Vicente Aleixandre, conocido como Sento, desde su restaurante en el Grao, abrió el camino a todos los que vinieron después. Ca Sento empezó como un bar de barrio  que se fue haciendo un nombre gracias a su personalidad y a los excelentes guisos tradicionales de su mujer, Mari. Él, a pesar de no tener raíces hosteleras, se encargaba de comprar el mejor producto que podía encontrar, cuando en Valencia eran muy pocos los que reverenciaban los frutos del mar y la huerta. Se corrió la voz. El crítico Antonio Vergara lo colocó en el mapa y el sencillo local de un barrio humilde se convirtió en parada obligada de todos los que recorrían España en busca de las mejores cocinas. Con la incorporación en el restaurante de su hijo Raul Aleixandre, se abrió una nueva etapa que desembocó en la Estrella Michelin que obtuvo en 1999.

“Sento fue el puñetazo en la mesa de una gastronomía que no terminaba de encontrar su lugar en el mapa nacional: Ca Sento fue nuestro Etxebarri y nuestro Elkano”, afirmaba nuestro director Jesús Terrés en un artículo sobre los grandes referentes de la cocina valenciana de los últimos 30 años.

Descanse en paz.