VALÈNCIA. "Nunca un empleado de CaixaBank será un número mientras yo sea presidente y con este consejo de administración". Así respondió ayer Jordi Gual, presidente de la entidad, a una de las cuestiones formuladas por los sindicatos del banco en el turno de preguntas durante la junta general de accionistas de 2020. Los cuatro sindicatos que participaron fueron UGT, CC OO, Federació d'Estalvi de Catalunya (FEC) y el Sindicat Independent de Balears (SIB), que mostraron su descontento por la buena marcha de la entidad en resultados y la política de recortes.
Una junta que tuvo que ser aplazada por la crisis sanitaria, dado que en principio estaba convocada para el pasado 3 de abril. Pero las circunstancias obligaron a ello como también a que se hiciera por primera vez de forma telemática y con la presencia in situ de solo tres miembros como fueron el presidente Jordi Gual, el consejero delegado Gonzalo Gortázar y el secretario del consejo Óscar Calderón. Los tres lo hicieron desde la sede de la entidad en Barcelona, mientras que el resto de consejeros siguió la junta desde respectivos domicilios como también el notario Alfonso Maldonado -éste desde València-.
La duración de la junta fue de solo dos horas y media y comenzó con la alocución de Gual con palabras de aliento a los afectados por la covid-19, poniendo en valor a los servicios sanitarios y destacando el papel de la plantilla de CaixaBank (CABK). "Gracias a ellos el banco se ha mantenido plenamente operativo y ha podido dar respuesta y ser proactivo en el momento en que más se le necesita". Asimismo reconoció que la entidad está preparada para contribuir a la recuperación económica "cubriendo las necesidades de financiación de nuestros clientes, ofreciendo ayuda a aquellos que más la necesitan e intensificando nuestra labor social".
El presidente pidió del banco domiciliado en València "un esfuerzo fiscal coordinado y sustancial a nivel europeo" y compartir gastos entre países con el fin de evitar "la distorsión del mercado único". A su juicio "es fundamental que el Banco Central Europeo (BCE) continúe garantizando que su política monetaria se transmite con efectividad a todos los rincones de la Eurozona, independientemente de la situación fiscal de los países miembros". En este sentido destacó el papel del BCE y también reconoció que el fondo de ayuda europeo impulsado por el eje franco-alemán "es muy positivo y debe salir adelante".
Gual aseveró que CABK se enfrenta a la situación actual desde una posición de fortaleza, tanto financiera como comercial. Lo hizo explicando que la misma prudencia que ha llevado a la entidad a esta posición de fortaleza "es la que nos ha hecho provisionar en el primer trimestre de este año 400 millones de euros para anticipar los efectos de la covid-19. Una decisión responsable y que refleja una estrategia conservadora respecto a la cobertura de riesgos".
De ahí, según manifestó, que el banco haya reducido el dividendo propuesto originalmente para el ejercicio 2019 de 15 céntimos a 7 céntimos brutos por acción. Pero eso sí Gual se mostró firme al asegurar que "la retribución al accionista seguirá siendo una prioridad absoluta para el banco".
En cuanto a la cotización de la acción, que este año se deja casi un 44% tomando el cierre de ayer, Gual recordó al respecto que la crisis sanitaria actual ha penalizado a los mercados bursátiles en general y al sector financiero en particular. No obstante sustuvo que "el comportamiento relativo de la acción durante los últimos meses ha reflejado la resiliencia del modelo de negocio y la confianza en la capacidad de la entidad de generar valor a largo plazo".
Por su parte, el consejero delegado, que comenzó su intervención dando las condolencias a los familiares y amigos de los fallecidos por el coronavirus, hizo un repaso de la marcha de la entidad durante 2019. En el subrayó "la buena evolución del negocio con ganancias en cuota de mercado en los principales productos, una actividad comercial centrada en apoyar a las familias y las empresas, el impulso de los proyectos de transformación del plan estratégico y la fortaleza financiera para seguir apoyando la economía".
Gonzalo Gortázar reconoció que 2019 fue "doce meses de gran éxito comercial que responde al extraordinario comportamiento de nuestros grandes profesionales". Y así fue como detalló el crecimiento que ha llevado a CABK a mantener su posición de liderazgo. "Tenemos una cuota en nóminas del 27,1%, en productos de ahorro a largo plazo del 22,9%, del 16% en crédito al sector privado; además, alcanzamos una penetración de clientes particulares del 27,8% y del 29,4% en clientes digitales, lo que nos afianza como el banco de referencia del sistema".
De cara el futuro, y sin perder de vista la evolución de la pandemia, las prioridades pasan por "mantener la posición de fortaleza financiera que nos permita seguir apoyando la economía ante la actual crisis sanitaria y económica”. CaixaBank parte con una ratio de morosidad en mínimos, una elevada posición de liquidez y unos holgados niveles de solvencia. Además, el CEO alabó que el banco se haya adaptado a la nueva situación para que sea operativo y accesible en todo momento, y "todo gracias a un equipo comprometido con la sociedad y con la misión de CaixaBank".
Para terminar, el 'número dos' dejó claro el compromiso de la entidad con los sectores más vulnerables y con los más afectados por la crisis. "Es importante que miremos hacia el futuro con compromiso y responsabilidad ante la actual crisis sanitaria y económica que supone una oportunidad para poner en valor el modelo diferencial que distingue a CaixaBank, basado en los valores de calidad, confianza y compromiso social".
Finalmente todos los puntos del día quedaron aprobados incluyendo la reelección como consejera de María Verónica Fisas Vergés y el nombramiento como nuevo miembro del consejo de administración de Francisco Javier García Sanz para cubrir la vacante por la renuncia del consejero delegado de CriteriaCaixa, Marcelino Armenter. Gual agradeció a Armenter "su dedicación, apoyo y compromiso con la entidad", y también al profesor Xavier Vives, que deja el consejo tras muchos años de gran servicio, en sus palabras.