VALENCIA. Diez días, más de 300 propuestas artísticas gratuitas y las calles del Centro Histórico de Valencia como escenario privilegiado del arte contemporáneo. ¡Qué vértigo y qué ganas al mismo tiempo! Con esta sensación y este sentimiento contrapuesto nos enfrentábamos todo el equipo a la segunda edición de Intramurs, Festival per l´art a València, una iniciativa que nació el pasado año, con el objetivo de llenar de arte, de cultura y de vida la zona que delimitaban las antiguas murallas de la ciudad. Una locura para muchos, un sueño y una reivindicación para nosotros.
Pues bien, después de diez días intensos en los que el arte se ha dejado ver por los lugares más insólitos del barrio del Carmen, y aún con el dulce sabor del festival en los labios, podemos decir que por segundo año consecutivo lo hemos vuelto a conseguir. Intramurs ha sido todo un éxito en cuanto a participación de artistas, acogida del público y a nuevos espacios que se han adherido y sumado este año a nuestra propuesta. Hemos dado un salto cualitativo que nos llena de fuerzas y energía para empezar a trabajar en la tercera edición.
Han sido diez días en los que hemos podido disfrutar del arte en todas sus vertientes y manifestaciones. Exposiciones colectivas, performances y arte de acción, vídeoarte, poesía, danza, teatro, intervenciones urbanas, instalaciones, graffitis, moda, actividades infantiles, música en directo, proyectos reivindicativos contra la Ley Mordaza, gastronomía, recorridos históricos. Hemos vuelto a visitar los talleres fascinantes de los artistas del barrio, hemos visto como las galerías de LaVAC se han volcado con Intramurs, hemos sido testigos del cambio de un montón de escaparates de la mano de diseñadores y artistas. Hemos articulado un ciclo de conferencias y mesas redondas centradas en el barrio, la convivencia con los vecinos, el arte, la cultura y el uso del espacio público. Hemos plantado un campo de cebada en la Plaza de la Virgen en nuestra particular ofrenda. Y hemos abierto de nuevo solares como el Espacio Ideo, un espacio ya casi mágico, que dotamos de programación, de música, de poesía, ¡de gente!
Y como novedad, este año, hemos contado con Holanda como país invitado. Un país que nos inspira y nos sugiere, que dibuja un camino que nos gustaría seguir en cuanto a gestión de arte público y urbano. Un modelo que nos interesa y nos atrae y que nos ha permitido coordinar una serie de acciones con artistas holandeses que nos han dejado a todos con la boca abierta. De la misma forma que nos ha sorprendido la implicación del consulado de Holanda, la naturalidad con que ha tratado el festival, el cariño y buen hacer que nos ha transmitido desde el momento en que le presentamos nuestro proyecto.
Desde Intramurs defendemos un cambio de modelo en la gestión cultural actual y en los usos que se le da al espacio público. Intramurs nace como un festival de arte contemporáneo, interdisciplinar y de carácter marcadamente urbano, con la pretensión de que el mayor número de actividades posibles sucedan en la calle. Una reivindicación que surge, en gran parte, de la necesidad de rehabilitar cultural y socialmente el Barrio del Carmen.
De esta necesidad, tiene lugar la unión de un grupo de personas, artistas y gestores culturales, con el objetivo de promover el arte en la calle y para la calle, de dar cabida a todas esas disciplinas y esos artistas que se quedan fuera del circuito tradicional. Y el resultado de esa unión y de ese trabajo no deja de sorprendernos. La suma del esfuerzo de todos, de la participación, de la implicación y el mimo hacia este proyecto ha hecho que Intramurs se haya consolidado este año como una propuesta cultural potente, interesante y necesaria en la ciudad de Valencia.
