VALÈNCIA. El presidente del Grupo Osborne, Ignacio Osborne, ha apostado por “hacer un esfuerzo, sobre todo en la industria agroalimentaria, en añadirle valor al producto y no vender tanto a granel”. Así lo ha indicado en un almuerzo-coloquio, organizado este jueves por la Asociación Española de Directivos (AED) en el Hotel The Westin Valencia, en el que ha puesto como ejemplo el sector del vino en el que desde hace años “se están mejorando nuestras exportaciones en valor pero disminuyendo en volumen”. “Vamos por buen camino”, ha valorado.
En el encuentro, que se engloba dentro del ciclo #DiálogosAED, el también máximo responsable del Foro de Empresas Renombradas ha hecho un repaso sobre los principales ejes por los que puede moverse la internacionalización de una empresa, poniendo como ejemplo el Grupo Osborne. A pesar de tener 230 millones de euros de facturación neta y un EBITDA de 40 millones de euros, Osborne se ha reconocido como una empresa “extremadamente pequeña en comparación con el beneficio neto de otros distribuidores, que tienen diez veces nuestros beneficios”. Frente a ello, el directivo ha pedido al sector un “esfuerzo de concentración” al entender que todavía son “demasiado pequeños” para competir en el determinados mercados. “La producción y la distribución están cada vez más concentradas y necesitamos crecimiento. Llega un momento que si no eres capaz de crecer, desapareces”, ha completado.
Con repecto a la inestabilidad que puede aportar a las empresas españolas el acuerdo de salida de la Unión Europea del Reino Unido, Osborne ha reconocido estar “preparado para un Brexit duro, si luego no lo es, mucho mejor”. “Hoy en día debemos tener organizaciones líquidas para que se adapten lo antes posible a este tipo de retos que se ponen por delante”, ha recomendado a los más de 70 directivos que han participado en el almuerzo-coloquio.
España, ha reconocido al principio de su intervención, “tiene una buena imagen en el exterior, pero en otros lugares tiene una visión negativa o estereotipada” que hay que combatir. Para ello, el presidente del Grupo Osborne ha reclamado una mayor colaboración público-privada, una relación que ha calificado como “obligación de la sociedad civil” en la actualidad, y ha animado a las empresas a participar activamente de esas mejoras.
Osborne es actualmente la segunda empresa más antigua de España y la de Ignacio Osborne es la sexta generación que dirige la compañía, siempre en el seno de la misma familia. El éxito de la longeva andadura de la empresa familiar reside, según ha detallado Osborne, en la aplicación de un buen gobierno corporativo desde hace casi un siglo y de la apuesta por el talento a nivel directivo. Eso sí, tal y como ha reconocido, “el cambio generacional es muy diferente cuando se hace en cuarta o quinta generación, cuando ya no hay que hacer la transición del poder del fundador a un gobierno corporativo”.