado que las referidas provisiones realizadas por proyectos en Estados Unidos no pudieron ser totalmente amortizadas por las ventas de terrenos en Valdebebas (Madrid) .
Al cierre del pasado año, Ferrovial contaba con una cartera de contratos de obras pendientes de ejecutar por valor de 11.424 millones de euros, el 88% ubicados en el exterior.
De su lado, la rama de servicios, que el grupo en la que el grupo tiene colgado el cartel de 'se vende' y, por tanto, no consolida en las cuentas, cerró el año con una facturación de 6.995 millones, un 4,3% más, y una cartera de contratos por 17.656 millones.