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Semana importante: el presidente de la compañía en europa visita la planta

Ford Almussafes, futuro incierto más allá del Kuga

12/01/2020 - 

VALÈNCIA. Semana importante en la factoría de Ford Almussafes. Desde hace meses en la agenda de la planta están marcados en el calendario el martes y miércoles, dos días en los que el presidente de Ford Europa, Stuart Rowley, tiene previsto acudir para supervisar el lanzamiento del nuevo modelo Kuga, la "joya de la corona" de la compañía cuya acogida será decisiva para la rentabilidad del negocio no solo en Almussafes, sino en Europa. Todos los esfuerzos estén concentrados en garantizar su éxito. 

El Comité de Empresa aprovechará esta visita para volver a trasladarle sus propuestas de viabilidad para la factoría y su capacidad de adaptación a los nuevos retos que afronta el sector de la automoción. Una lista de reivindicaciones que plasmó en una resolución el Comité de Empresa europeo de Ford el pasado 14 de noviembre y que ya fue trasladado a Rowley. Pero esta vez lo harán cara a cara. El dirigente de la compañía en Europa tiene previsto mantener reuniones con los trabajadores que confían en poder disipar algunas incertidumbres que se ciernen sobre el futuro de Almussafes.

Era a finales del pasado año cuando el terremoto sacudía la fábrica. La compañía comunicaba su determinación de trasladar a EEUU en 2022 la nueva generación de motores Ecoboost de 2.0 y 2.3 litros que produce en la planta valenciana y que supone el 90% de la producción total. Con esta decisión peligran más de 900 empleos. La firma justificó que más del 90% de los actuales propulsores Ecoboost fabricados en Almussafes se exporta a Norteamérica.

"Esta decisión situará la producción del nuevo motor más cerca de las operaciones de ensamblaje de los vehículos implicados y mejorará nuestra eficiencia global de fabricación", señaló en un comunicado la compañía que, no obstante, avanzaba que buscará potenciales oportunidades de producción para la planta de motores de Valencia a través de una revisión continua de su cartera de productos. Y son esas "nuevas oportunidades de producción" las que el Comité de Empresa quiere conocer y poner encima de la mesa.

EL presidente de Ford Europa, Stuart Rowley

Por tanto, sus demandas pasan por estudios concretos de viabilidad para Almussafes con planes de seguimientos de dichas alternativas que arrojen luz al incierto horizonte. Y es que la incertidumbre se ha convertido en protagonista en la factoría con muchas sombras sobre el futuro de sus cerca de 7.000 empleados no solo por la decisión en motores, sino por los sucesivos Expedientes de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) que encadenan.

Fabricar en Almussafes motores híbridos

Pero, además, y como consecuencia del desmantelamiento de la planta de motores, plantean la posibilidad de fabricar en Almussafes los actuales y futuros motores híbridos para el mercado europeo a modo de compensación por una decisión que para los sindicatos responde a criterios políticos que van más allá de los económicos. "Lamentamos que hayan prevalecido criterios políticos por encima de económicos argumentando que se trata de acercar la fabricación de motores a la fabricación de los vehículos para eliminar la creciente incertidumbre de costes de transporte, costes arancelarios y de tipo de cambio", incidían en la misiva que trasladaron al presidente de Ford Europa en noviembre. 

"Esperamos que, con esa misma estrategia, y por razones de rentabilidad para el negocio, se considere por parte de la compañía la planta de valencia para construir los actuales y futuros motores híbridos para el mercado europeo, muchos de los cuales se importan actualmente de fuera de Europa y se ensamblan en las planas de vehículos europeas", argumentaban. Una propuesta que reiterarán.

Ahora todos los esfuerzos están centrados en el lanzamiento del nuevo Kuga, cuya producción concentra ya el 47% del total de la producción de la factoría. Este mes de enero producirán un centenar de unidades de este nuevo modelo al día con vistas a llegar a unos 900 vehículos a finales del primer trimestre. Precisamente la supervisión de estos trabajos enmarcan el motivo de la visita del líder de la firma en Europa. 

La previsión es este mes de enero producir más de un centenar de vehículos Kuga del millar de unidades que se fabricarán al día en la planta e ir in crecendo la producción. El objetivo es alcanzar 1.600 vehículos en febrero y 1.740 en marzo, de ellos unos 900 Kugas. El resto de la producción corresponde al resto de modelos: Transit, Mondeo, SMax y Galaxy. Un lanzamiento que ha absorbido parte del empleo que quedó en el aire por el descenso de la producción y los sucesivos expedientes de empleo, pero una vez se alcance en marzo la máxima producción, habrá que esperar a la afección en el empleo.

El portavoz de UGT en Ford, Carlos Faubel, recuerda que pese a los cuatro ERTE en la planta, el empleo "se ha salvado" este año por la recolocación de los trabajadores afectados, pero los problemas llegarán pasado marzo, cuando se esté a pleno rendimiento. "Queremos saber qué pasará después del lanzamiento del nuevo Kuga", subraya en declaraciones a este diario, admitiendo que, además, la caída en la producción "perdura en el tiempo" y encadena varios años de bajadas. "La pregunta del millón es: cuándo se acabe todo esto y si la producción no sube, ¿en qué situación nos encontraremos? Para eso es para lo que no hay respuesta", lamenta. No espera que las incógnitas se resuelvan esta semana ni que se avancen los planes que Ford tiene para la fábrica valenciana en el marco de su plan de reestructuración en toda Europa, sino que cree que llegarán dentro de unos meses. 

Tres años de caída de la producción 

Lo cierto es que a lo largo de este pasado año 2019, la planta no ha sido ajena a los vaivenes que afectan al sector de la automoción en los últimos tiempos. La irrupción del vehículo eléctrico y las nuevas formas de movilidad vislumbran un escenario sombrío que ya ha tenido sus consecuencias en la factoría. Por tercer año consecutivo la producción ha caído. Este pasado año el descenso ha sido de un 9,4% respecto al ejercicio anterior. Así, 2019 finalizó con 345.700 vehículos frente a los 381.000 en 2018. En 2017 fueron 417.002 unidades; 394.111 en 2016 y 388.434 en 2015. Por tanto, la producción de coches el pasado año registró su volumen más bajo en los últimos cuatro años. 

Pero, además, al desmantelamiento de la planta de motores se sumó el cuarto Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) del año en vehículos y el quinto en motores debido a la  bajada de producción de entre 100 y 150 coches al día que acometió Ford en Almussafes desde septiembre, una medida que supuso entre 13.000 y 14.000 vehículos menos, debido a la caída de la demanda. Una medida que supuso dejar de producir el sistema A (Mondeo, Galaxy, S-Max y Kuga) de montaje y trabajar únicamente el sistema B (Transit Connect y Kuga).

Falta todavía por concretar los posibles ajustes de su plan de reestructuración en Europa, de los que ya adelantó un recorte en los turnos. En otras ciudades las consecuencias han sido más drásticas: cierre de tres plantas en Rusia y en la localidad inglesa de Bridgend y recortes de 5.000 empleos en Colonia, Saarlouis y Aquisgrán. El futuro de Almussafes sigue incierto y será la acogida del Kuga lo que finalmente despejará las incógnitas.

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