VALÈNCIA. ¿Cuánto gasta un hogar valenciano en un año? Según los resultados de la última Encuesta de Presupuestos Familiares publicada recientemente por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la cifra superaría los 31.700 euros de media y la mayor parte de ese montante, más de un 46%, se destinaría a sufragar los costes básicos de alimentación, vivienda y suministros. No obstante, aquellos núcleos de convivencia con rentas más altas reservarían, tal y como se desprende de los datos por nivel de ingresos proporcionados por el INE a Valencia Plaza, mayores porcentajes a la restauración, el turismo o la cultura, mientras que en los domicilios más modestos, donde los bienes de primera necesidad abarcan casi dos tercios del gasto total anual, habría mucho menos espacio para otro tipo de productos.
La renta es, de esta forma, uno de los principales condicionantes de los hogares valencianos a la hora de decidir cómo y cuánto se gasta. De hecho, el desembolso de los núcleos de convivencia con más ingresos, que se sitúa en 48.575 euros anuales, llega incluso a triplicar al de aquellos de rentas muy bajas, que pagaron algo menos de 15.900 euros de media en 2023. No es de extrañar, por tanto, que a medida que crece la capacidad económica los domicilios estos sean capaces de destinar porcentajes más relevantes de su gasto a productos no esenciales. Así, en los datos del INE se observa cómo solo la vivienda y sus costes derivados, como el agua o la luz, ya suponen el 44% del dispendio total en los hogares de la Comunitat Valenciana que ingresan menos de mil euros netos al mes, un registro que cae al 28% allí donde se alcanzan retribuciones de 3.000 euros netos mensuales.
Del mismo modo, el gasto en alimentación y bebidas no alcohólicas de los hogares con menos ingresos, que se dejan en supermercados una media de 3.124 euros al año, ronda el 20% del total por el 14% de aquellos domicilios con las retribuciones mensuales más cuantiosas, que invierten más de 7.000 euros anuales en este apartado. En su conjunto, el desembolso derivado de los productos alimenticios y de los costes de la vivienda representaría, para los núcleos de convivencia que reciben más remuneraciones, el 41% de su gasto total anual, pero el porcentaje crece progresivamente hasta el 64% conforme se reduce el nivel de ingresos.
Tras la alimentación y la vivienda, la partida de gasto de los restaurantes y hoteles es la tercera con mayor peso para los hogares valencianos con mayor tren de vida, con un coste de más de 6.300 euros al año y un 13% de su desembolso total. En cambio, en aquellos domicilios donde entran cada mes entre 1.000 y 1.999 euros el porcentaje cae ya por debajo del 10%, y se desploma al 4% y menos de 700 euros anuales en los núcleos de convivencia con menos posibilidades económicas. Esta brecha se aprecia igualmente en el desembolso en cultura y ocio, que es tan solo de 560 euros anuales entre rentas inferiores a los mil euros (3,5% del total) y supera sin embargo los 3.000 euros en los hogares con más ingresos (6%).
Además, en este tipo de domicilios también se gasta más en transporte, ropa o enseñanza. En el primer caso, y si bien los hogares con remuneraciones más humildes destinan solo un 5,7% de su gasto a la compra de vehículos o de piezas y repuestos, a partir de los 2.000 euros de ingresos el porcentaje crece hasta quedar por encima del 12%. Por su parte, el dispendio en artículos de vestir y calzado oscila del 2,4% de las viviendas con ingresos más bajos al 4,6% de los más altos, y en el caso de la enseñanza, donde están contemplados los servicios educativos pero no los gastos en material, se pasa de menos del 1% al 2,7%.
