RESTORÁN DE LA SEMANA 

Fraula

Fraula” es una palabrita en valenciano para señalar esas fresas aromáticas, más bien pequeñas, salvajes e inesperadas que despuntan entre los zarzales

| 10/01/2020 | 1 min, 43 seg

Una maduixa sería más bien una fresa oronda y acomodada dentro de una atestada caja de madera, una fresa convencional y anodina frente a la desconocida fraula. Tan fortuita ella, tan viva.

Fraula es el nombre de una calle de Benimaclet, y su historia está explicada en la carta de Fraula, el nuevo hogar de Daniel Malavia Cuenca y Roseta Félix Monzó.

Dani y Roseta son los protas de una de esas historias de la restauración que comienzan con: «Nos cansamos de trabajar para otros. Tras 3 años y medio entre El Celler, Ricard Camarena y Quique Dacosta, dimos en septiembre con un local y en diciembre abrimos». Hay un nuevo gastronómico en la ciudad.

En el número 84 de Cirilo Amorós hay Mediterráneo, mucha lonja y coqueteos con el umami sobre materias consistentes y del terruño. Los hits del fresal: el ímpetu de la terrina de foie y anguila de la Albufera con dashi de piel de anguila; el sándwich de manitas de cerdo y langostinos y el yodo de las cocochas de merluza con pil pil de algas. Al mediodía, un menú súper competente con el que quieren definirse y una triada de arroces.

El sustantivo “fraula” también designa uno de los postres de Roseta, responsable del apartado goloso. Hete aquí un cremoso de chocolate blanco, con interior de fresa y salsa de frutos rojos pero… pero hay UN POSTRE. El postre de los que no nos gustan los postres. El postre de los que preferimos cerrar con otro guantazo de sabor. Se llama Pajaroncillo, municipio y localidad de la provincia de Cuenca, el pueblo de Dani, el carácter manchego exteriorizado a través de un helado de leche de oveja con crumble de especias, piñones, leche de pipas de calabaza y alajú.

Arranca la temporada de fresas.

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