VALÈNCIA. El Fondo Valenciano por la Solidaridad ha celebrado el 5 de octubre, en la sede de la Mancomunidad de La Costa-El Canal (ubicada en el emblemático edificio patrimonial del Antiguo Hospital Real de Xàtiva), su Asamblea General Extraordinaria de entidades locales socias. Esta es una cita clave para la estructura y desarrollo ejecutivo de la entidad, puesto que es donde se ha escogido a la Junta Ejecutiva que gobernará la organización durante la legislatura 2023-2027, de la cual forma parte Gandia, puesto que la regidora Liduvina Gil, ostenta el cargo de vocal dentro de la Junta.
En referencia al acto, la bienvenida estuvo a cargo de Roger Cerdà, alcalde de Xàtiva, y de Maria José Tortosa, presidenta de La Mancomunidad de La Costa-El Canal, quien coincidieron en la importancia del Fondo Valenciano como entidad canalizadora y vertebradora del trabajo y recursos en materia de cooperación internacional de ayuntamientos y mancomunidades de la Comunidad Valenciana para contribuir desde el ámbito local a un mundo más justo y sostenible. Posteriormente, el gerente de la entidad, Esteve Ordiñana, rindió cuentas del trabajo realizado durante la legislatura 2019-2023, remarcando el crecimiento constante y la ampliación territorial de entidades locales socias, el fortalecimiento institucional y la ampliación de recursos que han permitido incrementar los proyectos de cooperación internacional descentralizada y de educación para el desarrollo, mejorando la vida de miles de personas de países del sur y sensibilizante en la población valenciana.
Por último, se escogió a la nueva Junta Ejecutiva del Fondo Valenciano por la Solidaridad para la legislatura 2023-2027. El órgano de gobierno para el nuevo mandato -en el cual delgada la pluralidad, tanto política como territorial y poblacional- fue aprobado por unanimidad de todas las entidades locales socias asistentes. La estructura de la nueva Junta, por lo tanto, queda de la siguiente manera: presidencia para Xelo Angulo Luna, teniente de alcalde de Xàtiva; vicepresidencia para Ramón Vidal Soler, alcalde de L'Olleria; secretaría para Ferran Lloret Morell, teniente de alcalde de Pedreguer; y tesorería para Vicent Mahiques Margarit, alcalde de Barxeta. Las vocalías del órgano de gobierno de la organización recaen sobre Rosa Martínez Murillo, teniente de alcalde de L'Alcúdia; Isabel Muñoz Llorens, regidora del Ayuntamiento de L'Alfàs del Pi; Antonio Marin Manrique, regidor del Ayuntamiento de Vila-real; Paula Soler Torró, regidora del Ayuntamiento de Ontinyent; Jorge Ivars Hinojo, teniente de alcalde de Benissa; Mentxu Balaguer Pastor, alcaldesa de Corbera; y Liduvina Gil Climent, teniente de alcalde de Gandia.
La presidenta entrante del Fondo Valenciano por la Solidaridad, Xelo Angulo, agradeció la confianza unánime con la nueva Junta Ejecutiva, y trasladó que el trabajo del Fondo irá alineado para incrementar la incidencia de la entidad; conseguir un mayor reconocimiento de la sociedad valenciana; reafirmar el liderazgo del Fondo en las políticas de cooperación internacional desde el ámbito local; sumar más ayuntamientos y mancomunidades; incrementar la participación institucional, técnica y ciudadana; y definir un nuevo plan estratégico que sumo esfuerzos para la justicia global desde el contexto actual.
Además, el Fondo Valenciano por la Solidaridad agradeció y reconocer la tarea de todos y todas las miembros de la Junta Ejecutiva saliendo, quien han trabajado por el municipalismo solidario durante la legislatura 2019-2023. Indicados e indicadas con los cargos institucionales pertinentes a la legislatura pasada, las persones miembros de la ya anterior Junta eran: Àlvaro Escorihuela Claramonte, presidente del Fondo y regidor del Ayuntamiento de Vila-real; Verònica Ferri Fayos, vicepresidenta del Fondo y regidora del Ayuntamiento de Canals; Ramón Vidal Soler, secretario del Fondo y alcalde de L'Olleria; y Vicent Mahiques Margarit, tesorero del Fondo y alcalde de Barxeta. En cuanto a las vocalías -las cuales también se muestran con los cargos institucionales del mandato anterior- las ostentaban Rosa Martínez Murillo, teniente de alcalde de L'Alcúdia; Mariola Galiana Pérez, teniente de alcalde de Elche; Rafa Mateu Mateu, alcalde de Estivella; Ferran Lloret Morell, teniente de alcalde de Pedreguer; David García Pérez, alcalde de Nules; Vicent Marrades Esparza, alcalde de Corbera; y Raquel Caballero Pastor, regidora del Ayuntamiento de Xàtiva.
En cuanto a las entidades locales participantes en la Asamblea General Extraordinaria de 2023 del Fondo Valenciano por la Solidaridad, asistieron un total de 41 ayuntamientos (Albaida, Alcàsser, Alcoy, L'Alcúdia, L'Alcúdia de Crespins, L'Alfàs del Pi, Algemesí, Atzeneta d'Albaida, Barxeta, Benissa, Betxí, Bicorp, Bocairent, Bolbaite, Burjassot, Canals, Castelló de Rugat, Cerdà, Chella, Corbera, Elche, Enguera, La Font de la Figuera, Gandia, El Genovés, Llocnou d'en Fenollet, La Llosa de Ranes, Llutxent, Mislata, Muro de Alcoy, l'Olleria, Otos, Pedreguer, Piles, Els Poblets, Ráfol de Salem, Simat de la Valldigna, Teulada, Vallada, Vila-real y Xàtiva) y 3 mancomunidades (La Costa-El Canal, La Ribera Alta y La Safor).
El Fondo Valenciano es la asociación de entidades locales de la Comunidad Valenciana que tiene como objetivos realizar y financiar proyectos de cooperación internacional y de educación para el desarrollo, con las aportaciones económicas que cada año hacen sus socios (ayuntamientos y mancomunidades de la Comunidad Valenciana). Actualmente, el Fondo cuenta con 143 entidades locales valencianas socias (134 ayuntamientos y 9 mancomunidades) y concentra sus actuaciones de cooperación descentralizada en Ecuador, Bolivia y El Salvador, así como en países en situaciones de emergencia. Así mismo, ejecuta proyectos de sensibilización hacia un desarrollo humano, justo y sostenible entre la población de las entidades locales socias del Fondo, y a la ciudadanía valenciana en general.
La relación entre los municipios del sur y el Fondo es definida por la participación municipalista y descentralizada en políticas de cooperación para el desarrollo social y económico, con la colaboración en proyectos nacidos de las necesidades concretas y locales, y solicitados por los mismos municipios o a través de contrapartes, como por ejemplo las ONGD. La participación en los proyectos de cooperación siempre tiene como objetivos, de todas las partes colaboradoras, el respeto hacia la cultura local y la absorción mutua de conocimientos y experiencias.