La entidad reúne a representantes de la sociedad, la cultura o la política en el décimo aniversario desde su reformulación
VALÈNCIA. La València cultural está de celebración. Fundación Bancaja cumple diez años desde su refundación como institución privada sin ánimo de lucro e independiente de la caja de ahorros, diez años en los que la institución se ha ganado a pulso ser uno de los grandes focos artísticos de la Comunitat Valenciana. Para muestra, varios botones. En estos años su equipo ha diseñado una oferta expositiva que ha permitido ver en València la obra de grandes firmas del arte, tales como Fernando Botero, Jaume Plensa, Antonio López, Manolo Valdés, Soledad Sevilla, Equipo Crónica o Joaquín Sorolla, entre otros, siendo esta última una de las figuras clave de su proyecto artístico. Ahora alcanzan la doble cifra en esta nueva etapa, un aniversario que han celebrado con un acto en la sede de la entidad que ha congregado a numerosos del ámbito artístico, social y político.
“Un día como hoy de hace 10 años, la nueva Fundación Bancaja asumía un reto: conservar e impulsar el legado cultural y social de una entidad histórica y, al mismo tiempo, afrontar un futuro incierto para convertirse en una institución renovada, sólida e independiente”, recordó el presidente de la Fundación Bancaja, Rafael Alcón, este miércoles. “Ha sido un reto ilusionante, pero también complejo, para el que siempre hemos seguido la luz del mismo faro: el rigor en la gestión, la humildad en cada comienzo, la apuesta por la calidad y la confianza en el trabajo en equipo”. Efectivamente la transición no fue sencilla y hasta estuvo sobre la mesa cambiar el nombre de la institución. Sin embargo, finalmente, la marca se mantuvo y también un proyecto artístico y social que hoy pone un punto y seguido a su trayectoria.
Entre los asistentes al acto se encontraron personalidades del mundo de la sociedad, la cultura o política, como la alcaldesa de València, María José Catalá; el vicepresidente primero de la Generalitat Valenciana y Conseller de Cultura y Deportes, Vicente Barrera; artistas como Miquel Navarro y Antonio López; y representantes de instituciones culturales y sociales como el Museo del Prado, el Museo Sorolla y su Fundación, CaixaBank, la Fundación La Caixa, Fundación Ibercaja, Cruz Roja o la Asociación Española contra el Cáncer, entre otros. También recibió la entidad mensajes de personalidades como Carmen Thyssen-Bornemisza; los directores del Museo de Bellas Artes de Bilbao o del Museo Picasso, Miguel Zugaza y Emmanuel Guigon; o el director de Desarrollo de Chillida-Leku, Mikel Chillida. Todos a una para celebrar diez años de esta nueva Fundación Bancaja.
Este aniversario es también un momento de hacer balance, una fotografía de esta década que nos da como resultado más de siete millones de personas beneficiarias de sus programas culturales y sociales; en torno a las 70 exposiciones producidas y presentadas en su sede principal de València que han acercado el arte a más de 1,5 millones de personas; la edición de más de medio centenar de catálogos; la participación de 150.000 personas en sus conciertos o conferencias o la colaboración con colecciones de arte como Iberdrola, Lladró, Martínez Guerricabeitia, la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza o la colección del Musée d’Ixelles de Bruselas. En esto de los datos, también un apartado especial para Sorolla, pues es ¡Triste herencia! su obra más cedida, con viajes a al Kunnsthalle de Munich, la National Gallery de Londres o el Palazzo Reale de Milán.
Para encontrar algunos de los proyectos clave de Fundación Bancaja no hay que viajar muy lejos en el tiempo. De hecho, no nos movemos del presente. Actualmente sus salas acogen el ambicioso proyecto Sorolla a través de la luz, que en realidad son tres exposiciones en una: una selección de obra original con cinco cuadros inéditos, una sala sensorial y una experiencia de Realidad Virtual. Este proyecto -una coproducción con Light Art Exhibitions, el Museo Sorolla y la Fundación Museo Sorolla- se enmarca en el centenario del fallecimiento del autor, siendo este uno de los pilares de su colección. Su figura, de hecho, ha sido clave en el desarrollo de su proyecto cultural y ha permitido a los valencianos acercarse a su pintura con no pocos proyectos expositivos, convirtiéndose Fundación Bancaja casi una suerte de ‘sede’ mediterránea del Museo Sorolla. Algunos de estos proyectos, por cierto, de récord, como Visión de España, que presentó los lienzos que realizó Sorolla para la Hispanic Society de Nueva York a miles de visitantes.
Ahora Sorolla comparte espacio en Fundación Bancaja con otra gran firma del arte español, Antonio Saura, un viaje por lo “esencial” de su trayectoria a través de cerca de 90 obras, un listado entre el que se encuentra la pieza Las tres gracias, recientemente adquirida por la fundación, que se presenta por primera vez en España. Otro de los hitos recientes, ahora sí viajamos atrás en el tiempo, ha sido la exposición Jorge Oteiza y Eduardo Chillida. Diálogo en los años 50 y 60, una exposición inédita que abrió sus puertas en noviembre de 2021 y que mostró por primera vez de forma conjunta la obra de ambos artistas vascos, un ‘abrazo’ expositivo que también reunió a la Fundación Museo Jorge Oteiza y Chillida Leku. Varios meses después de verse en València, por cierto, el proyecto viajó al Museo San Telmo de San Sebastián, donde batió récords de visitas en el centro.
Estos son algunos ejemplos de un proyecto expositivo que sigue reuniendo a algunas de las grandes firmas del arte mediante exposiciones individuales o colectivas centradas en temáticas como el diseño industrial y gráfico, el arte británico reciente o la relevancia del jazz en la Valencia de finales del siglo XX. Es la propia colección de arte de la Fundación Bancaja, integrada por más de 2.800 obras, el gran pilar del proyecto artístico de la entidad. Sus fondos hacen una fotografía del arte valenciano, español e internacional con un abanico cronológico que va desde el siglo XV hasta la actualidad, una colección en la que Sorolla tiene gran peso, pero también nombres como Pablo Picasso, de quien la fundación atesora una de las mayores colecciones de obra gráfica a nivel internacional, Miquel Navarro o el propio Antonio Saura. Estos son algunos de una larga lista que va de nombres como Ignacio Pinazo o José Benlliure a Josep Renau, José María Yturralde, Carmen Calvo o Andreu Alfaro, pasando por una presencia internacional entre la que se incluye obra de Julian Opie o Sean Scully, entre otros.
Además del arte, es la acción social otro de los pilares de la fundación, con programas como el de mediación cultural y artística, talleres didácticos que han acercado el arte y la cultura a más de 100.000 personas; su ‘Aula de artes’, una escuela de verano dirigida a niños y niñas de entre 5 y 10 años en riesgo de exclusión social en la ciudad; o acciones como la Semana D-Capacidad, una iniciativa que se desarrolla cada año con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad. El impulso a la acción social se realiza también a través de ayudas a entidades sin ánimo de lucro de la Comunitat Valenciana, que desde 2013 han ayudado a 639 proyectos sociales con una dotación total de más de 5,9 millones de euros, así como la línea de ayudas con el objetivo de promover la investigación biomédica.
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