VALÈNCIA. (EP) El director general del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), Manuel Illueca, ha afirmado este jueves que a falta de diez millones de euros de deuda bancaria que se abonarán en los próximos meses, el proceso de reestructuración de la Sociedad de Garantía Recíproca (SGR) puede darse por concluido "tras haber saneado un agujero de la etapa anterior de 421,4 millones".
Así lo ha expuesto en su comparecencia ante la Comisión de Economía, Presupuestos y Hacienda de Les Corts para informar del estado del proceso de reestructuración de esta entidad, que el Consell del Botànic se encontró "con una deuda oceánica, una cartera de activos tóxicos que, por su tamaño, excedía de la capacidad de gestión de la compañía y un nivel de actividad ínfimo".
Ha aportado un detallado análisis de los distintos pasos dados desde 2016 por el Consell en el marco del proceso de reestructuración, que ha permitido contar hoy en día con una SGR que cuenta con un coeficiente de solvencia que se sitúa por encima del 20%.
Además, ha precisado que el volumen de activos adjudicados pendientes de venta se ha reducido a 10 millones de euros, el valor de la participación supera el 100% del valor nominal, el riesgo vivo crece por primera vez desde la debacle de 2008, situándose cerca ya de los 180 millones de euros, el volumen de avales otorgados se situará este año cerca de los 50 millones de euros, y el número de clientes alcanzará los 750.
"Hoy la sociedad ya no se debate entre la vida o la muerte --ha subrayado-- y ahora las discusiones se centran en si la sociedad es demasiado estricta al analizar los riesgos, si el proceso de concesión de avales es suficientemente rápido o si los requerimientos administrativos son demasiado complejos".
Illueca ha recordado que para no volver a caer en el error no hay que olvidar "la sangría que la gestión de esta sociedad en la anterior etapa ha supuesto a las arcas públicas: 377,2 millones de euros, 421,4 si incluimos el coste para CERSA". "Se trata de una cifra que quedará para la historia, más del 25% del riesgo vivo máximo que alcanzó la sociedad en la fase álgida de la burbuja inmobiliaria", ha añadido.
El director general del IVF ha aprovechado su intervención para agradecer a los partidos políticos, "sin excepción", su apoyo en este proceso, un apoyo que ha calificado de "incondicional", y ha afirmado que "el éxito de este proceso es un éxito de todos".
"Las lecciones de la crisis son evidentes", ha manifestado Illueca, que ha agregado que las SGR "son entidades sin ánimo de lucro con estructuras de gobierno débiles, en las que el supervisor bancario y el socio protector mayoritario juegan un papel vital para asegurar el correcto funcionamiento de la empresa y su viabilidad a largo plazo". En este caso en concreto y por desgracia, ha lamentado, "el Banco de España no calibró debidamente los riesgos derivados del ciclo expansivo del sector promotor, permitiendo a sociedades como la nuestra asumir niveles de riesgo incompatibles con el negocio bancario".
Por su parte, la Generalitat "no atendió a su papel de socio protector, permitiendo que la SGR valenciana abandonara su misión fundacional: el apoyo al autónomo y la pyme productiva en el acceso al crédito. La desnaturalización del negocio condujo a la SGR a una crisis que ha mantenido paralizada a la sociedad durante una década", ha indicado.
El director general del IVF ha afirmado también que a pesar de tratarse de una entidad de carácter privado "la SGR debe estar sometida al escrutinio público y sus órganos de gobierno deben contar con la presencia activa del IVF en representación de la Generalitat Valenciana".
"No podemos olvidar que la SGR es en esencia una entidad privada, que está sometida a la normativa bancaria y que facilita financiación a terceros en colaboración con la banca comercial. Dicha colaboración requiere que la SGR hable el mismo idioma que la banca, que actúe con la misma profesionalidad y que persiga objetivos equiparables", ha señalado.
Los clientes, ha puntualizado, deben tener la seguridad de que la sociedad sabrá custodiar la información privada a la que accede en virtud de los servicios financieros que presta porque, "de lo contrario, la sociedad perderá de nuevo el tren del futuro".
"De nosotros depende señorías que el camino que hoy comienza venga acompañado por el éxito. De nosotros dependerá que lo sucedido en la etapa del anterior gobierno de la Generalitat nunca más vuelva a producirse", ha concluido.