Fiscalía recurre la decisión de la juez del metro de pedir que se investigue a la médico del SAMU

VALENCIA, (EP). La Fiscalía de Valencia ha recurrido el auto de la jueza del juzgado de Instrucción número 21 de Valencia, que investiga el accidente de la Línea 1 de Metrovalencia en el que murieron 43 personas y otras 47 resultaron heridas, en el que solicitaba la imputación de la doctora del SAMU que declaró en las Corts haber visto en la cabina del convoy siniestrado los cuerpos del maquinista y de la interventora en lugar de en las vías, donde los ubicaban policías y otros testigos, según han confirmado fuentes conocedoras de la decisión a Europa Press.

La jueza, a través de un auto, pidió la investigación de la doctora del SAMU Carolina Ligorit por un posible delito contra las Instituciones del Estado, después de que en su comparecencia en la Comisión de Investigación de las Corts asegurara haber visto los cuerpos del maquinista y de la interventora en cabina de la unidad siniestrada y no en las vías.

La magistrada expresaba en su escrito que no existe la "más mínima duda" del lugar donde aparecieron ambos cuerpos, en las vías y consideraba que "intentar rodear de misterio la aparición del cuerpo del maquinista en las vías carece de toda lógica".

La Asociación Víctimas del Metro 3 de Julio (AVM3J) había solicitado la declaración como testigos-peritos tanto de Ligorit como de uno de los forenses que también compareció en la Comisión del parlamento valenciano y que cuestionó la calidad del trabajo hecho realizado en el Instituto de Medicina Legal al asegurar que ni hicieron identificaciones ni determinaron circunstancias particulares.

La jueza rechazó la petición al considerar que eran diligencias "innecesarias". Sin embargo, acordó deducir testimonio contra la doctora del SAMU para que otro juzgado investigara si, con sus declaraciones, había cometido un delito contra las Instituciones del Estado previsto en el artículo 502.3 del Código Penal".

"Cuestionar sin base objetiva los informes técnico policiales --a cuyos intervinientes se les está atribuyendo la comisión de un delito de falsedad documental-- puede suponer como mínimo una falta de responsabilidad y respeto, si tenemos en cuanta el duro, agotador y penoso trabajo que llevaron a cabo los agentes", argumentó la instructora, que añadía que, según los planos de la Policía, el cadáver de la interventora estaba a 65 metros de la cabina de la unidad siniestrada y el del maquinista, a 75.