VALÈNCIA. (EP). La firma automovilística estadounidense Ford ha confirmado el inicio de una consulta formal con sus sindicatos para tratar el posible cierre de su planta de motores en Bridgend (Gales), donde emplea a 1.700 personas.
Según informó la compañía en un comunicado, la medida forma parte del proceso de reestructuración que la marca del óvalo está abordando en Europa con el fin de crear un negocio sostenible y rentable.
Las principales causas para la propuesta del cierre de la factoría por parte de la empresa son el fin de la producción de motores para Jaguar Land Rover, el cese de la generación anterior de la mecánica GTDi de 1.5 litros y la reducida demanda de los propulsores de nueva generación GTDi y Pfi de 1.5 litros.
"La planta también enfrenta una desventaja de costes en comparación con otras instalaciones de Ford que fabrican el mismo motor. Los esfuerzos para identificar nuevas oportunidades no han tenido éxito", justificó Ford.
De este modo, la marca norteamericana ha propuesto suspender la producción de los motores de nueva generación de 1.5 litros para febrero de 2020, mientras que en septiembre pondrá fin a la actividad completa de la factoría tras el cese definitivo del suministro a Jaguar Land Rover.
Ford señaló que pondrá en marcha un plan de redistribución de empleados en el resto de las factorías de la empresa en Reino Unido y de ayuda para encontrar nuevos empleadores para los afectados.
"Como un importante empleador en Reino Unido durante más de un siglo, sabemos que el cierre de Bridgend sería difícil para muchos de nuestros empleados. Reconocemos los efectos que tendría en sus familias y las comunidades donde viven y, como responsable, estamos proponiendo un plan que ayudaría a mitigar el impacto", explicó el presidente de Ford Europa, Stuart Rowley.
La marca estadounidense prevé gastos extraordinarios antes de impuestos de aproximadamente 650 millones de dólares (577 millones de euros) en relación con el cierre de la factoría. Unos 400 millones de dólares (355 millones de euros) corresponderían al cese de los contratos de los trabajadores y los 250 millones (222 millones de euros) restantes al pago de pensiones y a la depreciación y amortización acelerada.
Ford explicó que la mayoría de dicho cargo por extraordinarios se reflejará en sus resultados de este año. La planta de motores de Bridgend se inauguró en 1977 y alrededor de 400 trabajadores se inscribieron en un plan de bajas voluntarias a principios de año y saldrán de la compañía a lo largo del año.
En mayo, la compañía ya anunció que eliminará alrededor del 10% de su fuerza laboral en todo el mundo, unos 7.000 empleos, para finales de agosto.
En España, Ford emplea a unas 8.100 personas en su factoría de Almussafes (Valencia) y ya ha planteado un recorte de la producción diaria de entre 100 y 150 coches diarios a partir de septiembre.