No obstante, existen también algunas partidas de gasto no esencial cuyo peso en el desembolso total no se incrementa o reduce de forma progresiva conforme crecen las retribuciones netas mensuales. Ocurre así con el dispendio en comunicaciones, donde se aglutina a los servicios de internet y telefonía además de a los envíos postales, que se mantiene entre el 2,4% y el 2,9% en todos los tramos de ingresos para alcanzar su mayor porcentaje en aquellos hogares que reciben entre 1.000 y 1.999 euros al mes. Es en estos domicilios además donde, en relación a su gasto total anual, más se invierte en sanidad (4,5%) por delante incluso de los núcleos de convivencia que obtienen remuneraciones de al menos 3.000 euros cada mes (4,4%).
Por otro lado, el escaso margen de gasto que tienen las familias con menos recursos para dedicar a bienes y productos no esenciales se evidenció con gran claridad durante la pandemia, un periodo en el que los hogares valencianos con rentas inferiores a los mil euros mensuales apenas redujeron su gasto un 1% pese a la parálisis general de la economía, debido, entre otras cuestiones, a que sus principales bienes de consumo eran también los más básicos. En cambio, en los hogares con más ingresos sí se apreció una importante reducción entre 2019 y 2020 que, en el caso de la Comunitat Valenciana, rondó el 17%.
De hecho, en 2022, dos años después del estallido de la crisis sanitaria provocada por la covid-19 y en plena escalada de precios por la inflación, solo habían aumentado su gasto respecto a las cifras previas a la pandemia aquellos hogares que estaban por debajo de unos ingresos netos mensuales de 2.000 euros. A partir de esa cantidad, el balance era todavía inferior al de 2019 en el resto de domicilios, y la caída en el gasto aún llegaba casi al 9% en los núcleos de convivencia con retribuciones entre 2.000 y 2.999 euros.
Más allá de los datos de ingresos mensuales, los resultados de la Encuesta de Presupuestos Familiares del INE demuestran que el gasto de los hogares está igualmente condicionado por otras variables de carácter laboral y formativo, como el nivel de estudios de la persona que más contribuye a la economía doméstica o su tipo de ocupación. Además, su edad sería también un factor relevante, ya que mientras que en los domicilios valencianos donde el principal sustentador tiene entre 16 años y 44 años el gasto medio anual es de casi 30.600 euros, en aquellos en los que su edad se sitúa entre los 45 años y los 64 años la cifra supera los 36.200 euros.
Este último grupo de viviendas representaba además la mitad del gasto global de los hogares de la Comunitat Valenciana en 2023, mientras que el otro 50% restante se reparte casi en partes iguales entre los hogares donde el sustentador principal tiene más de 64 años y aquellos en los que su edad se sitúa entre 16 y 44 años.
En este sentido, y pese a que el INE explica que los últimos datos publicados no serían comparables a los de ejercicios anteriores debido a cambios en su elaboración, sí se observa cómo en 2006 el gasto de los domicilios donde la persona que más aportaba a la economía doméstica tenía más de 64 años suponía menos del 17% del desembolso total de la autonomía valenciana por el 25% que se registró en 2022. Una realidad que podría demostrar no solo el envejecimiento demográfico que se vive tanto la autonomía valenciana como en el conjunto del país, sino también la progresiva pérdida del poder adquisitivo de las viviendas más jóvenes.
A nivel estatal, el gasto medio por hogar alcanzó en 2023 los 32.617 euros anuales, unos 1.500 euros más de media que en la Comunitat Valenciana. De cada 100 euros que gastaron los hogares españoles el pasado ejercicio, un total de 31,8 euros se destinaron a vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles; 16,4 euros se dedicaron a alimentación; 11,6 euros a transporte y 10,2 euros a restaurantes y hoteles.
Las comunidades autónomas que tienen un mayor gasto por hogar son Madrid, las Islas Baleares y el País Vasco, seguidas de Cataluña y Navarra. Por su parte, Extremadura, Canarias, Castilla-La Mancha y Cantabria serían la que menos montante anual desembolsarían al año. La Comunitat Valenciana, novena región con mayor gasto medio por domicilio, representaría el 10,8% del desembolso total registrado a nivel nacional.