La diversificación y estabilidad han convertido a Iberdrola en la mayor eléctrica europea por valor en bolsa
MADRID (EFE). La lista de las mayores eléctricas europeas por capitalización bursátil ha cambiado radicalmente en los últimos diez años, cambio que ha llevado al primer puesto a Iberdrola con 37.570 millones de euros -tomando el cierre del pasado viernes- y que ha rebajado de forma sustancial el valor en bolsa de gigantes como la francesa EDF y, sobre todo, la alemana E.ON.
El "apagón nuclear" decretado en 2011 por la canciller alemana, Angela Merkel, tras el accidente de la central japonesa de Fukushima -que establece el cierre de todas las centrales antes de 2022-, ha sido un duro golpe para las eléctricas alemanas y ha castigado a compañías de otros países con activos nucleares, como EDF.
En el otro extremo, la "diversificación" y la "estabilidad" han convertido a Iberdrola en la mayor eléctrica europea por capitalización bursátil, según coinciden en señalar los analistas consultados por Efe, que destacan el buen comportamiento general de las empresas españolas del sector.
En los primeros años del siglo XXI, compañías como E.ON, EDF y la italiana Enel eran gigantes que se consideraban futuros e inevitables protagonistas del proceso de consolidación de la industria energética europea.
E.ON y Enel participaron en la pugna por el control de Endesa, entonces la mayor eléctrica española, que ganó la compañía italiana aliada con la constructora Acciona.
RWE, otra de las víctimas del "apagón nuclear" alemán, , había pujado poco antes por Hidrocantábrico, que al final fue adquirida por la portuguesa EDP.
Además, EDF aparecía con frecuencia en las quinielas para comprar alguna de las eléctricas españolas.
Sin embargo, el panorama ha cambiado de forma significativa desde aquellos años, muy especialmente a partir de 2011.
E.ON, que era la mayor eléctrica europea por capitalización bursátil en 2005, con más de 60.000 millones de euros, vale ahora unos 15.000 millones, una cuarta parte, y ha caído a la sexta plaza.
Más acusado es el caso de RWE, cuya capitalización bursátil ha pasado de casi 35.000 millones a unos 6.000 millones.
"El punto de inflexión ha sido el apagón nuclear decidido por Merkel a raíz del accidente de Fukushima", explica Rodrigo García, analista de XTB.
En el mismo argumento incide Victoria Torre, de Self Bank: "La incertidumbre sobre el futuro de la energía nuclear es un lastre importante para estas compañías y se estima que se podrían ver obligadas a provisiones adicionales millonarias para afrontar la reestructuración de sus centrales nucleares".
La "puntilla", según Torre, ha sido la decisión de "no escindir sus actividades de energía nuclear a raíz de los últimos cambios en la legislación alemana".
El efecto "Fukushima" se ha extendido a EDF que, aunque sólo ha perdido dos posiciones, al pasar del segundo puesto al cuarto, se ha dejado la mitad de su valor en bolsa.
Por el contrario, Iberdrola ha pasado del séptimo puesto al primero y casi ha duplicado su capitalización bursátil en diez año. También han mejorado posiciones Engie (GDF Suez), Endesa y Enel.
Rodrigo García destaca que Iberdrola, aunque tiene activos nucleares, está "diversificada" y cuenta con una "estructura sólida de empresa".
En la misma línea, Victoria Torre menciona como fortalezas "una adecuada diversificación geográfica", con presencia en EEUU y Reino Unido, y una "notable eficiencia operativa".