CASTELLÓ (EFE/EP). El incendio forestal "de sexta generación" que afecta al interior de la provincia de Castellón ha cumplido este sábado su tercera jornada activo, marcado por la "gran voracidad" de las llamas aún por controlar y la complejidad de la extinción, si bien el refuerzo de medios y unas condiciones climatológicas algo mejores, con picos de humedad, de hasta el 70%, han logrado mantener su perímetro en unos 40 kilómetros.
En cuanto a las hectáreas afectadas, según el último balance han aumentado solo en unas cien y se estiman en 4.000, gracias a las labores de extinción que han llevado a cabo en esta zona limítrofe entre la Comunitat Valenciana y Aragón un total de 20 medios aéreos -que han realizado unas 200 descargas en "puntos calientes", muy selectivas y precisas- para permitir el trabajo de 700 profesionales, algunos aportados por otras comunidades autónomas y por el Gobierno.
Según los últimos datos facilitados por el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat -a las 18.00 horas- en la zona norte (Los Cantos-límite de Aragón) el perímetro estaba estabilizado. Tras el peligroso descuelgue de las llamas por el barranco de Maigmona, el sector 3 (la carretera CV-195 entre Montán y Montanejos) sigue con trabajos de contención del fuego, han añadido las fuentes. Además, se mantienen las descargas conectadas de los aéreos para ganar capacidad de extinción.
Emergencias informa asimismo de que la gran carga de humedad relativa de la jornada de hoy, superior en algunos momentos al 70 %, ha colaborado a que el incendio se mantenga dentro del perímetro. Hasta ahora, añaden, el incendio no afecta a ningún paraje natural, aunque sí a terrenos de la red natura 2000.
En este sentido, el secretario de Seguridad y Emergencias de la Generalitat Valenciana, José María Ángel, ha señalado que, junto a la Maigmona, el segundo punto delicado se encontraba en el embalse de Arenós, un lugar inaccesible, donde se ha desarrollado un trabajo intenso con los medios aéreos.
Ángel ha detallado que otra de las zonas que preocupaban era la carretera que une Montán y Montanejos, donde "podía producirse una envolvente" y poner en peligro el parque natural de la Sierra de Espadán. Los trabajos en este flanco, ha indicado, han sido "muy positivos" y no ha avanzado la huella del incendio. Ha señalado asimismo que se mantiene el perímetro del incendio entre los 35 y 40 kilómetros y las 4.000 hectáreas de zona afectada, no solo forestal, sino también de campos agrícolas y barrancos.
Sobre las previsiones para este domingo, el secretario autonómico ha señalado que son "complicadas", ya que se espera una subida de temperaturas, reducción de la humedad y viento de poniente. La Generalitat Valenciana ha decretado para mañana el nivel nivel 3 (extremo) por riesgo de incendios forestales por las altas temperaturas que se prevén en toda la Comunitat, y se prohíbe encender cualquier fuego aunque esté autorizado en el Plan Local de Quemas.
Según ha informado la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), para mañana se prevé en la zona del incendio viento de noroeste, notablemente más seco que la brisa del sur que ha estado soplando hoy, y una humedad de menos del 30 por ciento. La previsión por tanto es que las condiciones meteorológicas sean muy adversas, ya que el viento va a ir girando a noroeste desde la mañana e intensificándose, con rachas de entre 50 y 60 kilómetros por hora.
Durante la noche del sábado al domingo y la madrugada de este último, el viento girará a oeste y noroeste flojo, con temperatura inferior a 10 grados a última hora de la madrugada y humedad próxima al 80%.
El primer gran incendio de 2023 ha sido calificado por el president de la Generalitat, Ximo Puig, y el de Aragón, Javier Lambán, que han visitado el Puesto de Mando Avanzado instalado en Barracas (Castellón) como un incendio "6.0" o "de sexta generación", que se caracterizan por ser "absolutamente incontrolables" y "no apagables".
La Guardia Civil ha tomado declaración a cuatro personas por su presunta relación con el origen de este incendio, del que se confirma ya el "factor humano", según ha señalado la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé.
La delegada ha indicado que al parecer se estaban haciendo "unos trabajos de mantenimiento" en la zona donde comenzaron las llamas, en Villanueva de Viver, aunque ha rehusado concretar si se trata de operarios de unas brigadas municipales, y ha precisado que sigue abierta la investigación.
Las 1.500 personas que fueron desalojadas en la provincia de Castellón de manera preventiva al inicio del incendio y las 250 desalojadas en Aragón (en Olba y en San Agustín) todavía no pueden volver a sus casas, un momento que esperan "ansiosos", aunque viven estos momentos con más tranquilidad que cuando tuvieron que marcharse.
Algunas personas que salieron Montanejos y están ahora en un cámpin de Navajas han explicado a EFE Televisión que están muy agradecidos por la acogida que han recibido y aseguran que viven la situación "un poquito más relajados", aunque sigue la preocupación de cuándo podrán regresar tras haberse ido casi "con lo puesto".
Calculan que hasta el lunes o martes próximo no se les permitirá volver a sus casas, y no pueden dejar de pensar en el "desastre ambiental" que ese temprano incendio de la primavera está dejando a su paso.