Gracias al colectivo de artistas, que un año más ha estado presente, nos ha apoyado y participado activamente, gracias al ayuntamiento de Valencia que nos ha facilitado tanto, gracias a la Policía Local que nos ha asesorado y acompañado en este largo recorrido. Gracias a los bares y restaurantes del Centro Histórico, a los comercios y a todos los que se han acercado como público a disfrutar de una oferta cultural única, diferente, gratuita y urbana. Y gracias infinitas, un año más, a todo el equipo de Intramurs, Clara Icardo, Rosa Serna, Carlos Llavata, Domingo Mestre, Óscar Mora, Núria Gregori, Sergio Pinto Briones, Elena Battaglia, Toni Cosín, Julio Andújar, Sonia Vega, Yolanda Brunete, Eva Máñez, Vicente Carrasco, Xemi Romany, Carlos Chavarrías, Patricia García, Laura Argilés, Alba Vilar, Manolo Sánchez, Eugenio Simó, Víctor López, Noemí López y Janice Martins.
Intramurs es el ejemplo de que a través del arte y la cultura podemos seguir creciendo por una ciudad mejor y más participativa, por otros modelos de gestión cultural, por otra forma de atraer al turismo, por ofrecer nuevas propuestas a los vecinos. Intramurs ha logrado ser esa excusa para acercarse al Centro Histórico y disfrutar en mayúsculas de un ambiente festivo que pocos ya recordaban en el barrio. Al fin y al cabo, queríamos expresar que a través del arte y la cultura podemos hacer barrio y hacer ciudad. Esto funciona, sorprende, ilusiona, incomoda y queremos, debemos, seguir trabajando y superándonos, año tras año porque el barrio entero se ha volcado y nos ha demostrado que este proyecto vale la pena.
En esta edición hemos dado mucho de qué hablar. Y lo hemos hecho a través de las propuestas de artistas que han presentado sus proyectos por convocatoria abierta y a través de los artistas invitados con un una importante trayectoria y reconocimiento a sus espaldas. Entre todos hemos conseguido que estos días se hable de Intramurs, de las banderas de Democracia en la calle Caballeros, de la pieza de Monique Bastiaans en la Plaza de la Virgen, de la performance de Jaime Vallaure entorno a la (no)muralla de Valencia, a la pancarta No tengo palabras, de Isidoro Valcárcel Medina, Premio Velázquez de Artes Plásticas 2015, que nos dejó a todos precisamente mudos o del taller de Raul Marroquín. Hemos podido disfrutar de muros pintados por Boa Mistura bajo el lema Canvi, por Disneylexya, Flug, Limón, La Nena Wapa, Cabaio, Kob Tropikal, entre muchísimos otros que con su participación han puesto su granito de arena.
Sin embargo, seguimos notando la ausencia de agentes culturales, de asociaciones de críticos. Frente a la respuesta de los colectivos de artistas, del público, de la hostelería, del comercio, de las instituciones, de los medios de comunicación e incluso de empresas privadas como Alhambra Especial, Fundación Bancaja o Caixa Popular que han patrocinado el festival, seguimos sin contar con el apoyo de un sector importante y que tiene mucho que decir.
Intramurs lo han hecho los artistas. Ha sido emocionante ver cómo se han ayudado los unos a los otros, los momentos que hemos compartido, las sensaciones que hemos despertado en los artistas invitados y la expectativa que estamos creando en artistas extranjeros que ya nos han manifestado su interés por estar en la tercera edición. Ojalá el año que viene podamos contar también con los gestores culturales y con la asociación de críticos del arte puesto que nuestro objetivo, como bien hemos dicho antes, sigue siendo mejorar y superarnos.
Una de estas últimas noches nos llegaba un mail en el que nos decían cosas tan bonitas como estas: “He vivido en varios países de todo el mundo, desde Australia, Grecia a Indonesia o Maldivas, buscando sensaciones infinitas y tratando de elevar los cinco sentidos al máximo exponente. Creo que siempre buscando lo que aquí creí que no podía encontrar. Ahora puedo decir que esa sensación de felicidad la he conseguido estas semanas en Valencia gracias al festival. El verdadero espectáculo, el verdadero arte, está en la cara del público que miraba a los escenarios, en sus reacciones, su sorpresa, en ver como se iluminaba”. Este año Intramurs ha sido una auténtica explosión de arte por todos lados, de felicidad y de entusiasmo compartidos. Intramurs son todos estos sentimientos que la gente nos hace llegar. Y para nosotros basta.
Tribuna libre a cargo de Salvia Ferrer, directora de Intramurs, Festival per l´art a València y Gloria Gallo, responsable de comunicación del festival