VALÈNCIA. Para cerrar el congreso se ha celebrado la mesa redonda enfocada para tratar las conclusiones finales del congreso. Manuel Corpas ha moderado la mesa en la que participaban Aubrey de Grey, Tom Stubbs, Lisette Otero y Attila Csordas. Han comentado antes los asistentes que los científicos se centran mucho en la longevidad y no tanto en el envejecimiento y lanzaban al público la pregunta “¿Cómo se mejorar la longevidad sin perder el foco en el envejecimiento?”
Han llegado a la conclusión que han de cambiar el foco hacia la forma en la que se envejece porque sin duda es lo más beneficioso.
También han conversado sobre el límite genético para la muerte y se preguntaban si va a seguir aumentando se ha hablado de que efectivamente hay un límite en la duración de vida aún con condiciones óptimas.
Lissette Otero, directora del laboratorio de Life Lenght, ha intervenido como última ponente de este primer congreso Longevity World Forum con su ponencia sobre las variables asociadas a la longitud de los telómeros, edad y cáncer.
Ha explicado que cada vez hay más interés en el envejecimiento y en cómo mejorar el ciclo de vida de salud y cómo podemos investigar. “Podemos avanzar en la medicina preventiva y se está produciendo un cambio importante” añade Otero.
Ha recordado que la función de los telómeros es proteger la integridad del ADN y que a medida que pasa el tiempo los telómeros se van acortando debido al problema de replicación a medida que avanzamos en la edad, los telómeros tienen una capacidad replicativa limitada. Cuando se acortan impide la función protectora con eficacia por lo que el proceso de envejecimiento es impulsado por el desgaste telomérico.
Otero ha hecho hincapié en que tanto el cáncer y como el envejecimiento comparten muchas características, entre ellas se encuentra la longitud del telómero que tanto en el caso del envejecimiento como en caso de cáncer se aprecian más cortos.
Ha finalizado diciendo que se deben usar tecnologías precisa y escalable para dar respuesta a las necesidades médicas y que respondan a los cambios demográficos, deben ser herramientas para hacer medicina real personalizada.
Ángel Alberich, CEO de Quibim en su ponencia ha destacado que no se suele observar los cambios sutiles que pueden aparecer. Ha explicado que un biomarcador en imágenes utiliza algoritmos basados en una inteligencia artifical y se resuelven en el espacio tiempo.
Ha explicado que están trabajando en un modelo de control sanitario para convertir una necesidad clínica en algo real. La clave está en la creación de una serie de algoritmos para ayudar a la diagnosis y el análisis de imagen.
Angel Alberich ha concluido que hay muchos avances en imágenes moleculares y que “las imágenes médicas serán un gran compañero para mejorar la longevidad humana” añade Alberich.