¿Hace falta el 8 de marzo?

VALENCIA, Es la eterna pregunta de los días temáticos. Siempre nos preguntamos si realmente hacen falta, si sirven para algo y, sobre todo, por qué dedicamos un día a esto y no aquello. Una vez y otra. Y cuando de cuestiones de mujeres se trata, todavía ocurre más.

Lo bien cierto es que gustaría contestar con un rotundo “NO”. Pero no porque piense que estas iniciativas son inútiles sino porque anhelo el día en que sea innecesario reivindicar a las mujeres y a su lucha por la igualdad. Pero ese día no ha llegado. Y, entre tanto, hay que seguir utilizando estas cosas para reivindicarnos a las mujeres y a nuestro papel en la sociedad. Que buena falta nos hace.

Por un lado, me resultan francamente cansinos quienes, en cuando algo suena a reivindicación de mujeres, sacan toda su artillería para traernos un argumento perverso, el de qué pasa con los hombres. He oido voces que abominan de la celebración de un día de la mujer si no hay un día del hombre. Las mismas voces que llegan hasta al insulto a quienes defendemos la lucha contra la violencia de género espetando que también hay hombres maltratados y añadiendo, en el colmo del retorcimiento, que existe el maltrato de ancianos o de niños. Como si por importarnos una cosa dejara de importarnos otra.

En esa misma línea, leí no hace mucho un artículo suscrito por varias mujeres en que manifestaban sin ambages que no existía la discriminación por sexo en España, y que hombres y mujeres somos tratados de modo igual por lo que consideraban innecesarias las medidas para fomentar la paridad.

Una suerte la de estas mujeres. O no. Porque tal vez ni siquiera vean lo que pasa a su alrededor, lo que les pasa a ellas mismas. Y, sobre todo, lo que pasa fuera de determinados círculos privilegiados, aunque ni siquiera ésos se libran.

Es cierto que hemos avanzado. Mi madre no pudo estudiar una carrera y yo sí lo hice, y lo harán mis hijas. Y la madre de mi madre jamás pudo votar y nosotras sí. Pero ellas, mis hijas, todavía me cuentan que si una chica se acerca demasiado a un chico la llaman “guarra”, que hay discotecas donde las chicas no pagan para servir de reclamo a los chicos, que en clase les siguen diciendo que los chicos lo tendrán más fácil que ellas para encontrar trabajo. También se lamentan que apenas dé nadie importancia al deporte femenino cuando dedican horas y horas al deporte masculino aún con logros mucho más discretos. Me cuentan que las siguen juzgando por su aspecto físico y tantas otras cosas que yo pensé cuando nacieron que nunca tendrían que pasar..

Queda mucho camino por recorrer. Y mientras quede ese camino, tendremos que seguir celebrando este día y seguir utilizándolo para reivindicar el derecho a la igualdad, que es un derecho de todos, y no solo de las mujeres. Y tendremos que implicarnos en ello tanto hombres como mujeres. Porque una sociedad igualitaria es una sociedad mejor, la única sociedad a la que deberíamos aspirar.

Estos días temáticos se escribieron con la sangre de mujeres. La de aquellas que fueron quemadas vivas en un fábrica solo por reclamar sus derechos, y la de tantas otras. Y no debería vertirse una gota más de esa sangre.

Pero hasta entonces, hasta que dejen de matar mujeres por el solo hecho de serlo, hasta que dejen de tratarnos de forma distinta, tenemos que seguir . Hasta que todos los días del año sean 8 de marzo.