los socialistas valencianos cambian de táctica tras las elecciones europeas

Giro estratégico en el PSPV: poner el foco en la gestión de Mazón y alejarse de la batalla nacional

18/06/2024 - 

VALÈNCIA. Las elecciones europeas celebradas el pasado 9 de junio cerraron un episodio político y, de inmediato, abrieron otro con los mismos protagonistas y objetivos, aunque con nuevas estrategias y giros de guion. La victoria del PP en estos comicios no fue lo suficientemente clara para dar por finiquitada la etapa del socialista Pedro Sánchez en La Moncloa, por lo que la batalla política nacional sigue abierta y se hace extensiva a las Comunidades Autónomas (CCAA).

En la Comunitat Valenciana, el paradigma fijado desde las elecciones de 2023, donde PP y Vox sustituyeron en la Generalitat al Consell del Botànic, ha sido relativamente claro desde los primeros pasos de la legislatura. Los populares liderados por Carlos Mazón trazaron una línea estratégica basada en tres aspectos básicos: la adopción inmediata de algunas medidas prometidas como la bajada de impuestos; aflorar información negativa sobre el anterior gobierno que respaldara las críticas efectuadas desde la oposición y activar todas las reivindicaciones posibles frente al Gobierno de España que dirige el rival político, en este caso el PSOE de Sánchez, aprovechando además que la nueva líder de los socialistas valencianos, Diana Morant, es ministra en el Ejecutivo central.

Unas andanadas ante las que el PSPV ha venido respondiendo con una defensa cerrada de la gestión de sus compañeros en Madrid y también de la realizada por el expresidente de la Generalitat Ximo Puig en sus ocho años de gobierno, además de focalizar los contraataques en las decisiones más llamativas del nuevo Consell, especialmente las surgidas desde Vox. Una posición difícil dado que, cuando se produce un cambio de gobierno, lo habitual es que al menos durante el primer año de mandato se produzcan ciertos deslizamientos mediáticos favorables al nuevo ejecutivo, lo que provoca que existan diversos altavoces para difundir sus medidas, así como las críticas al anterior gobierno. Así, resulta común que durante el primer año tras un vuelco como el vivido en 2023 en la Comunitat Valenciana, los mandatarios recién llegados se refuercen mientras que a la oposición le toca reorganizarse y capear el temporal.

No obstante, una vez resuelto el cambio de liderazgo y superados los comicios europeos, en el PSPV-PSOE ya han decidido acometer un giro en su estrategia de oposición: el objetivo es poner el foco en la gestión de Mazón y alejarse de la batalla nacional, además evitar centrar la lucha de forma constante en la batalla cultural. Las razones son claras; los debates que giran en torno a Sánchez y al gobierno de España son más sencillos para el PPCV, porque puede exigir inversiones, infraestructuras o medidas que, efectivamente, están pendientes o que a día de hoy se consideran insuficientes. Es decir, acentuar y anteponer el victimismo señalando a Sánchez y, por extensión, a Morant y al PSPV. Así, los socialistas valencianos consideran que el Consell PP-Vox se encuentra más cómodo en esas posiciones y no tanto en la defensa de su propia gestión una vez ya ha transcurrido un año. En este sentido, desde el PSPV piensan que ahora ha pasado el tiempo suficiente para que el nuevo gobierno valenciano ponga las bases de sus soluciones a los problemas, por lo que ya pueden comenzar a juzgar su gestión con datos.

Así, en los últimos días se ha visto a los socialistas valencianos, atacar a Mazón por la falta de ejecución presupuestaria, especialmente en lo que se refiere a las inversiones, que según los últimos datos se encuentran al 2,87% de ejecución. De la misma manera, el portavoz socialista en Les Corts, José Muñoz, también ha señalado estos días el aumento hasta los 2.400 millones de euros de facturas en el cajón y ha denunciado "impagos generalizados" en relación con servicios sociales, además de cuestionar los datos sobre la lista de espera de la dependencia.


Son algunas de las pinceladas de la ofensiva de los socialistas valencianos, que además se disponen a dar la batalla en cuestiones capitales para el PPCV como la implantación del distrito único en Educación. De esta manera, la formación liderada por Morant planea agudizar sus ataques al considerar que es una medida "discriminatoria" que "nada tiene que ver con la libertad educativa", aseguran fuentes del PSPV. En cuanto a Sanidad, los socialistas pondrán el acento en el plan de vacaciones dispuesto por la conselleria, dado que consideran que no garantizará la cobertura en la Comunitat, tal y como han denunciado los sindicatos.

En definitiva, los socialistas valencianos han redirigido su artillería para concentrar el fuego en la gestión del Consell PP-Vox, con especial atención a los tres pilares del estado de bienestar; Sanidad, Educación y Servicios Sociales, así como en cuestiones relacionadas con la salud económica y financiera de la Generalitat, que también repercute en los proveedores.

Obstáculos como la reforma de la financiación

Un plan de marcar agenda que, obviamente, no siempre dará frutos. Ejemplo de ellos es la situación vivida este lunes con el anuncio el pasado jueves por parte de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y refrendado ayer por Pedro Sánchez, de abrir la puerta a una financiación singular para Cataluña, una posición difícil de defender para los socialistas desde la Comunitat Valenciana. Un ejemplo claro de que una cuestión nacional puede irrumpir con fuerza en la actualidad autonómica e imponerse; por lo que la estrategia del PSPV se perfila como una especie de martilleo a largo plazo que consiga desgastar al Consell liderado por Mazón.

En esta hoja de ruta, también estará presente la batalla cultural especialmente en decisiones relacionadas con Vox. No obstante, las fuentes del PSPV consultadas por este diario apuestan por centrarse en la crítica sobre la gestión. El motivo principal es que el recurso emocional puede resultar útil en un escenario de campaña electoral, pero parece más difícil de sostener a lo largo de tres años, donde se requieren argumentos más constantes y sólidos desde la oposición, cuyo objetivo es que cale el mensaje de que el Consell PP-Vox gestiona peor que el del Botànic.


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