LONDRES (EFE). El consejero de delegado del grupo IAG, Willie Walsh, afirmó que las aerolíneas británicas perderán competitividad tras el 'Brexit' si el Gobierno británico no rebaja las tasas sobre la aviación comercial.
Walsh calificó de 'suicidio' el plan de aumentar a partir de abril el "Air passenger duty" (APD, tasa sobre el pasajero aéreo) para los vuelos de larga distancia que despegan desde el Reino Unido. "Es un suicidio porque el Reino Unido no podrá mantener su posición de competitividad global si es el mercado de aviación con los impuestos más altos del mundo", indicó Walsh en el congreso anual de la Asociación de Operadores Aeroportuarios británica, celebrado en Londres.
Para el responsable de IAG, matriz de Iberia, Vueling, British Airways y Aer Lingus, si el Gobierno decide no rebajar ese impuesto "no incentivará nuevas relaciones comerciales, nuevas exportaciones, nuevas relaciones con otros países". De acuerdo con Airlines for Europe (A4E), un grupo que representa los intereses de aerolíneas como easyJet y Ryanair, los pasajeros han pagado 31.000 millones de libras (36.270 millones de euros) desde que el Reino Unido introdujo en 1994 la tasa ADP, que consideran el impuesto sobre la aviación más elevado del mundo.
El Gobierno autónomo de Escocia se ha comprometido a recortar en un 50 % ese tributo para los vuelos que despeguen de aeropuertos escoceses a partir de abril de 2018, y ha puesto sobre la mesa planes para retirarlo por completo en el futuro. En el conjunto del Reino Unido, a partir del 1 de abril de 2017 la tasa por pasajero en vuelos de larga distancia pasará de 73 a 75 libras (de 85 a 87 euros) para la clase turista, y de 146 a 150 libras en primera clase (de 170 a 175 libras).