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Industrias inteligentes: el desafío digital del futuro

1/10/2021 - 

VALÈNCIA. La transformación digital de los sistemas industriales, la digitalización en el seno de las empresas, los beneficios y los retos que todo ello conlleva. Sobre todas estas cuestiones giró el último desayuno organizado por Valencia Plaza en colaboración con el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de la Comunidad Valenciana (COIICV). La cita tuvo lugar en uno de los salones ubicados en el hotel SH Valencia Palace durante la mañana de este martes.

Bajo el título Industrias inteligentes, el desafío digital del futuro, el Colegio Oficial ha puesto en marcha un plan que busca capacitar en el uso y la aplicación de las tecnologías en el sector industrial. El proyecto, financiado por la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI), busca precisamente hacer llegar a las compañías industriales tecnologías como la IA, el IoT, Cloud Computing o el Machine Learning, con la finalidad de consumar un cambio de modelo productivo hacia fábricas inteligentes. Y el equipo humano y sus habilidades, en este sentido, son elementos esenciales para poder alcanzar este objetivo.

Sobre todo ello conversaron en la cita diversos representantes, como el decano del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales, Salvador Puigdengolas, o el subdirector de proyectos de innovación de la AVI, Roberto Arnau. Asimismo, constituyeron la mesa de debate el presidente de Redit, Fernando Saludes; la vicepresidenta de Asociación de Empresarias y Profesionales de Valencia (EVAP), Sandra Deltell; el encargado de Relaciones Institucionales del Instituto Tecnológico de Energía (ITE), Ignacio Casado; el jefe de área de Empresas y Asociaciones del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE), Javier Mínguez; o la directora de Innovación del Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV), Rosa Porcar; así como el director del Instituto ai2-UPV, Ramón Blasco; y la directora gerente de la Asociación Valenciana de la Industria de la Automoción (AVIA), Elena Lluch.

"Esto va a cambiar totalmente y tenemos que estar subidos al tren de la digitalización", inició el desayuno el decano del Colegio de Ingenieros Industriales, "para no quedarnos atrás". Pugidengolas dijo en este sentido que los cambios ya se están produciendo en el tejido empresarial porque, incidió, en el futuro, un 40% de las empresas que no se digitalicen corren serios riesgos de desaparecer. Así, entre otros indicadores que ofreció el decano, señaló que el 83% de las compañías "van a cambiar su forma de fabricar" y que el 90% creen que la digitalización "les aportará más oportunidades que riesgos".

 

En este sentido, el representante del Colegio insistió en que la transformación digital y tecnológica del tejido empresarial no sólo permite mejorar su competitividad en el mercado y el aumento de su eficiencia, sino que como consecuencia puede facilitar su expansión y la penetración en nuevos mercados. "La tecnología supone un retorno de alto valor para todas las partes", explicó en este sentido, pero recordó que "queda un largo camino por recorrer" a juzgar por la baja digitalización de las industrias y teniendo en cuenta que la gran parte del tejido económico son pequeñas y medianas empresas, con el hándicap que supone eso. De ahí que pusiera en valor el proyecto puesto en marcha.

Por su parte, para el subdirector de proyectos de innovación de la AVI, Roberto Arnau, la digitalización es "un punto de partida": "Hay que tener buena base en digitalización" para permitir que el sistema aborde "nuevas tecnologías que son clave para el desarrollo de la economía del futuro". En este sentido, resaltó el trabajo de la Agencia porque puede facilitar proyectos independientemente de su ubicación dentro de la Comunidad Valenciana, y celebró al mismo tiempo que el Colegio sea colaborador y aglutine parte de estas iniciativas.

Así pues, el representante de la AVI destacó la compra pública innovadora por parte de las administraciones públicas como una herramienta que presenta una "gran función de dinamización" de diferentes sectores. Y en esta línea, Arnau quiso poner de relieve la importancia que implica el arranque de Indromeda, la Alianza de Tecnologías Innovadoras impulsada desde la Generalitat Valenciana, las cinco universidades públicas, los centros del CSIC y la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana (Redit) con el objetivo fundamental de que las empresas valencianas tengan acceso a tecnologías que les permitan desarrollar ventajas competitivas. "Es fundamental", señaló Arnau, porque va a permitir proyectos con la implicación de muchos actores.

