Algunas pautas sobre como impulsar una nueva editorial y no morir en el intento, bajo una filosofía que no comprende un "no"
VALÈNCIA. Si no existe créalo tú mismo, y si hace falta finge que te va bien hasta que de verdad eso suceda. En el universo literario hay un afán por clasificar todo, por géneros, colecciones e incluso ciertos tipos de estéticas. Dos editoriales valientes revelan sus trucos y secretos para salir a flote en el mundo de la autoedición, compartiendo los aprendizajes de su recorrido y mostrando que “sí se puede”. Hablamos del caso de las valencianas Amparo López y María Parriego, creadoras de Editorial Anónima y de la editorial Llamp Edicions de la mano de Jordi Oms. Ambas nacen con la necesidad de cubrir ese hueco en el mercado de las necesidades en la lectura, y con el objetivo de aunar ciertas claves que consideran cruciales en sus discursos. Por ello desde Culturplaza preguntamos a estos tres emprendedores el cómo y por qué de una nueva editorial, desde su principio más absoluto.
Comenzando con las chicas de Editorial Anónima con la creación de esta buscan compensar la brecha de género que existe en la literatura, causante de grandes sesgos literarios. De hecho esta necesidad surge de una idea inmediata de publicar ¿Era Blasco Ibáñez feminista?, un ensayo de Amparo López que moría por ver la luz: “Vimos que había pocas editoriales feministas, y ninguna en València”, aclara López, “fue ahi cuando decidimos intentar construir esto para dar cabida a todo este tipo de publicaciones”. Además hacen un llamamiento desde la editorial a las nuevas publicaciones constantemente: “Ya hemos recibido propuestas para la editorial, era un proyecto necesario y que quizá la gente no sabía que lo necesitaba hasta que ha salido a la luz”, aclara la co-directora Parriego. En esta editorial en concreto de momento se ha publicado tanto ensayo como relatos eróticos en clave feminista, una sugerencia propia de sus directoras.
Por parte de Jordi Oms su editorial Llamp Edicions nace de la necesidad de juntar tanto la ilustración y la fotografía junto a otras publicaciones. Todo ello teniendo en cuenta la actitud del artista como “denominador común” dando cabida a todo tipo de expresiones artísticas diversas tanto en forma como en contenido. Se cubre de esta forma la necesidad de editar formatos de tipo más experimental todo a través de una sola mano: “Yo a nivel de autoría ya llevaba varios años haciendo esto, tanto por la parte de autor como la de diseñador”, cuenta Oms, “esta es la forma de juntar las dos cosas, puedo controlar cómo se están gestando los proyectos y cómo trasladar esto a un plano físico”. Así pues y bajo un mismo diseño se puede jugar con todo tipo de componentes: “La editorial te da una libertad tuya para hacer una mezcla total de lo que a ti te apetezca. Es una manera de hacerlo tuyo de alguna forma y tenerlo todo bajo los mismos criterios”.
Las chicas “anónimas” manejan todo ellas, lo hacen tanto en red como en publicaciones de momento y en llamamiento a nuevas y futuras autoras. Para ello es necesario encontrar un perfil como el de López que se encargue en cierto modo más de la escritura y otro como el de Parriego que se focaliza en la parte del diseño. Ambas se conocieron en redes y supieron generar un buen tándem para poder conformar las dos figuras clave necesarias en la buena “guía para crear una editorial”: “Nos conocimos por Instagram y fuimos cogiendo relación y confianza”, relata López, “contacté con María para fuera ella la que diera forma a lo que yo estaba pensando”. Junto a esto ambas generan los copys de las webs y publicaciones y se complementan prácticamente para todo, con un estilo de trabajo más “siamés”.
Oms en cambio es el hombre orquesta, ya que él mismo ocupa tanto la figura de “redactor” como la de diseñador. Es su manera de mimarlo todo al detalle, y asegurarse de que las cosas quedan muy bien hechas: “Es mi manera de defender un proyecto. Lo mejor para trabajar con algo es conocerlo de primera mano, en líneas editoriales grandes ese contacto en cierto modo se pierde, pende de otros hilos”. Considera también que con este trabajo doble por su parte se puede cuidar la estética de una forma mucho más puro: “Me interesa cruzar disciplinas y no quedarme solo en un ámbito”. Una dupla, en este caso mental, que le garantiza la seguridad de un trabajo muy bien hecho.
Ser proactivo en el trabajo, siempre
Como editorial hay que estar abierto a recibir manuscritos y valorarlos, pero uno de sus objetivos clave es lograr encontrar perfiles que encajen potencialmente con la misma línea para que formen parte del equipo.
Que ardan las redes
A día de hoy prácticamente todo es como venderse. Si la editorial cuenta con el pilar clave del diseño será crucial que esa parte se vea reflejada en redes, a través de una estética reconocible y generando una buena interacción.
Despejar la incógnita
Tanto Editorial Anónima como Llamp Edicions nacen en respuesta a un ¿por qué esto no se había hecho antes?. Una forma de eliminar la incógnita de la ecuación es ponerse las manos a la obra con ello.