VALÈNCIA. Puede continuar adelante. El Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales (TARC) ha levantado la suspensión cautelar que había impuesto en el concurso público convocado por el Ayuntamiento de València para adjudicar el mantenimiento y conservación de los edificios e instalaciones municipales y apoyo a actos festivos e institucionales del consistorio. Un contrato que licitó por valor de 40,9 millones de euros pero que fue impugnado por la patronal del sector.
La Asociacion de Empresas de Mantenimiento Integral y Servicios Energéticos (AMI) interpuso un recurso especial en materia de contratación contra los pliegos que rigen la licitación, como publicó Valencia Plaza, por considerar que el Ayuntamiento no había justificado debidamente su decisión de no dividir el contrato en diferentes lotes y sacarlo en uno único. Ahora el tribunal administrativo ha dado la razón al consistorio al desestimar el escrito de la asociación.
El Ayuntamiento decidió no dividir el contrato en diversos lotes alegando que la división complicaría la coordinación técnica y económica, generaría conflictos entre los responsables de distintos lotes y reduciría la eficiencia en la prestación del servicio. Por ello, argumentó que un único contrato facilita la gestión, evita duplicidades y permite aprovechar economías de escala.
En ese sentido, el tribunal administrativo da la razón al consistorio en que se trata de un aspecto que depende de "la discrecionalidad técnica" del órgano de contratación con el propósito de que redunde "en la mejor calidad de ejecución del servicio. Así, señala que al Ayuntamiento le corresponde "decidir la contratación y el modo en que se dividen los lotes, aplicando los criterios que mejor se ajusten a las necesidades que persigue, sin que pueda prevalecer en una impugnación el criterio subjetivo de los licitadores".
El TARC insiste en que "la naturaleza y el objeto" del contrato son una "condición previa para que se acuerde la división previa" y que la mencionada discrecionalidad "no puede implicar arbitrariedad alguna" por lo que se ha de exigir la "necesidad de justificar la no división con mayor o menor rigor según las circunstancias" de cada expediente.
Pero en este caso, el tribunal entiende que, si bien hay circunstancias para aconsejar la divisón en lotes -el contrato se refiere a 830 edificios de 20 tipologías diferentes-, el Ayuntamiento sí "ha motivado debidamente que la división en lotes del contrato dificultaría las labores de coordinación necesarias para llevar a buen término su correcta ejecución desde un punto de vista técnico".
De este modo, el organismo ha dado la razón al Ayuntamiento de València, que ya puede continuar con la licitación. El consistorio lanzó el concurso público el pasado 23 de septiembre y los licitadores interesados tenían hasta el 12 de noviembre para presentar sus ofertas, pero el recurso paralizó los tiempos del proceso a la espera de esta resolución, que el TARC emitió a finales de noviembre.