La antigüedad es un mérito en la enseñanza, tanto en el actual concurso oposición como en la bolsa de trabajo. Un problema que enfrenta al sector cuando hay doce aspirantes por plaza
VALENCIA. Las polémicas oposiciones para seleccionar profesores dan una vuelta de tuerca en la convocatoria de 2016. El conflicto se traslada a las bolsas de trabajo por la aplicación de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana que vuelve a invertir el orden y premia en función de la antigüedad sobre la nota. El fallo anuló el acuerdo de la Conselleria de Educación y cuatro sindicatos que contemplaba la situación contraria. Unos suben y otros bajan.
Lo que beneficia al colectivo docente con más años de interinidad perjudica a los más inexpertos. Decenas de los 14.279 aspirantes que desde el 28 de junio están opositando por alguna de las 1.172 plazas de profesores —doce por cada una— ya se presentaron y aprobaron el año pasado. Pero no han consolidado el puesto al no haber sido llamados para sustituciones en todo el curso y se ven obligados a «repetir el esfuerzo».
«Sin puntos por no haber trabajado, nos vemos obligados a volver a opositar sólo para poder continuar en la bolsa de trabajo», señalan desde el colectivo de interinos ‘Sin servicios’, que se han estado manifestando en las últimas semanas para rechazar la rebaremación en las bolsas.
La sentencia de 2015, que se aplicará en Secundaria en el nuevo curso, obliga a reordenar las bolsas de trabajo docente como en 2010 y reconoce la experiencia al colocar a este colectivo por delante de quienes no han pisado un aula, «profesores sin tiza», se les llama, pese a que obtengan mejores resultados en las oposiciones. Los jueces han dado la razón al STE-PV que recurrió un acuerdo de 2013 de la Conselleria con CCOO, CSI-F, FETE-UGT y ANPE por el que se organizaban los puestos provisionales o de sustitución en función de las notas.
Aun así, en el baremo del concurso oposición que concluirá este 18 de julio «la experiencia docente tiene menos peso que en el sistema anterior al pasar de un máximo de 7 a 5 puntos; la formación académica se valora más mientras que la permanente queda relegada en el apartado de otros méritos a sólo 2 puntos», recuerda Marc Candela para quien el proceso «no está tan decantado a los méritos sino a la oposición». «Que los interinos tengan ventaja es algo que ha pasado siempre, porque al haber trabajado tienen esa puntuación, pero los méritos se cuentan sólo si apruebas», subraya el presidente autonómico de Educación en CSI-F, Artemio Almonacid.
(Lea el artículo completo en el número de julio de Plaza)