VALÈNCIA. La vicepresidenta primera de la Diputació de València, Natalia Enguix, ha puesto la delegación provincial de Memoria Histórica que dirige a disposición de la Asociación de Víctimas del Franquismo y el Ayuntamiento de Gandia, con el fin de ayudar a los familiares a identificar los restos de los 23 cuerpos hallados en fosas comunes en el cementerio de la capital de La Safor.
Acompañada por la concejala de Patrimonio y Memoria Democrática, Alicia Izquierdo, y la presidenta de la asociación de víctimas, Nuria Martín, la vicepresidenta ha avanzado que la Diputación “está en disposición de asumir el coste del estudio antropológico para identificar a estas personas que fueron represaliadas durante la Guerra Civil, siempre en colaboración con el ayuntamiento y la Generalitat, que realizó estas excavaciones”.
Enguix ha tranquilizado a los familiares de las víctimas al asegurar que la Diputación “va a seguir estando al lado de las asociaciones y de los ayuntamientos que impulsan estos trabajos de exhumación y posterior identificación de los restos con pruebas de ADN, como ha venido haciendo desde que en 2015 se creara la primera delegación de Memoria Histórica bajo la presidencia de Jorge Rodríguez”.
La vicepresidenta primera ha puesto en valor el trabajo realizado estos años por la que fuera diputada provincial y consellera de Calidad Democrática Rosa Pérez-Garijo, y ha enfatizado la tarea didáctica en la que va a insistir durante los próximos años, ya que, en paralelo a las excavaciones y la posterior identificación, en las que la Diputación lleva invertidos más de tres millones de euros desde 2016, “es fundamental contar este episodio oscuro de nuestra historia en colegios e institutos, para que las nuevas generaciones conozcan lo que ha pasado y no se vuelva a repetir”.
En la misma línea se ha expresado la concejala de Patrimonio y Memoria Democrática de Gandia, Alicia Izquierdo, quien ha asegurado que en el ayuntamiento “no trabajamos desde el conflicto, sino con la visión pedagógica de una educación donde no hay lugar para el odio ni la venganza, solo para la paz”. Izquierdo ha explicado que el consistorio de Gandia “asume el proceso, que se encuentra judicializado desde el hallazgo de los primeros restos, y la necesidad de llegar hasta el final para exhumar los 63 cuerpos que los familiares esperan recuperar, con total respeto no solo por estas personas y sus allegados sino también por las que están sepultadas sobre las fosas comunes”.
Desde el Ayuntamiento de Gandia asumen que se trata de un proceso complejo, ya que los 40 cuerpos de personas represaliadas que todavía no se han encontrado yacen bajo un bloque de nichos construido recientemente en el que descansan los restos de otras 300 personas. El equipo de gobierno local se plantea la posibilidad de un futuro traslado de los féretros a la zona nueva del cementerio, para poder completar las excavaciones y convertir el actual bloque de nichos en una especie de mausoleo en homenaje a los represaliados de la Guerra Civil. No obstante, “sabemos que es un proceso lento, que requiere de la autorización judicial y que se debe acometer con un absoluto respeto y máxima sensibilidad con todas las familias, tanto las de las víctimas del franquismo como las de las personas enterradas en los nichos que hay sobre las fosas”, explica la concejala.
La actuación más inmediata será retirar los restos óseos que permanecen en las fosas y cubrir temporalmente las dos excavaciones realizadas. De esta manera, “los familiares que acuden a visitar a sus seres queridos podrán transitar sin problemas por estos corredores, especialmente cuando se avecina el día de Todos los Santos”, indica la responsable local de Memoria Democrática, quien destaca “la sensibilidad de la Asociación de Víctimas del Franquismo, que ha sido la primera que nos ha instado a cubrir las fosas hasta que se pronuncie el juez”.
Las estimaciones de los familiares y los estudios de Vicente Gabarda indican que 63 personas pudieron ser enterradas en fosas comunes en el cementerio de Gandia. La mayor parte de estos represaliados durante el conflicto armado, cargos locales y activistas políticos y sindicales, fueron encarcelados en sus propias localidades y trasladados posteriormente a las Escuelas Pías de Gandia, que ejercía de prisión comarcal. Las víctimas eran naturales de municipios de La Safor como Gandia, Oliva, Simat, L’Alqueria de la Comtessa, Tavernes, Xeraco o Xeresa, aunque también las hay de Anna, Ontinyent y la localidad alicantina de Beneixama.
La presidenta de la Asociación de Víctimas del Franquismo de Gandia, Nuria Martín, pide que se reconozcan estos crímenes como de lesa humanidad y agradece, tanto al ayuntamiento como a la Diputación, su implicación en un proceso que debe acabar “con la exhumación e identificación de los restos de las 63 personas que fueron enterradas en fosas comunes en el cementerio de Gandia”. En opinión de la vicepresidenta de la Diputación, Natalia Enguix, “estos crímenes no solo segaron las vidas de 63 inocentes, también condicionaron la existencia de sus familias, que siguen luchando contra el silencio y buscando la necesaria reparación moral”.