VALÈNCIA. El PPCV ha vuelto. La ola popular en toda España ha arrasado a la izquierda en la Comunitat Valenciana y el partido recupera tanto la Generalitat como el Ayuntamiento de València. Se trata de una victoria destacada, especialmente a nivel autonómico, pero en la que necesitará de Vox para gobernar. El PSPV, que llevaba ocho años al frente del Consell, y Compromís, que también ha estado durante dos legislaturas liderando el consistorio de la capital, pasarán ahora a la oposición.
El resultado del PPCV, con Carlos Mazón como candidato, es relevante. Tras las elecciones de este domingo 28 de mayo, ha conseguido duplicar su número de diputados respecto a 2019, de los 19 actuales a los 40. Con el 98% escrutado, en número de votos pasa de 508.534 a más de 859.000. Mientras, Vox, con Carlos Flores, ha subido de 10 a 13 escaños. Ciudadanos, que presentaba a Mamen Peris como cabeza de lista, no ha entrado en el Parlamento autonómico y ha sufrido un hundimiento total con el 1,48% de los votos y la pérdida de los 18 diputados que tenía (ha pasado de 470.676 apoyos a 36.033).
De esta manera, los equilibrios en Les Corts quedan con 52 representantes en la bancada de la derecha y 47 en la de la izquierda (la mayoría absoluta se sitúa en los 50). Se trata, por lo tanto, de un resultado ajustado en lo que a bloques se refiere. De hecho, el reparto es exactamente el mismo que hasta ahora, solo que al revés: la izquierda tenía los 52 parlamentarios y la derecha los 47.
Por lo que respecta a las llamadas fuerzas del Botánic, el PSPV de Ximo Puig –hasta ahora presidente de la Generalitat– logra 31 escaños (cuatro más que en las pasadas elecciones). Compromís, con Joan Baldoví, obtiene 15 (tres menos) y Unides Podem, con Héctor Illueca, desaparece de Les Corts y pierde los 8 representantes con los que contaba. El hecho de que los morados quedaran fuera era una posibilidad, aunque muchos sondeos apuntaban a que entrarían.
El crecimiento de unos socialistas lastrados por la marca nacional y por el presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, no ha sido, por tanto, suficiente. Compromís, en sus primeras elecciones sin Mónica Oltra –quién sabe si habrá sido un factor influyente– ha bajado en apoyos y la caída de Podem-EU ha sido absoluta.
Con todo ello, la derecha vuelve a conquistar las instituciones de la Comunitat ocho años después del sonado batacazo del PPCV en 2015. Un nuevo cambio de ciclo por multitud de factores. El principal es la recuperación de voto de los populares. Hace 8 años, el descontento por las causas de corrupción o la situación económica llevaron tanto a una desmovilización de este sector ideológico como a que los apoyos fueran a parar a otros partidos. Algo que todavía se acrecentó más en 2019. En aquellas elecciones, el voto de la derecha estuvo muy dividido. De un lado, Ciudadanos obtuvo uno de los mejores resultados en toda España, quedando a tan solo un diputado del PPCV en Les Corts (19-18). De otro, entró Vox por primera vez en la Cámara con 10 escaños. En las elecciones de este domingo, aunque Vox crece en tres representantes, todo el voto de un Ciudadanos desaparecido ha ido a parar a los populares, como marcaba la tendencia de los sondeos.
Mazón ha cumplido de este modo el objetivo que tenía en mente y que le daban las encuestas más favorables: 40 parlamentarios. El resultado le sitúa en una posición de fortaleza a la hora de negociar la Generalitat, por lo que habrá que esperar a los próximos movimientos para conformar Consell. De unos pocos meses a esta parte, los populares han llevado una estrategia de vender un Gobierno en solitario, si bien durante los días de campaña Mazón se ciñó a afirmar que pactarían en función de lo que los valencianos dijeran en las urnas. Una manera abstracta de no volver a hablar de un Ejecutivo en solitario pero sin concretar tampoco los planes.
Por su parte, Vox ha advertido desde el principio de que quiere entrar en la Generalitat y de que no va a regalar sus votos a cambio de nada, por lo que las negociaciones se avecinan intensas. El modelo de gobierno es el de Castilla y León, donde tienen una vicepresidencia sin cartera desde la que controlar y opinar de todas las demás áreas –es decir, desde la que mantener un posicionamiento claro y un altavoz dentro del ejecutivo– y aparte gestionar alguna conselleria. En el pacto en esta autonomía entró igualmente la presidencia del parlamento en el reparto.
A la victoria del PPCV en la Generalitat se une la del Ayuntamiento de València, donde María José Catalá será alcaldesa tras desbancar a Joan Ribó (Compromís), que llevaba ocho años al frente. Los populares han obtenido 13 concejales, cinco más que en 2019, mientras que Vox –con Juanma Badenas– ha obtenido 4 ediles (dos más que en las últimas elecciones). Compromís cae en un concejal hasta los 9. Y el PSPV, con Sandra Gómez, se mantiene en los 7 que tiene ahora. Un mal resultado para las aspiraciones que los socialistas tenían. Unides Podem-Esquerra Unida, con Pilar Lima, se queda fuera del Ayuntamiento, al igual que ocurrió en 2019.
El PPCV sale con este triunfo de su travesía en el desierto después de vivir una fase complicada a la interna, especialmente en València ciudad, y con, entre otros hechos, la muerte de Rita Barberá tras su abandono del partido por el caso Taula. Con el paso del tiempo, los populares se fueron recuperando y en la última etapa de Isabel Bonig como presidenta del partido en la Comunitat las encuestas comenzaron a dejar buenos resultados. Llegó la etapa Mazón y la tendencia fue ascendente. Hasta la fecha, con la vuelta a las instituciones.
El Ayuntamiento de València resulta especialmente simbólico. Primero, por ser una ciudad tan relevante para el PP. Y segundo, por la importancia de la figura de Barberá, un liderazgo ahora reivindicado pero difícil de superar por las amplias mayorías que logró aglutinar y por el grado de conocimiento con el que contaba. Catalá tenía el reto de alcanzar el consistorio y lo ha conseguido.
Con la victoria en la Comunitat, los populares se anotan un territorio fundamental para los intereses nacionales y de Alberto Núñez Feijóo en su carrera a La Moncloa. El líder del partido, de hecho, se ha volcado totalmente en la campaña. Ahora, el PPCV le brinda, acompañado del de otras autonomías, un triunfo clave que además refuerza las figuras de Mazón y Catalá a la interna.