Uno de los sectores representados en la mesa de diálogo fue el de la automoción. La directora gerente de la Asociación Valenciana de la Industria de la Automoción (AVIA), Elena Lluch, fue tajante al subrayar que la digitalización "no es una opción": "O estás digitalizado o no vas a poder competir", sentenció. Sobre ello, Lluch explicó que este sector ya cuenta con avanzado nivel de digitalización: "Somos un sector bastante innovador". Con todo, admitió que las empresas "están asimilando la ola de nuevas tecnologías".

 

Al hilo, indicó que se ha sido eficaz en la aplicación de la tecnología en los procesos de producción y en el diseño de los productos de automoción, pero que ahora, el reto es dar un paso más allá e incorporar los avances tecnológicos en los servicios ofertados. Por ello adelantó que en la feria Smart Mobility que tendrá lugar en Valencia se van a presentar proyecto innovadores vinculados, por ejemplo, a la verificación de las baterías. Otro, centrado en desarrollar un transporte autónomo conectado a la tecnología 5G para mover materiales. "La iniciativa del Colegio es fundamental, y aunque nuestras empresas van hacia adelante, la gran barrera es la falta de conocimiento", explicó Lluch.

También intervino el presidente de Redit, Fernando Saludes, quien apuntó un detalle de calado: "No es una opción no abordar la tecnología". El motivo es que, a su juicio, "la tecnología no abordada va a generar desigualdades sí o sí". A la postre, Saludes remarcó que el reto es conseguir que la sociedad entienda "que no es un tema baladí", todo lo contrario, "que nos va el futuro en ello, la calidad de vida, los salarios, etcétera". Por eso el presidente de Redit incidió en que se trata de un proceso "profundo" y que "siempre requiere de liderazgos y de un entorno que lo propicie y ayude".

Por ello, además de hacer referencia al propio Colegio o a la AVI, indicó que los institutos también pueden "ayudar", pero al final lo fundamental es el ecosistema: "En los últimos años hemos vivido un marco de apuesta [por la digitalización y la aplicación de la tecnología] y esto está permitiendo que despeguen iniciativas". Con todo, lo importante, dijo, es explicar bien el proceso que supone la digitalización para las empresas, porque de lo contrario "puede darse mucho fracaso". Y apuntó a la administración como el agente que mejor "puede ayudar a marcarte retos": "No hay garantía de éxito, pero hay mayor probabilidad, sino la empresa va a ciegas".

Para el encargado de Relaciones Institucionales del Instituto Tecnológico de Energía (ITE), Ignacio Casado, es esencial "trasladar la tecnología a la propia industria para que vea que es real", que no es algo etéreo. En este sentido, y aterrizándolo en su sector, Casado dijo que "la energía es muy transversal porque afecta a muchos sectores productivos y no productivos" y que algunos retos son "asumir las diferentes variables energéticas, el almacenamiento de la energía, el surgimiento de comunidades energéticas y la movilidad eléctrica". Son elementos que obligan a las compañías a dotar de inteligencia al sistema.

 

Así pues, Casado explicó que el ITE utiliza herramientas puras de digitalización que permiten desarrollar entornos virtuales para poder tomar decisiones antes de llevar a cabo inversiones importantes, por ejemplo. En este sentido, el representante del Instituto quiso destacar lo facilitadores que son los pilotos demostrativos para hacer ver a la industria que los desarrollos innovadores y tecnológicos son de gran ayuda y poder transferirlos.

Desde la Asociación de Empresarias y Profesionales de Valencia (EVAP), su vicepresidenta primera Sandra Deltell sostuvo, por otro lado, que "el Big Data permite jugar en otra liga" y que esa "va a ser la liga": "Si no estás ahí, te vas a quedar obsoleto". Por eso, conforme se vayan implantando estas tecnologías, habrá que poner el foco en las personas, dijo, porque son quienes van a tener que empezar a usar dichas aplicaciones. En este sentido, explicó que "la resistencia al cambio hace que tengamos un problema social que debemos acometer".

