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plato de la semana

Grouse con endivia a la brasa, arándanos y granada con bigarade de naranja en Forastera

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Con el otoño llega la caza, el sotobosque, los hongos, la humedad y la turba. En Forastera hacen de la caza, menú y del menú, religión. Tras unas piezas impecablemente trabajados por la mano de Txiscu y aderezados con la sonrisa de Laura llega el zenit: La Grouse con endivia a la brasa, arándanos y granada con bigarade de naranja. Un manjar de origen escocés que te traslada directamente al corazón de las tierras altas. Cuando arrecia el frío y el viento agita la cebada, cientos de cazadores escoceses ataviados con sus Beretta A400 y sus impecables tweeds se trasladan a la región de Iverness. Donde la magia, la melancolía y la inmensidad de la naturaleza nos transportan hasta un espacio cargado de misticismo, fábulas y leyendas. 

Allí se realiza la temporada de la caza de esta perdiz roja autóctona y salvaje de tres formas distintas: suelta al ingles, caminando al salto con perros de busca labradores y springers o con sus perros de muestra: setters y pointers. La veda que en Inglaterra comienza con la caza del zorro como principal aliciente, en mi amada Escocia se fija concretamente en esta joya de la fauna británica de pelaje rojo y piel sanguinolenta, tierna y sabrosa que vuela a 80 millas por hora y exige una pericia de tiro reservada a los más hábiles cazadores del Reino Unido. Rodeados de montañas, brugueras, bosques y lagos su caza se convierte en una experiencia atávica.

Tras el brexit, su importación se ha visto reducida a prácticamente la nulidad, con lo que además de ser un manjar tremendamente exclusivo se convierte en una rareza por nuestros lares. La bigarde de naranja y los frutos con los que lo presentan en Forastera, además, lo dota de una excelente untuosidad que tras el primer bocado nos transforman en William Wallace y nos recuerda que “todos los hombres mueren, pero no todos realmente viven“ y tras el último bocado exclamaremos fuerte aquello de, al fin, hoy puedo morir en paz.

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