Ramón Marí, alcalde de Albal desde 2003. Foto: PSPVVALÈNCIA. Ramón Marí (PSPV) ostenta la alcaldía de Albal desde el año 2003, lo que supone dos décadas al frente del consistorio en las que se ha erigido como una figura histórica. Desde liderar en etapas como la crisis de 2008 o la pandemia de la covid-19 a convertir el municipio en un referente nacional en la lucha contra la prostitución —pasando también por su aparición en el mítico anuncio de Aquarius—, su nombre ha quedado para siempre vinculado a la historia de la localidad. De hecho, gran parte de la población jamás ha conocido otro alcalde.
Por este motivo, imaginar una cara nueva sustituyendo al veterano socialista como primer edil resulta difícil. Pero no imposible. Los resultados de las elecciones municipales de este 28 de mayo auguran un futuro pesimista para Marí, que solo ha conseguido seis ediles (2.911 votos) frente a un Partido Popular en auge —encabezado por José Miguel Ferris— con quien empata en seis concejales (en su caso, 2.877 votos).
Así, a pesar de haber sido la fuerza más apoyada, tan solo 34 votos lo han separado de su máximo rival en la oposición. Estos datos rompen la trayectoria victoriosa del PSPV local y aceleran su salida con una tendencia a la baja: en 2019 rozaron la mayoría absoluta, mientras que en 2015 sí revalidaron de forma satisfactoria el objetivo de nueve ediles que habían conseguido anteriormente legislatura tras legislatura.
De esta manera, los comicios de 2023 podrían marcar un antes y un después en el municipio. Por bloques, PSPV (6) y Compromís (2) no podrían ganar a la alianza entre PP (6), Vox (1) y Avant Albal (2). La posible formación de este nuevo equipo de gobierno en tripartito arrebataría la vara de mando a Ramón Marí y daría inicio a una nueva era.
Aunque todavía quedan pendientes las negociaciones, la palabra final recae en Avant, una agrupación que se inclina hacia el grupo de la derecha. Sus continuas críticas hacia la gestión del alcalde y la falta de entendimiento impiden por completo llegar a un acuerdo, de manera que solo tienen la opción de pactar con PP y Vox si quieren promover el cambio. De lo contrario, los socialistas saldrían adelante con una minoría ajustada.
"Hemos entendido las urnas. Los albalencs queremos un cambio, un nuevo rumbo en la gestión del ayuntamiento. Hemos conseguido cerrar la etapa de Ramón Marí como alcalde de Albal. Desde ya nos ponemos a trabajar para construir un nuevo futuro", ha expresado Avant tras conocer los resultados, toda una declaración de intenciones que acerca la transformación del hemiciclo.
Se trata de un escenario que Ramón Marí ya ha asimilado. Según comparte con Valencia Plaza: "Me siento un poco defraudado porque durante 20 años me he entregado en vida y en alma al ayuntamiento. Aún tengo apoyo, pero no es todo el que pensaba que merecía. Tengo claro que la democracia es esto porque los gobiernos malos los elige la abstención. Aquí han votado y lo asumo democráticamente; aunque haya sido la lista más votada, estoy convencido de que va a ser muy difícil que yo repita. Me toca aceptarlo y dejar paso a otra persona, a quien deseo lo mejor".
"No tenemos muchas esperanzas, pero si hubiese un ápice me aferraría a ellas", añade. Pese a este amargo trago, afirma que se irá satisfecho por el trabajo realizado y asegura que aunque quede fuera del consistorio, nunca dejará de vincularse a la política municipal y seguirá trabajando con su partido.
El de Albal no es un caso aislado. El Partido Popular ha ganado fuerza y teñirá de azul muchos municipios y comunidades que hasta el momento estaban liderados por otras formaciones. Torrent, València, Xirivella, Alcàsser y la propia Generalitat Valenciana son ejemplos de la subida notoria de los populares. El foco estaba además especialmente puesto en la Comunitat como un modelo de premonición de lo que podría suceder en las próximas elecciones generales, con fecha adelantada para el 23 de julio.
Para Marí, este ha sido el motivo de la decadencia general: "Ha sido una campaña electoral en clave Estado, el partido socialista ha caído en el error de entrar en el juego. Se ha hablado de cosas genéricas y estatales, pero de lo que ha sido la gestión en las comunidades autónomas y en los ayuntamientos no. Por tanto, este es el resultado que se ha tenido", manifiesta.
Así pues, en menos de 24 horas de la post-campaña se pasa de nuevo a la precampaña para tomar nuevas decisiones. Un camino en el que los comicios celebrados pueden ser un reflejo de lo que está por venir porque, a falta de los pactos, la conversión en la provincia de València ya ha comenzado.
