MADRID (EP). Indra ha probado con un éxito el primer prototipo del Centro de Operaciones Marítimas Europeo, un centro ubicado en Bruselas, en instalaciones de la Agencia Europea de Defensa (EDA), que en el futuro podría convertirse en el nodo central de una extensa red neuronal dedicada a proteger los intereses de los países de la UE en el mar. Indra señala que el 90% del comercio internacional se realiza por mar, pero advierte de que aspectos como el tráfico ilegal de armas, piratería, bloqueo de rutas comerciales o el terrorismo hacen que el entorno marítimo siga siendo un espacio muy difícil de controlar, en el que grupos insurgentes pueden aprovechar para llevar a cabo sus acciones.
Por este motivo, la compañía de consultoría y tecnología incide en que garantizar el libre acceso al entorno marítimo es una "necesidad vital" para la Unión Europea que cualquier país enemigo estaría interesado en dificultar. En este contexto, el proyecto Ocean 2020 financiado por la Comisión Europea (CE) trabaja para reforzar las capacidades tecnológicas necesarias para garantizar la defensa de este medio estratégico y, en este marco, este mes de noviembre se ha probado en el Golfo de Taranto, al Sur de Italia, uno de los sistemas inteligentes de vigilancia más avanzados puestos a prueba hasta la fecha en el mar.
Las Armadas de Italia, Francia, Grecia y España desplegaron cinco buques equipados con sensores y potentes sistemas de combate, nueve drones de distinto tipo (aéreos, de superficie y submarinos), cinco satélites de comunicaciones militares y diferentes sistemas de comunicaciones seguras, todo ello integrado y coordinado simultáneamente desde varios centros de mando militar distribuidos por todo el continente. El objetivo que se perseguía esta prueba era combinar todas estas capacidades para multiplicar la conciencia situacional de cada país. Con ello incrementaron su capacidad para detectar cualquier actividad sospechosa y neutralizar ataques de una forma mucho más eficaz.
"Todos estos sistemas trabajaron como si de un gran sistema nervioso humano se tratase, recogiendo datos e imágenes con todo tipo de sensores para cubrir la vigilancia de la máxima extensión de mar posible", remarca la compañía. Cada buque envió en tiempo real los datos a su centro de mando nacional que, a su vez, los compartió con el Centro de Mando Marítimo implantado por Indra en Bruselas. Los algoritmos del sistema iMARE de Indra se encargaron de procesar toda la información, fusionarla, y devolver en fracciones de segundo una imagen completa, precisa y común de la situación a cada país. "Toda esta red de centros de mando trabajó de forma conjunta como si de un gran y único cerebro se tratase. El sistema de Indra operó además de forma integrada con el sistema Marsur de vigilancia marítima, potenciando aún más esta inteligencia", agrega.
Los buques desplegados en el Mediterráneo pudieron completar el ejercicio definido, que consistió en frenar un ataque asimétrico de una lancha rápida dotada de armamento anti-buque y perseguir y apresar en alta mar un buque que estaba colocando minas, recuperando después, mediante el uso de drones, los explosivos que había sido colocados en el fondo marino. Uno de los sistemas clave que se probaron con éxito en este despliegue fue el helicóptero no tripulado Pelícano de Indra, que operó de forma integrada con el sistema de combate del navío de la Armada Española. "Muy pocos países en el mundo cuentan con un helicóptero no tripulado capaz de embarcarse en un buque de guerra y operar en las condiciones operativas y climatológicas más duras", asegura Indra.
En este sentido, añade que el sistema Pelícano desarrollado por Indra ha demostrado que está preparado para ello y realizó varios vuelos de prueba en los que su sistema electro óptico recogió imágenes de gran calidad a kilómetros de distancia de diferentes objetivos, transmitiéndolas en tiempo real al buque. Ahora y tras superar estas primeras pruebas en el Mediterráneo, el programa Ocean 2020 encara una siguiente y última demostración que se llevará a cabo el próximo año 2020 en el Mar Báltico. Las Armadas de Lituania, Holanda, Reino Unido y Estonia han expresado ya su interés en participar en ellas.
Indra es una de las empresas con más peso en el proyecto Ocean 2020 en el que participan 42 empresas y organizaciones de 15 países europeos, coordinadas por la italiana Leonardo, y que cuenta con un presupuesto de 35 millones de euros y una duración de tres años. Se trata de uno de los proyectos más importantes de la Acción Preparatoria de la UE, un programa que sirve de campo de pruebas y antesala del Fondo Europeo de Defensa que se activará en 2021 y que destinará 3.500 millones de euros a investigación en defensa en siete años.
Indra es una compañía con "clara vocación de liderazgo" del sector industrial europeo de la Defensa y ha sido nominada recientemente por el Gobierno Español como coordinador nacional para el desarrollo del Futuro Sistema de Combate Aéreo (FCAS), el mayor programa conjunto europeo de Defensa puesto en marcha hasta la fecha y el más ambicioso en términos tecnológicos.
Asimismo, participa en nueve consorcios del EDIDP (European Defence Industrial Development Programme) y actúa como coordinador en tres de los cinco liderados por España, entre otros el programa PESCO para el Mando y Control Estratégico. Además, se apoya en su experiencia previa en los programas europeos más exigentes, como el Eurofighter, A400M, NH90, Meteor o ESSOR, y del entorno de la OTAN, como el ESSM, FLEPS y ACCS, entre otros.