Igsa cede un solar para un parking en Valterna a cambio de más edificabilidad junto al Liceo Francés

VALÈNCIA. Inmobiliaria Guadalmedina (Igsa) la promotora del empresario Enrique Ballester, ha alcanzado un acuerdo con el Ayuntamiento de Paterna por el cual cede una parcela para la construcción de un parking en Valterna a cambio de ganar edificabilidad en otros dos terrenos que tiene junto al Liceo Francés.

Se trata de una modificación puntual del Plan Parcial de la Lloma Llarga, el barrio de Paterna conocido comercialmente como Valterna. La modificación, tal y como recoge el Diari Oficial de la Generalitat en el escrito que somete la modificación a información pública, se produce tras ser aprobada en el Pleno del Ayuntamiento el pasado 28 de febrero.

Según detalla al respecto el concejal de Urbanismo del consistorio, Carles Martí, el ayuntamiento ha llegado a este acuerdo porque le permitía brindar a los vecinos un servicio escaso en el lugar como es el aparcamiento  "sin incrementar la edificabilidad total con la que contaba Igsa". "Se trata de un traslado de la edificabilidad que ya tenían", subrayan.

La parcela que cede Igsa para la construcción del parking municipal se encuentra en el sur del barrio y cuenta con algo menos de 2.000 metros cuadrados. La intención del Ayuntamiento es impulsar en cuanto sea posible el proyecto por tratarse de una actuación sencilla, todo con el objetivo de crear a corto plazo el mencionado aparcamiento en superficie.

La contraprestación que recibe Igsa tiene lugar en dos parcelas situadas al norte de Valterna. Ambos inmuebles se repartirán la edificabilidad del parking, lo que les permitirá crear junto al Liceo Francés "edificios grandes como los que ya ha construido Igsa en el barrio, de alrededor de 50 viviendas cada uno", concreta Mulet.

Por lo que respecta a las alturas, ambas construcciones ganarán dos plantas, de modo que la permuta "tendrá un impacto urbanístico mínimo". La compañía, sin embargo, no tiene previsto por el momento iniciar los trámites para construir en los terrenos, que son de los pocos que quedan en un barrio tan consolidado como Lloma Llarga.