VALÈNCIA. Poco más de una semana después de las elecciones municipales, el Ayuntamiento de València recupera su actividad habitual. PSPV y Compromís se enzarzan por el orden de los factores y prioridades de reuniones, mientras que la oposición, por su parte, y desde la barrera, empieza a organizarse de cara al mandato que ahora da su pistoletazo de salida.
Los puentes que hay que cruzar próximamente son la constitución de los grupos municipales, su ubicación en el pleno, la distribución de espacios municipales y despachos, así como el reparto de tareas en el seno de cada formación. Entre todo ello, también se encuentra la elección del portavoz en cada grupo. Y en Vox, el partido de Santiago Abascal que en la provincia de Valencia lidera José María Llanos, el inicio de curso no está resultando nada sencillo y la portavocía del grupo municipal podría estar en liza entre el número uno de la candidatura, Pepe Gosálbez, y el número dos, Vicente Montañez.
Lo habitual es que quienes encabezan las candidaturas acaben ostentando la portavocía del grupo durante el mandato. Así ocurrió, por ejemplo, en el grupo socialista con Joan Calabuig, en el de Ciudadanos con Fernando Giner, y en el de València en Comú con Jordi Peris. Compromís, al ser alcalde su cabeza de lista, Joan Ribó, la portavocía recayó sobre otro edil, Pere Fuset.
Si se quisiera continuar con esta tónica en Vox, Pepe Gosálbez debería realizar estas funciones. De hecho, por inercia o a conciencia, el candidato ya ha estado ejerciendo como tal: la pasada semana acudió como portavoz a la ronda institucional emprendida por Ribó, y fue quien realizó las declaraciones posteriores mientras Montañez se mantenía en un segundo plano. Sin embargo, no tiene por qué continuar siendo así, explican fuentes municipales.
En realidad, formalmente no se ha designado portavoz. Y según ha podido saber este diario, Vicente Montañez busca una mayor capacidad de decisión en el grupo municipal que conforma con el cabeza de lista. Este, según explican fuentes del partido, habría tenido poco en cuenta la opinión de su compañero de bancada en la toma de decisiones desde que se conocieran los resultados electorales. Y en este sentido, Montañez podría estar pensando en postularse para ocupar la plaza de portavoz, dado que la coordinación se está tornando algo complicada.
Así pues, el número dos quiso dar un golpe sobre la mesa para reivindicar su lugar en el grupo. Este martes están convocados a una reunión los representantes de las diferentes fuerzas del hemiciclo para ser informados de cuestiones organizativas de cara a este mandato. Ante ello, el lunes Montañez presentó un escrito al secretario municipal para avisar de que sería él quien acudiría a la cita y no el número uno. Aunque más tarde señalaría a este diario que su compañero no podía acudir y que su asistencia no implica nada, fuentes muy cercanas han reconocido las tensiones existentes entre ambos y su insistencia en formar parte de la toma de decisiones en el grupo.
En esta pugna por la portavocía, podría jugar a favor de Montañez el hecho de que el cabeza de lista tiene en mente, según han corroborado varias fuentes, pedir la compatibilidad del cargo de concejal con su profesión de abogado. Esto restará tiempo al líder de Vox en el Ayuntamiento para las cuestiones consistoriales, y podría constituir una importante baza para que el partido reconsidere su nombramiento. Con todo, lo cierto es que el que fue candidato a la Alcaldía en las elecciones municipales cuenta con un respaldo sólido del líder provincial, José María Llanos. El número dos, por su parte, cuenta con el apoyo de la dirección de Madrid. De allí, precisamente, esta semana acudirá a la ciudad un equipo de delegados, con quienes podrían resolverse estas discrepancias internas.