RESTORÁN DE LA SEMANA

Gastrovino 8 Encinas

Quique y Lorena dejan El Chaparral para embarcarse en una nueva aventura gastronómica que se centra en la comida tradicional de Utiel-Requena. Eso sí, sin dejar los arroces.

| 06/09/2024 | 3 min, 21 seg

Ocho encinas se levantan majestuosas en un entorno donde la vid crece al cobijo de un pinar y el horizonte es un manto que cambia de color según la estación. Estamos en el término municipal de Caudete de las Fuentes, en un paisaje de 540 hectáreas que la familia De las Heras mima y cuida con esmero desde hace 39 años, tiempo en el que adquirió la Finca El Renegado para poner los cimientos de lo que más tarde sería Bodegas Nodus. Y en ese entorno se sitúa el Gastrovino 8 Encinas y el Hotel Entreviñas, el complemento perfecto para una visita enológica o la excusa perfecta para disfrutar de la gastronomía típica de la zona armonizada con vinos de la Bodegas Nodus.

Desde la ventana del restaurante veo una de esas ocho encinas y parte del paisaje. Una paz que también otorga el local, que mantiene la esencia de antaño, con las paredes de piedra, las vigas de madera pintadas de blanco y cuatro imágenes que recuerdan el paso del tiempo en el viñedo. Una decoración sencilla para acomodar a unos cuarenta comensales. Un entorno que en su cómputo habla de raíces, de tradición, de historia y de naturaleza. Y es precisamente todo eso lo que Quique y Lorena quieren transmitir en su oferta gastronómica, basada en los productos locales y en las raíces de la comarca de Utiel-Requena.


En esa filosofía destacan platos de campo como la perdiz escabechada, el potaje utielano… “Estamos haciendo una labor de investigación para recuperar recetas que se estaban perdiendo”, explican. Es el caso del carpaccio de lomo de orza, un plato fresco, jugoso y con sabor que sirve como perfecto entrante. Sin olvidar la parmigiana de berenjena o el ajoarriero, una emulsión hecha con patata, ajo, bacalao y aceite de oliva que, sin lugar a dudas, está en el top de sus platos. Todo ello elaborado con productos de la zona y de excelente calidad. Y sí, aquí las carnes también tienen gran protagonismo.



Quique y Lorena tienen un don especial para los arroces —hasta su llegada aquí en enero regentaban el conocido restaurante de El Chaparral de Serra— y aunque en su nuevo proyecto gastronómico no tengan tanto protagonismo siguen elaborándolos. En la visita probamos un arroz al horno que lo elaboran con base del potaje utielano. Y es que, al fin y al cabo, el arroz al horno nace del aprovechamiento de los restos de cocido que sobraban, tales como tocino, garbanzos, chorizo,… Para rematarlo usan la pebrella, una hierba parecida al orégano que le otorga un sabor muy bueno. Una velada que hay que acabar con un postre, pues Lorena tiene mano especial con ellos. Tarta de queso, flan de queso con nueces, mouse de naranja… Da igual cual se elija porque todos son caseros y están riquísimos, así que siempre se debe dejar un hueco para disfrutar de alguno de ellos. Por cierto, se puede elegir entre un menú ejecutivo (20-25 euros bebida aparte) o a la carta (unos 40 euros).


Una velada que transcurre con tranquilidad, con la afable atención de Lorena midiendo los tiempos y asegurándose de que todo está correcto. Siempre una sonrisa, siempre atenta y aun así dejando el suficiente espacio para no romper el ritmo de la mesa. Una comida en la que los vinos de Bodegas Nodus tienen gran protagonismo y redondean la experiencia. En esta ocasión tomamos Nodus Merlot Delirium. Una experiencia que bien merece la pena coger el coche y disfrutar de este lugar que aúna como ninguno gastronomía y vinos.

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