VALÈNCIA. (EP/VP) De la globalización a la 'glocalización', es decir, pensar en global y actuar en local. Así debe ser la estrategia que, en tiempos de coronavirus, sigan las empresas valencianas para minimizar el impacto de la pandemia en sus ventas al mercado exterior y, en consecuencia, mantener el ritmo de sus exportaciones.
Así lo pone de manifiesto un informe de la Cámara de Comercio de Valencia sobre las tendencias que se prevén en el comercio internacional tras la crisis provocada por la pandemia del Covid-19. Un documento que concluye que el tejido empresarial valenciano deberá tener una mayor flexibilidad así como "pensar en global y actuar en local" e ir hacia la producción "más cercana, pero sin dejar de mirar el exterior y sin reducir la productividad y competitividad".
Y es que, a diferencia de otras crisis, la actual es global, simétrica y con un origen no económico y, por tanto, para tejido empresarial valenciano, fuertemente ligado al mercado exterior, supondrá una transformación que le permita, sobre todo, "dotarse de flexibilidad para adaptarse a las nuevas condiciones de los mercados internacionales".
"La principal consecuencia de esta crisis es que las empresas tendrán que pensar en global y actuar en local. Es decir, el mercado sigue siendo global, pero el proceso pasa a ser local, todo ello sin reducir la productividad y competitividad: reducción de la dependencia a las cadenas de suministro global (mayor control, proximidad) unido a un refuerzo de las actividades de carácter más local (permite potenciar el empleo y el Valor Añadido local)", señala el informe.
Además, Cámara prevé que habrá una tendencia moderada hacia una concentración de las exportaciones en los mercados europeos, por su cercanía geográfica, facilidad de comercio y poder adquisitivo.
En concreto, los mercados del norte de Europa, los del Este de Europa y Turquía serán los más dinámicos por verse menos afectados por la crisis y la caída de la demanda, y objetivo de inversiones en el nuevo proceso de relocalización de las cadenas de suministros a nivel global.
El mercado británico, tan importante para el sector exterior valenciano, puede verse afectado negativamente por la recesión económica, un Brexit sin acuerdo el 31 de diciembre y la consecuente depreciación de la moneda. También puede producirse una posible pérdida de mercado en Estados Unidos, mientras que Canadá mantendrá un comportamiento positivo para las exportaciones valencianas.
Asimismo, algunos países de África Occidental y del Sudeste Asiático, que ya venían mostrando un importante dinamismo para las exportaciones valencianas en los dos últimos años, continuarán siéndolo en la segunda mitad de 2020 y 2021, dado que algunos de ellos pueden convertirse en sustitutos de China como suministrador dentro de la cadena de valor.
Por otra parte, la dureza de la crisis en América Latina castigará a las exportaciones a estos países. No obstante, países mejor preparados como pueden ser Chile, Perú o Colombia, podrían ser los mercados de referencia en esta zona geográfica para las empresas exportadoras así como para las empresas ya implantadas, según la Cámara.
Aunque China va a ser uno de los primeros países en recuperar la normalidad en su actividad, como mercado de destino, ofrece hándicaps como destino de oportunidad mientras que por el contrario, la India, puede a medio y largo plazo, convertirse en Asia en un nuevo gigante, dotado de capital humano preparado y situado entre China y Europa.
Entre los países del norte de África, Marruecos será el mercado con mayores oportunidades por ser el de economía más diversificada y el que mejor ha contenido la pandemia.
