CASTELLÓ (EFE). Algunas de las personas desalojadas por el gran incendio que afecta al interior de la provincia de Castellón han explicado este sábado que, 48 horas después, están "más tranquilos", y aunque solo tienen palabras de agradecimiento por la acogida recibida admiten que están "ansiosos" por regresar a casa.
María José, los hermanos argentinos Marco y Macarena, y el matrimonio barcelonés Mercé y Joaquín -al que el incendio sorprendió mientras disfrutaban de unas vacaciones termales en Montanejos- son algunas de las 1.500 personas que fueron desalojadas el jueves de ocho localidades o pedanías castellonenses.
Desde el cámpin Altomira de Navajas, adonde fueron trasladados tras pasar una primera noche en el polideportivo de Segorbe, María José Ferrer explica a EFE Televisión que están "un poquito más relajados", aunque con la "preocupación lógica" de no saber cuándo van a poder volver a casa y también por el alcance de este "desastre medioambiental".
Indica que los primeros momentos del incendio, que lleva arrasadas ya cerca de 4.000 hectáreas, los vivieron "con muchísima angustia, muy preocupados", si bien la evacuación fue "muy rápida", y ahora los ánimos están más calmados y los niños se lo están pasando bien "corriendo arriba y abajo" por el cámpin.
Marco y Macarena de Mateo, dos hermanos argentinos que residen en Montanejos, destacan que el desalojo fue "tranquilo y organizado" y que tienen muchas ganas de regresar a casa, algo que esperan que podrán hacer el lunes o el martes.
"Si es antes, mejor", señala Macarena, quien confiesa que tienen "muchas ganas de volver" y afirma que, después de haber salido casi solo con lo puesto -"alcanzamos a coger algún documento y algo de ropa"-, este sábado están "más tranquilos", pero "preocupados con el panorama que se ve".
Su hermano Marco explica que se están quedando en casa de unos amigos en Segorbe pero han acudido al cámpin a echar una mano; coincide en que están "ansiosos" por regresar; y considera que hay que quitarse "el sombrero" por el desarrollo del desalojo, ya no hubo ningún "caos".
Mercé y Joaquín son un matrimonio mayor de Barcelona que estaba pasando unas vacaciones termales en Montanejos -donde nació él- y estando asomados al balcón del hotel en el que se alojaban pasó la Guardia Civil y les avisó que había que desalojar, por lo que se fueron a la parte de arriba del pueblo y de ahí les llevaron en autobuses a Segorbe.
"Nos atienden muy bien, el sitio es muy bonito y toda la gente es muy amable; estamos bien", explica a EFE Televisión Mercé, quien señala que están a la espera de les digan cuándo pueden volver a Montanejos, donde llevaban cinco días de vacaciones y tenían previsto permanecer el jueves que viene.
Joaquín indica que tuvieron que dejar el coche y la ropa en Montanejos, pero asegura que no han pasado "miedo" en ningún momento y así se lo transmitieron a su hija cuando les llamó preocupada: "Tengo 80 años, pero estoy activo todavía", asegura.