MADRID (EP). Iberdrola obtuvo un beneficio neto de 2.091 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que representa una caída del 13,5% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, debido a la ausencia de extraordinarios, informó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Durante el pasado ejercicio la energética registró 759 millones de euros de partidas extraordinarias positivas correspondientes a la fusión de Siemens Gamesa, plusvalías de Neoenergia o la revisión del precio de contratos de aprovisionamiento de gas en España.
Así, el beneficio neto ordinario del grupo, excluyendo estos extraordinarios, fue de 2.051,3 millones de euros durante los nueve primeros meses del año, lo que supone un incremento del 38% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) de Iberdrola a cierre de septiembre se situó en los 6.720 millones de euros, con un incremento del 22,5% debido, principalmente, a la buena marcha del negocio internacional, que contrasta con la peor evolución en España. Iberdrola reiteró que los resultados obtenidos a septiembre le permiten confirmar las previsiones para final de año de un Ebitda superior a los 9.000 millones de euros y un beneficio neto de 3.000 millones de euros para el cierre de 2018.
Por su parte, el negocio de Generación y Clientes en España, cuya posición neta es compradora de energía al tener más mercado que generación propia, redujo sus resultados en un entorno de mayores precios en el mercado mayorista, y de subida de las materias primas y de los derechos de emisión de CO2.
Mientras, las inversiones del grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán ascendieron a 3.645 millones de euros en el periodo, de las que cerca de un 80% se destinaron a los negocios de Redes y Renovables, de acuerdo a la estrategia de la compañía.