VALÈNCIA. Primer pleno ordinario en el Ayuntamiento de València tras el período estival y primeras 'interferencias' entre los dos concejales del grupo municipal de Vox. Unas diferencias que ya existían desde el principio del mandato pero que este jueves emergieron de la manera más surrealista que se recuerda en el hemiciclo consistorial.
El pleno municipal coincidía con la baja del 'número dos' del partido en el Ayuntamiento, Vicente Montáñez, que pidió asistir desde su casa de forma telemática mediante videoconferencia. Una circunstancia que contempla el reglamento y que ya se había dado el pasado mandato para casos excepcionales.
No obstante, ya bien iniciado el pleno, los problemas técnicos de sonido empezaron a dificultar la participación de Montáñez, que decidió empezar a emitr su voto mostrando a la cámara folios con su posicionamiento, a favor, en contra o abstención. Los fallos técnicos provocaron incluso votaciones cómicas por contradictorias y confusas con respecto a su portavoz, Pepe Gosálbez. No obstante, el 'número dos' acabó transmitiendo al secretario municipal que se remitiría al voto del portavoz, presente en la sesión plenaria.
La divergencia llegaría a mitad del pleno, pasadas las cuatro horas -la sesión duró ocho-. Montáñez había presentado una moción dirigida a "crear una movilidad urbana coherente a la vez que sostenible". Pero más allá del fondo de la propuesta, fue la forma lo que motivó el desencuentro. Los errores técnicos de sonido impedían que Montáñez defendiera la moción, por lo que intervino el portavoz y decidió retirar la propuesta con el propósito de que, según el partido, pudiera ser defendida el próximo pleno.
Una decisión que no agradó al proponente de la moción, el propio Montáñez, que manifestó evidentes signos de incredulidad y desaprobación. Sin embargo, el pleno continuó mientra el 'número dos' mostraba un folio donde se leía "Pido la palabra". Tras casi una hora se establecía conexión con el numero dos, quien quería manifestar que el reglamento no permitía a otro regidor retirar una moción que no había registrado, sino que esa facultad sólo corresponde al proponente "diga lo que diga su portavoz".
"Yo no he anulado la moción y mi intención es defenderla", insistía. Por ello, pedía intervenir mediante conexión telefónica, un supuesto que el reglamento, sin embargo, no contempla, por lo que finalmente no pudo defender la moción y quedó retirada.
Asi pues, ambos ediles protagonizaron una descoordinación teñida de tensión que viene gestándose desde hace meses y que se ha ido agrandando con el paso del tiempo, especialmente a cuenta de la fractura interna del partido por los desencuentros en el Comité Ejecutivo Provincial (CEP) y los movimientos estratégicos del presidente provincial José María Llanos, a quien es afin el portavoz municipal.
No obstante, también existen desavenencias en cuanto al funcionamiento del propio grupo, sin ir más lejos acerca de los asesores. De hecho, de los tres huecos para personal eventual que tiene el grupo municipal, sólo hay uno cubierto por una asesora de prensa, quien, señalan fuentes del partido, habitualmente trabaja también en el grupo parlamentario de Les Corts Valencianes.