VALÈNCIA. València se ha convertido en un polo de innovación, que es referente en España. Su ecosistema con startups y empresas punteras, que lideran nuevas aplicaciones y disrupciones, está generando un foco de conocimiento que atrae a la inversión. No obstante, se quiere seguir liderando y que la ciudad se catapulte, aún más, no solo como hub en España, sino en Europa y a nivel mundial. Y, para ello, el Ayuntamiento de València y la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana (Redit) han firmado un convenio de colaboración para seguir avanzando.
Así se puso de manifiesto en un desayuno organizado por Valencia Plaza junto con Redit y el Ayuntamiento de València. Una jornada en la que se puso encima de la mesa la necesaria colaboración público-privada para impulsar y promover la innovación en una ciudad como València, llena de talento y con un sólido polo innovador de empresas.
En la jornada participaron Paula Llobet, concejala de Turismo, Innovación e Inversiones en el Ayuntamiento de València; Gonzalo Belenguer, director de Redit; Samuel Félix, responsable del área de transferencia de tecnología y conocimiento de Aidimme; María Llorens, responsable de marketing y comunicación en Aimplas; Andrés Pascual, director de innovación de Ainia; Javier Sánchez, director de IBV; Ignacio Casado, responsable de relaciones institucionales y comunicación del ITE; Carlos Monerris, director de transferencia tecnológica y mercado en Itene; y Laura Olcina, directora del ITI y presidenta de Fedit.
El debate arrancó con la intervención de Paula Llobet, concejala de Turismo, Innovación e Inversiones en el Ayuntamiento, quien incidió en la necesidad de poner en contacto a los institutos tecnológicos con los retos que afronta la ciudad para poner todo su conocimiento al servicio de los ciudadanos. De esta manera, destacó que Redit se ha incorporado al Patronato de Las Naves y ahora el siguiente paso para avanzar en esa colaboración es la firma de un convenio para trabajar de forma conjunta en los desafíos de futuro del 'Cap i Casal'.
"La red de institutos tecnológicos es un ejemplo para otras autonomías y, por tanto, es un privilegio que ahora vaya a estar conectada con el Ayuntamiento y el ecosistema valenciano", subrayó para incidir en que el convenio servirá de herramienta para "poner a disposición del ecosistema local el trabajo que hacen los institutos".
Por su parte, Gonzalo Belenguer, director de Redit, avanzó que algunas de las líneas estratégicas de esta nueva alianza buscan "aproximar la ciudad a los centros tecnológicos para catapultarla ante el talento, empresas y carácter emprendedor existente". "Queremos que València descubra todo el potencial de los centros y de las más de 2.000 empresas asociadas", reseñó. Y es que, aunque destacó que la ciudad ya compite en la Champions League de la innovación, consideró que faltaba "visiones compartidas" con la corporación municipal. "En València están ocurriendo cosas y el reto compartido es que sigan ocurriendo", incidió.
Así, por ejemplo, se puso encima de la mesa la aprobación de la ordenanza del Sandbox Urbano, pionera en Europa, para innovar con impacto positivo en los servicios públicos y solucionar los problemas de ciudad. Se basa en un modelo de ventanilla única, ágil y facilitador, para la realización de pruebas reales. El objetivo es impulsar los proyectos del sector innovador y tecnológico de la ciudad, y dar a las empresas la posibilidad de probar sus productos en entornos reales para asegurar su éxito en el mercado. "Supone un cambio de mentalidad y pone a València a la vanguardia en tecnología porque nos convierte en una laboratorio urbano", remarcó Llobet.
Una normativa apoyada por los institutos tecnológicos que valoraron que ayudará a idear nuevas iniciativas, ponerlas a prueba y captará nueva inversión. En este sentido, Carlos Monerris, director de transferencia tecnológica y mercado en Itene, señaló que el modelo atraerá a las empresas para ejecutar proyectos e inversión, lo que se traducirá en un rédito para los ciudadanos. Para Andrés Pascual, director de innovación de Ainia, añadirá "competitividad y valor" porque al implementarse se aportará "credibilidad" a la hora de presentar un proyecto.
Pero, ¿qué proyectos innovadores están ejecutando los institutos tecnológicos? Lo cierto es que se expusieron muchas iniciativas que cubren diferentes campos de acción y que van en la línea de mejoras directas para el ciudadano. En este sentido, Carlos Monerris, director de transferencia tecnológica y mercado en Itene, contó que en 2019 y 2020 colaboraron con la fundación Activa para definir su estrategia 2021-2025. Pero también han colaborado en el desarrollo de contenedores inteligentes de envases de plástico, que permiten trabajar en la correcta gestión de los residuos. Además, este año han celebrado un congreso al que acudieron cerca de 280 investigadores en torno al embalaje, lo que, a su juicio, demuestra el interés de València más allá del turismo.
