Que la ciencia y la investigación son fundamentales para el futuro de la sociedad es algo que está fuera de toda duda. Sin embargo, este sector atraviesa un gran número de dificultades. Tanto a nivel burocrático, con las trabas que se impusieron por parte del anterior gobierno nacional, como sobre todo por la precaria situación laboral de quienes se dedican a ella.
Es indudable que tener una estabilidad laboral facilita que las personas que hacen investigación puedan centrarse en estudiar enfermedades, desarrollar nuevos materiales o sintetizar nuevos fármacos y vacunas, en lugar de estar buscando ofertas de empleo. La precariedad es, a día de hoy, la seña de identidad de los contratos del personal investigador, tanto a nivel nacional como de manera muy significativa en nuestra Comunidad.
En el campo de la investigación sanitaria y biomédica, la Comunidad Valenciana cuenta con diversos centros de gran prestigio nacional e internacional: INCLIVA, La Fe, el Príncipe Felipe y FISABIO son sus más representativos ejemplos. En todos ellos, podemos hablar de una temporalidad superior al 80%, en los que además, situación heredada de pasados gestores, existe un elevado número de contratos en fraude de ley. Y todos estos centros poseen grandes profesionales que trabajan para mejorar la calidad de vida de las personas que padecen enfermedades de todo tipo. Resulta evidente la necesidad de conseguir una estabilidad laboral para este colectivo.
¿Se han implantado las medidas necesarias para evitar que se pierda la masa investigadora en nuestra Comunidad? Lamentablemente hasta el día hoy no. Cualquiera de estos centros podría enumerar los profesionales que han tenido que marcharse por culpa de la precariedad reinante en el sector de la investigación.
¿Se ha hecho lo suficiente por parte del actual Gobierno Valenciano para solucionar esta situación? A día de hoy tampoco. Pero todavía existe un pequeño margen de maniobra. Este año, la Generalitat dispone de un presupuesto, cifrado en torno a los tres millones de euros, para poder aumentar su masa salarial y la del Sector Público (al que pertenecen estos organismos de investigación). Se desconoce la cuantía que será destinada a estas entidades, pero los rumores señalan cantidades ínfimas, insuficientes para solucionar la situación que se atraviesa en cualquiera de ellas. Pero de momento, son solo conjeturas.
El Consell liderado por Ximo Puig tiene todavía en su mano la oportunidad de dar un golpe de timón y recolocar en las vías del progreso los, casi, descarrilados vagones de FISABIO, la Fe, INCLIVA o el Príncipe Felipe.
Gabriel Estañ Cerezo es secretario del Comité de Empresa – FISABIO Sur