VALÈNCIA. Ford redobla la presión sobre Almussafes en medio de las negociaciones para dilucidar el futuro de la factoría valenciana. Una planta inmersa en una disputa con su homóloga en Saarlouis (Alemania) para hacerse con la fabricación de los nuevos modelos eléctricos que la multinacional estadounidense lanzará al mercado. Todavía no hay nada decidido y ambas plantas rivalizan desde hace meses por presentar una propuesta a la firma del óvalo que decante la balanza a su favor. Y, en medio de esta carrera, las instituciones alemanas han entrado en la partida haciendo frente común para que la apuesta de Ford se quede en tierras germanas.
Así, la IHK, la institución competente a nivel federal de las Cámaras Alemanas de Industria y Comercio, pedía hace unos días una estrategia para la región de Saarland que conllevara una reducción del impuesto empresarial para favorecer la competitividad de las plantas de Ford en el país, donde, además de la de Saarlouis, también tiene en Colonia, según publicaba el diario alemán Saarbruecker Zeitung. Una muestra del respaldo y las concesiones que desde las instituciones alemanas están dispuestas a hacer para preservar el futuro de su fábrica.
"En Alemania, agentes sociales, trabajadores, empresa y gobierno van todos a una. Esto es solo un detalle de lo que allí se está moviendo y de que están dispuestos a revisar hasta los impuestos para que permanezca la factoría", apuntan fuentes sindicales de la factoría valenciana. Y es que desde el Comité de Empresa Alemán asumen que Almussafes "tiene ventajas significativas" sobre su factoría, especialmente en términos de costes de personal, por lo que están buscando 'recortar' esa superioridad de la planta valenciana sumando apoyos.
Una cohesión que desde Ford se ha aprovechado para intentar implantar en Almussafes su postura de rebaja de condiciones laborales en la mesa de negociación abierta con el Comité de Empresa valenciano. Unas reuniones que llevan produciéndose desde hace semanas y que van encaminadas a definir el futuro en la factoría. Ford ha pedido tanto a la planta valenciana como a Saarlouis que le presenten planes de ahorro de costes antes del 27 de enero y en ello se está trabajando. Pero el entendimiento no llega.
Los planes de Ford pasan por producir y vender en Europa exclusivamente vehículos eléctricos a partir de 2030 y, para ello, es necesario que las fábricas reciban nuevos encargos y readapten sus sistemas y líneas de producción. Según las estimaciones que baraja la compañía, la futura carga de trabajo no permitiría sostener ambas factorías, por lo que tanto en Almussafes como en Saarlouis dan por hecho que la que presente una mejor propuesta tiene mayores posibilidades de recibir los nuevos modelos eléctricos.
No obstante, las posiciones en la planta valenciana se encuentran muy lejanas y la negociación, encallada. La dirección sigue insistiendo en una rebaja salarial, así como en una ampliación de la jornada laboral para "no perder competitividad" y "atraer nuevos proyectos y fabricar nuevos modelos". Una propuesta que rechazan los sindicatos que critican que solo se pidan esfuerzos a la plantilla con el objetivo de "aumentar la productividad", pero sin ninguna contraprestación.
De hecho, el último encuentro se producía este martes y la empresa cuestionaba la revisión salarial con carácter retroactivo del IPC de 2021, que contempla el actual convenio colectivo, y que se supone una subida del 6%. "Siguen con su revisión de los salarios a la baja", lamentan fuentes sindicales, que insisten en que seguirán negociando para cerrar el mejor acuerdo posible para la plantilla.
No obstante, en lo que sí hubo acuerdo fue en la aprobación del calendario laboral de 2022, a expensas de fijar los cuatro días de jornada industrial, que, sin embargo, se tendrá que concretar en las diferentes plantas y zonas de trabajo pero que ya supone un avance en la negociación. "Esperamos que con este pacto se rompa la dinámica de no alcanzar acuerdos y que, a la vuelta de vacaciones, podamos dar un impulso para que haya una apuesta decidida por la electrificación de Almussafes, adjudicando nuevos modelos. Si es necesario nos reuniremos 3-4 veces por semana para tenerlo antes de que acabe enero", remarcan las mismas fuentes.
Asimismo, y como ya se temía en la fábrica, la dirección también les ha planteado un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en el primer trimestre de 2022, aunque todavía sin concretar días de afectación. Un nuevo ajuste laboral que, como vienen siendo habitual, está propiciado por la falta de componentes que sufre desde que empezara el año el sector de la automoción a nivel mundial.
Será previsiblemente la próxima semana cuando Ford concrete la propuesta de ERTE y los días de afectación que tendrá en la planta esta falta de semiconductores. Actualmente, Almussafes tiene en vigor, desde el pasado 30 de septiembre, un expediente de regulación de empleo temporal que durará hasta finales de este año.
"Seguimos viviendo el drama de tener pedidos y clientes de nuestro vehículos, pero cuya demanda no se puede satisfacer por el problema de los semiconductores. Todo ello está provocando que los plazos de entrega se prolonguen durante meses y eso nos complica el día a día", lamentan los sindicatos.