Por su parte, Ignacio Casado, responsable de relaciones institucionales y comunicación del ITE, indicó que con el nuevo convenio esperan que la colaboración con la corporación municipal sea mayor que la de los últimos años para poner en marcha iniciativas, como la de un proyecto que lanzaron para la gestión energética en el entorno de las ciudades que, entre otras cuestiones, contemplaba la incorporación de puntos de recarga para coches para potenciar una movilidad más sostenible. También, trabajan en la gestión energética a través de las comunidades energéticas buscando espacios para el desarrollo de soluciones de autoconsumo compartido. "Hemos avanzado mucho y, de hecho, tenemos una planta piloto", comentó para incidir en que, asimismo, colaboran con el Puerto de València en planes de descarbonización.
También, Javier Sánchez, director del IBV, incidió en que existe una larga relación con el consistorio en el ámbito del deporte con, por ejemplo, el desarrollo de indumentaria específica. Pero, también, en el diseño de carriles con propiedades biomecánicas que favorecen el running en carreras como la 5K. Más tarde, llegó el área de movilidad a través de un proyecto que utiliza este campo como "elemento clave para descarbonización y como paradigma del derecho de las personas para su bienestar". Además de València, Sánchez contó que hay otras 10 ciudades europeas con las que trabajan analizando comportamientos para definir las claves de la nueva movilidad.
GeoIA es el último desarrollo del ITI. Laura Olcina, directora del instituto y presidenta de Fedit, detalló que se trata de una plataforma que recurre a la Inteligencia Artificial (IA) para mejorar los servicios de los ciudadanos a través de georreferencias, datos que se transforma en información de valor. Concretamente, esta iniciativa pretende crear territorios inteligentes para mejorar servicios ciudadanos y apoyar decisiones administrativas. Emplea así tecnologías avanzadas como Big Data, Machine Learning, Procesamiento del Lenguaje Natural (PLN) y Sistemas de Información Geográfica (SIG) para recopilar y analizar grandes volúmenes de datos georreferenciados en tiempo real. "Los datos no son nada, lo que hay que hacer es conseguir transformarlos en valor para que sirvan en la toma de decisiones", subrayó.
Andrés Pascual, director de innovación de Ainia, apuntó que en su caso están desarrollando trabajos en sostenibilidad en el campo de la alimentación. En este sentido, puso como ejemplo un proyecto europeo para la gestión de residuos urbanos. Paralelamente, trabajan en iniciativas de tratamientos de lodos y el uso de biogás aplicado a depuradoras urbanas. En este momento, ejecutan una iniciativa en la que participan 8 países, que aborda el desafío de los residuos hortofrutícolas en grandes mercados mayoristas, dado que mucha fruta no se vende y se va acumulando, mezclándose con residuos orgánicos e inhertes como cartón, piezas metálicas o fibras que acaban contaminándolas. Por tanto, el objetivo es dar una solución in situ de pretratamiento con visión artificial para liberar esa fruta y que se pueda transformar para no desperdiciarla.
María Llorens, responsable de marketing y comunicación en Aimplas, detalló que sus planes están enfocados en materia de agua con soluciones para identificar y cuantificar contaminantes emergentes en la red de saneamiento. "También queremos mejorar la calidad del agua del litoral y evitar que los residuos plásticos lleguen al mar. Por ello, estamos recogiendo y seleccionando redes de plástico para transformarla", indicó. Con ello han dado una segunda vida a estos materiales convirtiendo esas red en mobiliario que ahora se exhibe en el Puerto de València. Otra línea de actuación de Aimplas son las infraestructuras verdes a través de pinturas que evitan la propagación de plagas como el cotonet, que afecta a los campos de naranjos.
Finalmente, Samuel Félix, responsable del área de transferencia de tecnología y conocimiento de Aidimme, explicó que el instituto centra su actuación en minimizar la contaminación en el exterior para la toma de decisiones sobre el tráfico urbano. De igual modo, analizan interiores para reducir la presencia de agentes que son dañinos vinculados a procesos que hacen las empresas. Asimismo, trabajan en temas de sensorización con la instalación de hardware en edificios que tienen tecnología desarrollada para conocer el comportamiento de estructuras sensibles. En el ámbito de la construcción, desarrollan nuevos materiales, asfaltos para reducir el fenómeno de la isla de calor, así como en la recuperación de estructuras para que los fondos marinos aguanten más.
Con todo, los asistentes destacaron la nueva línea de colaboración que se abre y que también contribuirá a generar estabilidad financiera para el desarrollo de proyectos. "Tenemos que acabar de creernos el potencial que tenemos y comunicarlo", remarcó Ignacio Casado. En este sentido, Samuel Félix insistió en que los centros tecnológicos tienen muchas capacidades y si son capaces de comunicar sus soluciones, sus experiencias y lo que piensan hacer "no tenemos nada que envidiar a otros".
Por todo ello, el director de Redit volvió a poner en valor la nueva era de colaboración que se abre con la corporación local. "Es un binomio difícilmente superable si nos ponemos juntos a trabajar", remarcó, a lo que la concejala de Innovación de València respondió, destacando el papel de los centros como "actores fundamentales del ecosistema local". "Este es el primer convenio de muchos para buscar retos y soluciones que mejoren los servicios públicos para tener una mejor ciudad", concluyó.