Rafael del Pino, presidente de FerrovialMADRID (EP). Ferrovial registrará una provisión adicional de 208 millones de libras (unos 236 millones de euros) en los resultados del primer trimestre del año para cubrir la discrepancia que mantiene en un contrato de servicios en Reino Unido, el de rehabilitación y mantenimiento de infraestructuras de la ciudad de Birmingham.
El grupo que preside Rafael del Pino realiza la provisión tras perder el último juicio del contencioso judicial que tiene abierto con el Ayuntamiento de la ciudad para dirimir sobre las diferencias que mantienen respecto las inversiones asociadas al contrato. En paralelo, Ferrovial ha manifestado su intención de elevar el contencioso y la última sentencia desfavorable al Tribunal Supremo británico.
El origen de la desacuerdo reside en el "alcance de los trabajos" a ejecutar por la compañía española en el marco del contrato de mantenimiento y gestión de carreteras de Birmingham que logró en el verano de 2009 por valor de unos 3.000 millones de euros.
El contrato, que en su momento se erigió como mayor de este tipo firmado hasta la fecha por una ciudad del Reino Unido, abarca los trabajos de mantenimiento de 2.500 kilómetros de carreteras, 5.000 kilómetros de aceras y cerca de 850 puentes y otras estructuras.
Además, Ferrovial se encarga del buen funcionamiento de la iluminación urbana, compuesta por cerca de 100.000 puntos de luz, y de las zonas verdes, que tienen una superficie de 5,5 millones de metros cuadrados y cerca de 100.000 árboles.
El contrato llevaba asociada la realización por parte de Ferrovial de distintas actuaciones, que llevan aparejada la correspondiente inversión. Ferrovial y el Ayuntamiento de la ciudad llevan ya varios años intentando dirimir sus diferencias al respecto.
Ferrovial realiza la provisión y eleva al Supremo este contencioso después de que recientemente avanzara su intención de reducir su actividad en Reino Unido, el que desde hace años constituye el primer mercado de la compañía por delante de España, ante la "incertidumbre" y el "complejo entorno" que se registran en el país como consecuencia del Brexit.
Durante su junta de accionistas, la compañía abogó por ir reduciendo paulatinamente el negocio de construcción y servicios en el país, ante la necesidad de "ser más prudentes" a la hora de seleccionar proyectos en este mercado por el "complicado entorno" que presenta, "especialmente en servicios".
Asimismo, avanzó que se centrará en sus otros tradicionales mercados foráneos, Estados Unidos y Canadá, y en el nuevo, Australia, "para seguir creciendo" de forma orgánica.
