VALÈNCIA. El fundador de la valenciana Tecnidex, Manuel García-Portillo, ha decidido vender un paquete de acciones de la compañía y convertirse en presidente honorífico de Agrofresh Fruit Protection, sociedad que recoge la marca dedicada a la elaboración de productos y servicios de sanidad hortofrutícola. El empresario valenciano daba entrada en 2017 a la americana Agrofresh, que pasó a ostentar el 75% de la compañía.
Ahora, la multinacional dedicada a los agroquímicos y a las tecnologías agroindustriales ha aumentado su cartera tras desprenderse García-Portillo de otro porcentaje de acciones. El empresario valenciano poseía el 25% del capital, pero no ha concretado cómo quedará su participación. Un movimiento con el que da un paso atrás en su papel en la compañía al asumir la presidencia honorífica. De hecho, tal y como recogía el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme), el empresario también ha dejado de ser consejero de la compañía.
Según explica, después de cinco años, ha tomado esta decisión para mantener su dedicación a otros proyectos empresariales, aunque ostentará un asesoramiento estratégico con responsabilidades de representatividad en todas las instituciones y asociaciones. A día de hoy, García-Portillo sigue creando nuevas sociedades en el mundo agro como Wine Luthier, Óleos dels Alforins, Collvert o Pogarma, que recoge bajo Grupo MPG.
Tecnidex, con sede en Fuente del Jarro (Paterna), es especialista en alargar la vida de la fruta y García-Portillo asegura que, pese a la reducción de su participación, mantendrá acciones de por vida en la compañía. Cuando se dio la unión, Tecnidex era líder en el segmento y en el sector cítrico en el mundo de las poscosecha. Mientras, Agrofesh lideraba en el sector de la manzana.
Tecnidex facturó 20,7 millones en 2022, un 41,8% más que en 2021, donde acusó la pandemia de la covid y entró en pérdidas. Sin embargo, el pasado ejercicio, la división española de Agrofresh recuperó cifras positivas, que ascendieron a 1,5 millones.
Dejó Moixent para abrirse paso como empresario. Emprendió con éxito Tecnidex y su figura fue reconocida en el sector. Ahora, a sus 67 años, tiene otra quimera: devolver la vida a este territorio rehabilitando masías y cultivando vides y olivos. Con ello, el ‘Mahoma de Moixent’ regresa a sus raíces