VALÈNCIA. Que el sector de la alimentación ha tenido que innovar casi a la fuerza es un hecho. Y es que en poco tiempo han sido varias las tendencias que se han apoderado del mercado generando las llamadas 'tribus' de consumidores, un cliente segmentado que busca productos muy específicos en el lineal.
Así se apuntaba en la primera jornada de Ftalks’19, el evento organizado por KM Zero y Cámara Valencia sobre innovación y el futuro de la alimentación y que se celebró en Marina de Empresas. Beatriz Romanos, directora de TechFood Magazine, apuntaba en la inversión de 16,9 billones realizada a nivel mundial en el sector, en procesos que van desde el campo hasta la basura.
Entre estas tribus alimenticias se encuentran los veganos, keto, gluten free, comida school safe, flexitarian, climatarian o fodmap, entre otros. Las marcas han decidido, en muchos casos, hacer visible que están dirigidos a estos públicos haciendo referencia a la composición cada vez más austera de los productos o a la alta cantidad de proteína de un producto.
Romanos mencionó el mindful eating como una gran tendencia que cala en muchas otras. "No se trata solo del bienestar de las personas que comen, sino también de su entorno", recordaba. Salud, realfood, trazabilidad o alternativas a los hidratos son algunas de estas nuevas peticiones. Y es que el comer sano, saber de dónde procede un producto, evitar todo los azúcares procesados o el comer el ingrediente que a uno cree que le sienta mal se ha convertido importante.
A lo largo del evento, también compañías como Vicky Foods, Ceylan, Dacsa, Logifruit o Grupo Martínez han explicado sus casos de éxito con startups. También compañías como Trazable, ADBioplastics o Heis Global han explicado sus casos de éxito relacionados con la sostenibilidad, el blockchain y la innovación desde dentro de la industria.
Cristian Uii, responsable de Innovación en Logifruit, asegura que en su proceso de innovación también han incluido la innovación abierta con el fin de ver qué estaba pasando fuera de la compañía y las startups han formado parte de este proceso."Definimos retos para solucionar un problema y generamos pilotos para testar la tecnología para testar que la startup tiene un aporte de valor", señala.
Mari Carmen Vidal, product development de Dacsa, apunta a su interacción con los centros de investigación. "Hoy por hoy estamos con varios proyectos plurianuales nacionales y europeos y recientemente hemos inaugurado un centro de innovación de Dacsa", recordaba. La compañía dispone de un plan estratégico funcional para marca el camino y han implementado programas de desarrollo de producto y servicio para abordarlo. "Vamos identificando las statups que nos pueden acelerar esos desarrollos. De esa manera nos aproximamos y vemos cómo podemos ayudarles".
Carlos Valero, responsable de Calidad e I+D Ceylan, asegura que la personalización del producto les ha permitido ser muy flexibles. "En los últimos 10 años hemos doblado las exportaciones y llegamos a mercados asiáticos y americanos y todo esto basándonos en la innovación del producto" señalaba. Valero apuntaba al apoyo que prestan a empresas que acaban de nacer que en muchos casos han visto crecer y que también hacen crecer sus ventas.
Joaquín del Río, director de Calidad e I+D con Vicky Foods, asegura que la estructura interna para crear innovación parte de que todos los trabajadores aportan su visión de innovación de todos los productos. "Venimos de una gama de productos muy denostados y hemos tenido que virar a productos más saludables. Eso también nos ha llevado a meternos en el mundo de las startups", reconocía. "El cambio de nombre responde a adaptarnos a las nuevas tendencias. Separamos la marca Dulcesol más de placer y Be Plus, más destinado al consumo saludable.
La gran empresas está enfocada a producir de forma segura y lo que nos aporta una startup es de forma rápida generar una gama de producto a la que habríamos tardado en llegar años, por eso contratamos startups en algunas ocasiones", recordaba.
