VALÈNCIA. La empresa Dornier no podrá continuar gestionando la ORA de València tras ser apartada del nuevo concurso público impulsado por el consistorio tras siete años de retraso. Un suculento contrato licitado por 34 millones de euros más IVA para los próximos cinco ejercicios al que Dornier aspiraba junto a otras cinco firmas del sector y del que deberá despedirse. El motivo: el Ayuntamiento de València, y concretamente la concejalía de Movilidad Sostenible que dirige Giuseppe Grezzi, la ha rechazado porque su oferta económica era "anormalmente baja" sin "ninguna justificación" que lo acreditara.
La firma había presentado un presupuesto que superaba el límite de baja, calculado en función de la media de todas las propuestas, motivo por el cual el consistorio había requerido a Dornier que explicara por qué su propuesta era tan barata, y la empresa, que hasta el momento había estado gestionando la ORA del Cap i Casal, justificó la oferta en base a unas cifras económicas que no parecían ajustarse a la realidad, a juicio de los técnicos.
Por ejemplo, planteaba unos resultados económicos muy halagüeños debido a unas previsiones demasiado hinchadas. Así, en la cuenta de resultados prevista para los próximos cinco años, el margen del servicio planteado alcanzaba los 450.000 euros. Algo que los técnicos municipales rechazaron de plano al considerar que, corrigiendo todas las hipótesis de la empresa, su plan resultaría en pérdidas acumuladas de 2,3 millones de euros como mínimo. Un resultado negativo que "podría incrementarse" porque podrían reducirse los ingresos por la posibilidad que contempla el pliego de que las plazas de zona azul puedan mermar a voluntad del Ayuntamiento.
El plan de Dornier, además, pretendía realizar determinadas inversiones de bajo coste. Unos gastos previstos -locales, oficinas, vehículos, equipos informáticos, señalizaciones, etcétera- cuyos precios se encuentran por debajo de los precios de mercado, o cuya ejecución no está justificada con ningún documento, según el área de Movilidad Sostenible. También el consistorio insiste en que la propuesta de Dornier no contempla en las previsiones de gasto ciertas inversiones que incluía el pliego de la licitación.
Además, pone pegas el servicio de Movilidad Sostenible a la propuesta de personal realizada por la empresa, que preveía una plantilla de 54 controladores de la ORA, que iría bajando hasta 46 en los sucesivos años. Un planteamiento "erróneo" porque se trata de una plantilla "muy ajustada" para cumplir con la legislación laboral en materia de horarios y, por lo tanto, que podría suponer "un riesgo para el correcto funcionamiento del servicio". Y en esta línea, el contrato contempla la subrogación del personal que actualmente trabaja en la ORA -que gestiona la misma Dornier-, y que asciende a 76 personas.
Las previsiones de ingresos también son objeto de consideraciones desde el Ayuntamiento. Aseguran los técnicos que las proyecciones económicas son desproporcionadas al basarse en predicciones que son meras hipótesis. Por un lado, prevé que va a aumentar la demanda de plazas reguladas en toda la ciudad, así como que incrementarán los pagos a través de la aplicación Telpark -"no se aporta ningún estudio que avale esta previsión"-.
Además, en cuanto a los ingresos por la implantación de nuevas plazas de zona verde -sólo para residentes- y zona naranja -de aparcamiento mixto-, el ayuntamiento aduce fallos en la forma de calcular la recaudación y suposiciones que no se van a cumplir, como que las zonas de aparcamiento mixto estarán ocupadas por no residentes -que abonan precios más altos- cuando habitualmente la tasa de ocupación es mayor de residentes.
Se da la circunstancia de que Dornier era precisamente la empresa que venía gestionando el contrato de la ORA desde mayo de 2006, cuando entró en vigor el contrato firmado con el consistorio, dirigido por el Partido Popular de Rita Barberà. Contrato que venció en 2013 (cinco años más dos prórrogas), y el Ayuntamiento empezó las actuaciones precisas para licitar de nuevo el servicio, que sacó poco antes de las elecciones de 2015. La entrada del gobierno de izquierdas -Compromís, PSPV y València en Comú- truncó el concurso: el edil Grezzi lo detuvo porque consideraba que era necesario "realizar un nuevo planteamiento en las políticas de movilidad" y también respecto a la ORA, concretamente "a nivel de de la estructura tarifaria a aplicar, como a nivel de redistribución de plazas, de oportunidad e idoneidad de las diferentes ampliaciones".
Los pliegos preparados no gustaban al edil porque ampliaba la zona azul e incluso llegó a plantear la municipalización del servicio. Desde entonces, hace ahora más de cuatro años, la licitación no se había realizado -se sacó el concurso en otoño de 2019. Ahora bien, todos esos años desde que finalizara el primer contrato -esto es, desde 2013-, el Ayuntamiento de València ha estado pagando religiosamente a la empresa en cuestión, Dornier, una media de 385.000 euros mensuales. Lo que hacía un sumatorio a finales de octubre del año pasado de 30 millones. Pagados todos sin concurso público.
Además, la Intervención Municipal había advertido a las diferentes concejalías para que evitaran situaciones similares, en las que una empresa cobra por servicios que está ofreciendo sin que se haya hecho un concurso público que cubra esos meses de servicio. Concretamente, el órgano instaba a las concejalías responsables de estas contratas a que "prevean con suficiente antelación el momento de elaboración de los pliegos y el tiempo de tramitación del expediente de contratación" para evitar que haya empresas prestando servicios sin cobertura contractual.
A la postre, se prevé que la nueva adjudicataria de la ORA será la que mayor baja económica había presentado por detrás de Dornier, Estacionamientos y servicios SAU. La propuesta de adjudicación del órgano de contratación es esta, al ser la propuesta más puntuada del concurso, y que, en este caso, entraba dentro de los límites económicos aceptables. Así, la previsible adjudicataria obtuvo 94,01 puntos, respecto a la UTE Pavapark-Valoriza Servicios-Vectalia (91,9), Stex-Aparki (75,62), la UTE Api-Etra-Movus (62,06), y la UTE FCC-Gertek (33,77).