Deltell ahondó sobre la necesidad de formar a profesionales y el reto del sistema formativo de "volver a formar a los profesionales para que estén adaptados a las nuevas cosas que van a tener que hacer". Por eso la vicepresidenta de EVAP avanzó que "toda la forma de trabajar va a ser distinta" y que esto es algo ya demandado por las nuevas generaciones, especialmente tras la pandemia, que ha impulsado la digitalización en algunos ámbitos. Estos cambios, apuntó Deltell, dan lugar a "nuevos riesgos, nuevos ámbitos de trabajo" y también a nuevas estructuras organizativas, por lo que señaló la necesidad de tener una "visión de largo plazo y estratégica".

El jefe de área de Empresas y Asociaciones del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE), Javier Mínguez, puso sobre la mesa la problemática que se está generando conforme avanza la digitalización: una brecha entre empresas que van a velocidades distintas. "Hay empresas e industrias a las que tenemos que llegar pero están en diferentes estadios de madurez y distintas velocidades", explicó Mínguez. En este sentido, instó a "poder calar y ayudar a los que tienen menor velocidad" y aspirar a llegar "al máximo de tejido posible", pero admitió que es "complicado" porque el tejido empresarial es muy grande.

Sobre ello, el representante del IVACE destacó que el Instituto Valenciano está colaborando con el Ministerio de Industria en el desarrollo de la Estrategia Nacional de Industria Conectada. Asimismo, desde el organismo se realizan más de 300 asesoramientos avanzados a empresas industriales en la Comunitat Valenciana: "El impacto es elevado, por encima de la media", celebró. En este tipo de asesoramiento se decide, según explicó, "la hoja de ruta de la transformación digital" para las empresas, porque estas "necesitan una foto para saber por dónde empezar y tener garantías".

 

También el director del Instituto ai2-UPV, Ramón Blasco, aprovechó para destacar el trabajo realizado desde el ámbito formativo: "Somos un Instituto transversal y con vocación de servir a las empresas y funcionar de correa de transmisión entre el conocimiento producido en la universidad y las empresas". En este sentido, señaló que además de trabajar en la educación y la formación de profesionales, la UPV "se ha convertido en generador de conocimiento para la industria local". Como muestra de ello, relató cómo se están llevando a cabo reuniones con empresas locales que presentan "problemas específicos" y para los que la universidad tiene las soluciones. Esto, dijo, "ayuda a que las aplicaciones las podamos alinear con el entorno".

En opinión de Blasco, uno de los principales escollos para las iniciativas innovadoras y la aplicación de las nuevas tecnologías es el riesgo. "Es importante la gestión del riesgo, porque en algunos casos hay tecnologías buenas pero el riesgo que supone aplicarlas es muy grande", aseguró el representante del Instituto. Por ello, pidió la colaboración para llevar a cabo estrategias que ayuden a disminuir el riesgo, y destacó el papel de los institutos en este sentido. 

La directora de Innovación del Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV), Rosa Porcar, convino en que el proceso de digitalización de una compañía "no es fácil, es complicadísimo". Es como aprender un idioma nuevo, al fin y al cabo, para Porcar: "Has de desaprender la forma con la que hacías las cosas, has de revisar tus procesos, escudriñar cómo haces las cosas y sacar a la superficie lo que funciona y lo que no funciona". Eso, destacó, "supone mucha distorsión en tu día a día".

En ese sentido, Porcar destacó el trabajo hecho en el Instituto en cuanto a la digitalización, por ejemplo, en materia de salud laboral, donde se trabaja en entender cómo se mueven los trabajadores en su puesto y cuáles son las necesidades del trabajo para poder, digitalmente, llevar a cabo acciones correctivas. La directora de Innovación del IBV aseguró que se encuentran "al principio" de este proceso y que todavía falta probar que estos sistemas están funcionando como se espera.

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